Capítulo 4:

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Estaba que me reía sola pero se notaba como estaba Jimmy de enfadado debido a que tenía incluso los nudillos blancos, seguramente por mi culpa.

Un silencio incómodo se hizo presente mientras yo le miraba. Estaba algo mareada debido al efecto de la heroína pero debería volver a hacerlo.

Le eché mano a mi bolso y Jimmy me cogió toda la mercancía tirándola por la ventanilla sin pararse siquiera a mirarme.

- Serás gilipollas- dije visiblemente cabreada, no sabía porqué hacía lo que hacía, solo quería dormir y no volver a despertar más.

-A este gilipollas- dijo mirándome- le importas más de lo que le gustaría admitir y no quiere ver como te destrozas a ti misma.

-¿Y qué coño te importa?- dije yo mirándole y él paró mientras me miraba.

- Me importas- dijo mientras yo me perdía en sus preciosos ojos azules.

- He estudiado algo de psiquiatría en la universidad- dije- no se lo conté a nadie pero llevo años sintiendome muy rara- dije sincerándome aunque fuera demasiado colocada para hablar- tengo transtorno límite- admití por primera vez. Todo lo que ves es fachada. Mi canal de youtube, la carrera de enfermería...

- Dime que más te haces- me dijo mirándome y me acarició la mejilla donde sin saber como habían empezado a brotar unas lágrimas.

-Me corto- dije mientras me iba al asiento trasero y él se iba conmigo. Le enseñé las cortadas en la linea de bikini y él capturó sus labios con los míos antes incluso de que parpadeara.

-Mi prima acabó suicidándose por el mismo transtorno y no dejaré que pases por lo mismo- dijo mientras me abrazaba con fuerza y yo me descargaba llorando. Los efectos casi habían pasado pero las pupilas las seguía llevando dilatadas. 

- Vámonos a la fiesta- dije mientras le miraba y él me volvía a besar con dulzura acariciandome las cicatrices, incluso la que me había hecho después de verlo salir con mi hermana- ni una más ¿de acuerdo?- dijo con una voz algo lastimera.

- No es tan sencillo Jimmy- dije mientras le miraba y él se fue al asiento delantero. Me arreglé un poco mientras iba al asiento de copiloto y continuamos la marcha hacia la fiesta.

Cuando llegamos era todo un show, todo el mundo borracho incluido Bryan que estaba liándose con una chica bastante guapa rubia con mechas negras.

Al instante una voz chillona nos sacó de nuestro ensoñamiento.

-Jimmy babe, te estaba esperando- dijo una morena cogiéndolo del brazo mientras sonreía con una leve sonrisa- no me dirás que me dijiste que no podías quedar conmigo esta noche porque estabas con la mojigata esta- dijo mirándome con un gesto despectivo.

- La mojigata es tu puta madre- dije mientras tenía un ataque de rabia que no podía controlar aunque por una vez me daba igual.

- ¿Perdona?- dijo ella mientras me seguía mirando- así que la monjita tiene agallas- dijo riéndose de mi.

-Leana, aquí solo haces el ridículo- dijo Jimmy acariciandome la cintura- lo nuestro terminó hace meses.

-Yo puedo darte más que ella y lo sabes- dijo melosa mientras acariciaba el pecho y el paquete de Jimmy y yo me moría de celos.

-Mira hija de puta, no tengo ni puta idea de quien eres, y la verdad es que me la pelas pero deja a mi novio en paz de una puta vez- ¿mi novio? ¿en serio había dicho eso?

-Kelly?- dijo mi hermana al ver como las lágrimas se apoderaban de mis ojos ya que Jimmy me gustaba y mucho, era especial- ¿Qué ha pasad...? 

 No me dio tiempo a pensar cuando una mano me estampó en la mejilla cruzándome la cara.

-¿Qué crees que haces?- dijo Jimmy apartándome de mi hermana y abrazándome, Leana estaba que se regocijaba en mi mierda riendose. 

- Maldita Yonki de mierda- rugió mi hermana llena de rabia, al parecer había sido ella- ¡Vas a acabar matándote!

Si me moría a quien le importaba, me sentía como la más mierda de las mierdas, siempre lo había sentido así, fui jefa de animadoras aunque me sentía inferior a ellas completamente, cantaba de vez en cuando en algún sitio donde iban ancianos puesto que solían gustarle la ópera, solo para sentirme un poco bien conmigo misma pero la realidad era otra bien distinta, me asqueaba mi propia presencia.

Ah, duele! -dije mientras me frotaba la mejilla con los ojos cerrados- ¿Y a quién le importaría si me muero? Déjame en paz, Cherry. -dije con un hilo de voz.

 -Eres una egoísta, niña de papá y mamá. ¡No sé ni por qué me preocupo por ti! Dile a Johnny que ya puede correr, porque voy a matarlo. -dijo mientras cogía a Matt, su amigo de toda la vida, del brazo a no se donde mientras seguía farfullando cosas.

- Vaya vaya- dijo Leana de nuevo con los brazos en jarras mientras sonreía- aparte de monjita yonki, mal vamos- dijo mientras le di un puñetazo en la nariz presa de la rabia.

Bryan se la llevó a rastras mientras ella propinaba coces a diestro y siniestro y le sangraba la nariz y yo era llevada por el mismo Jimmy a su cuarto.

-Se lo tenía bien merecido- dijo mientras olía mi pelo y me encerraba con él en su cuarto.

Se quedó en boxers y me miró haciendo un ofrecimiento para que pasara la noche con él. No me lo pensé dos veces así que me quedé en sujetador y bragas y me acomodé en su pecho pasando mi primera noche tranquila en muchísimo tiempo.

Por la mañana me desperté temprano y vi a Jimmy durmiendo como un angelito abrazado a mi. Le di un pequeño beso para despertarle y él me sonrió con dulzura.

-Gracias por lo de ayer- dije mientras le besaba- llevaba cerca de una semana sin comer- dije mirándole.

De verdad necesitaba hablar con mi hermana de eso, no lo entendería pero podría intentarlo, me vestí y me fui hacia mi casa topándome con Matt.

- Voy a matar al Gnomo- dijo mirándome.

- No lo hagas- dije- lo dejaré, debo tratarme.

-¿Tratarte? ¿Desde cuando la princesa tiene problemas?- dijo mirándome mientras enarcaba una ceja.

-Depende de lo que entiendas por transtorno límite de la personalidad- dije mirándole y él se quedó con la boca abierta.

-¿En serio lo tienes?- dijo mirándome.

-Si, hasta que no empecé con las clases de enfermedades mentales no me di cuenta.

- Esto... Kelly, te deseo la mejor de las suertes- dijo Matt y besó mi mejilla mientras se iba.

La casa estaba desierta o eso parecía así que fui a mi casa a recoger las maletas, me iba a una clínica para tratar a todos mis demonios pero antes tenía que decirselo a Cherry.

Escuché ruidos en la cocina así que bajé para encararme con ella. Ella al verme hizo ademán de irse pero la agarré del brazo y susurré:

-Cherry...


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