Sigue el viaje, quinto intento, llegamos a casa de mi abuela, donde por fin estaríamos lejos de esa arpía de la novia de mi padre, estaban allí mis primos los cansones, y ya podia saborear la exquisita comida de mis tías y textearia mucho con mis amigos los cuales no faltaban a nuestras noches de conferencia. Ya me alejaba un poco de tanta presión en casa y veía a mi abuela quien ya tenia todo el itinerario planeado, era una vieja astuta y sabia lo que hacia, el jueves iríamos al rió donde tenia una barbacoa lista para todos los invitados e incluso alguno que otro que se asomara por ahí. Para el día viernes visitamos la parte mas alta de la finca que casi no recordaba, acampamos con mi padre y de noche se podia admirar un hermoso paisaje algo casi único para esas épocas, ver esas estrellas tan cerca que casi podías tocarlas, la luna estaba demasiado redonda y brillante y la neblina despues de media noche era simplemente espectacular, todo iba de maravilla, y con una sonrisa de experiencia mi abuela me desperto a la mañana siguiente para decirme
-Alistate, que esta noche tendremos visitas -susurro con voz delicada y algo de picardia.
-Esta bien - le respondi a medio despertar
Desayuno favorito, merienda favorita, los videojuegos que hace ya mucho mi padre no me permitia jugar, videollamadas con Luka y Emma, y un almuerzo demasiado divertido con mi padre haciendo sus caras raras y olvidandose por unos dias del agobiante trabajo. Ya para la noche me habia puestos mis audifonos y una de mis primas me avisaba que pronto llegaria visita y que los esperariamos en el fondieum, donde hariamos una fogata, asi que saque un buzo y me lo puse por encima de mis hombros, de hecho no tenia tanto frio era mas por llevar algo para cubrirme nada mas. Todo transcurria normal ayudaba a colocar la fogata, atendia a mi abuela cuando empezo a llegar la visita, eran unos antiguos amigos de la familia por parte de mi padre que estaban de vacaciones hace ya un tiempo y se estaban mudando recientemente a Italia asi que los ayude a recibir muy amablemente. Una señora se bajo de la camioneta y parecia discutir con alguien, asi que me acerque a ver que pasaba y vi la sombra de una chica y se notaba algo malhumorada y les dije:
- Hola como estan, eh pasa algo? - pregunte a la señora
- Hola gracias, es que mi hija no quiere salir porque tiene mucho frió. Tu debes ser el hijo de Frank cierto? - me pregunto aquella señora
- Ah si soy yo, te puedo dar mi buzo, para la niña. - dije pensando que se trataba de una niña pequeña o de brazos que se yo.
-Pues no soy ninguna niña, bah. -Respondio aquella chica
Y en ese momento mi corazón se detuvo por unos mili segundos cuando la vi bajándose de la camioneta, me rapo el buzo que sostenía en el brazo y se fue directamente al fondo, yo seguía estupefacto y asombrado porque me parecía ver un fantasma. Era ella!!! Ella era la chica que había visto el otro día en Suiza. Era aquella chica hermosa con la que cruze la mirada, no podia equivocarme si la veía cada noche en mi mente era exactamente ella!!!
- Oh, lo siento tanto, ella a veces se comporta de esa manera un poco grosera -dijo ella
- D... Des... Descuida. No pasa na... nada - dije tartamudeando
Parecía que una manada de ratones me hubiesen comido la lengua, la garganta y las cuerdas vocales, no podia pronunciar nada absolutamente, estaba perdido, mi mirada solo se concentraba en seguir los pasos de aquella chica y mis pies tropezaban con todo, sentía como si el mundo me estuviera jugando una mala pasada, como si fuera alguna extraña casualidad del destino, o si mi mente y mis ojos estuvieran alucinando. Pero no era ella, realmente estaba ante la chica que me sonrió en Suiza, aquella que se veía diferente de las otras y era mucho mas hermosa de frente que aquella vez, seguía buscándola pero tuve que sentarme al lado de mis primas, hasta que la vi, era maravillosa con mi buzo puesto, tenia demasiado frió, y me daba algo de risa que también por causas del destino había sacado aquel buzo que a ella le quedaba perfecto. En eso mi abuela nos contaba una historia sentada en la fogata:
ESTÁS LEYENDO
Mi vida a los 16
Novela JuvenilLa historia de una vida caótica, llena de cosas extraordinarias dentro de un mundo que parecía ser el de cualquier chico mediocre en una ciudad esplendorosa, aquí van sus mejores y peores experiencias a la corta edad de tan solo 16 años.