La historia de una vida caótica, llena de cosas extraordinarias dentro de un mundo que parecía ser el de cualquier chico mediocre en una ciudad esplendorosa, aquí van sus mejores y peores experiencias a la corta edad de tan solo 16 años.
Bienvenidos a una historia caótica, empezando con una familia feliz criado por una madre colombiana y un padre con ascendencia italiana, lo cual resultaría en una combinación bastante extraña para cualquier chico, pero lo sabía llevar y aquí estaba yo a los 14.
Mi padre, como todo buen italiano, es amante de los vinos, nacido en la region de Napoles, ve los sueños de ser futbolista reflejados en su primogénito, su hijo mayor su mejor obra de arte y por cierto el chico que mas presión lleva en la familia.
Como toda familia Italiana siempre estaban algunos bebedores y exóticos de su propia cultura del sur, lo cual me parecía un poco extravagante, tal vez por la diferencia con esa cultura debido a mi madre, la cual se separaría de mi padre debido a la indiferencia por parte de aquella familia 'azurra'.
En esos tiempos Frank mi padre empezaría sus grandes cadenas de negocios con el Market de San Juan junto a su gran amigo Andreas con quien coincidían en locuras de juventud, salidas de chicas y desordenes juveniles hasta mi nacimiento donde tomarían lugares serios, y Andreas adoptandome como su único y legítimo sobrino.
Desde aquel punto de la historia vamos a comenzar con que el 'tempo' que mi padre me dedicaba era para mejorar todas mis áreas extracurriculares como el fútbol, la habilidad de hacer amigos, el cuidar los negocios familiares y mantenerse siempre como ganador en todo tipo de apuestas, todo era dedicación para el fútbol, administrar dinero y conservar amigos lo cual para la edad de 14 años era un poco extraño ya que los demás niños solían jugar sin presiones, tener peleas, andar en la calle sin preocupaciones pero para mi no era así.
Y ahí estaba yo un chico de 14 años con pasaporte internacional conociendo gran parte de Milan y de Napoles, y mi mejor estadía la cual era en casa de mi abuela la cual vivía en la preciosa isla de Sicilia en una pequeña localidad de Palermo allí donde la familia Deck había comenzado y de donde provenía, me sentía un italiano mas tomando un 'Limoncetto' como cualquier otro chico de mayor edad, aunque veía como los otros primos de mi misma edad hacían cualquier tontada con tal de llamar la atención de los adultos.
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Encerrando la frase de este capitulo aquí viene mi parte favorita y de hecho por la cual existe esta historia, en uno de los viajes para extender el mercado de cadenas de Market's los cuales ya empezaban a ser reconocidos en Italia, viajamos juntos a Berna, desde el aeropuerto Internazionale, un viaje no tan largo para aterrizar en una ciudad maravillosa y de gente muy culta, nos alojamos en el hotel Villa Albergue Resort's y luego de unas cuantas reuniones donde me aburría como nadie jugando en las oficinas y haciendo bromas con los empleados, a los cuales no les podía entender el alemán pero aun así me trataban amablemente y lo sabia por el gesto de sus caras y alguna que otra sonrisa cómplice debido a la importancia de mi padre visitándolos en aquella empresa, mi padre salia con una sonrisa triunfante y me dijo:
- Vamos hijo, esta noche daremos un paseo magnifico
- Ya se termina el viaje, Papa - respondí en ese momento
- No hijo, aun no, aun no.
Y así fue como salimos triunfales a recorrer la ciudad y justo en ese momento no podía ser otro, no había otro lugar pero fue justo allí donde podía conectarme visualmente con aquella chica, pasábamos por la 'Brienz' y allí fue en Giesbachfalle la cascada mas bella de todo suiza , ahh como me sonaba tan hermoso el nombre y ver en medio de su rió un bote llevando una hermosa nena de cabello oscuro largo, piel pálida y labios rojizos con unas cuantas pecas en su bello rostro, me parecía que el nombre hasta concordaría con una de las sinfonías que mi padre ponía de Sebastian Bach sobre el agua cristalina de aquella cascada... Por esos instantes aquellos pequeños e ínfimos segundos el tiempo se detuvo y su mirada se cruzo con la mía dando como resultado una explosión inexplicable de sensaciones para mi en aquella época...
Aquí terminaría nuestra estadía en Suiza, y de vuelta a la realidad a mi querida Italia no podía dejar de pensar en ella y así como su sonrisa, algo parecía cambiar en mi vida pues gracias a las influencias de mi padre y mi buen desempeño y disciplina en el fútbol era finalmente convocado para el equipo profesional Milan donde el técnico me decía:
- Parece que ya estas listo para las grandes ligas
- Espero seguir así - le dijo algo cabizbajo, yo solo quería disfrutar de nuevo de aquella cascada
- Todo saldrá bien dijo mi padre
Y por obvias razones estando en plenitud de condiciones físicas era ascendido al equipo juvenil B profesional, disfrutando de esas hermosas instalaciones, grandes equipos de entrenamiento de nivel profesional y lo mejor de todo asistiendo a los eventos sociales mas importantes de los futbolistas de primera división, todo un sueño para cualquier chico futbolista tomarse unas cuantas fotos con un tal Francesco Totti, o disfrutar de un buen vino con Il'architetto Pirlo, o una gran leyenda como lo estaba siendo en ese momento Pavel Nedved reciente ganador del balón de oro, para mi todo un sueño hecho realidad...
