Me enseñaron mi habitación y me dijeron que sobre las seis de la tarde del día siguiente iba a estar con una psicóloga del que me iba a ayudar en todo lo posible.
Ya habían acabado de comer así que me iba a quedar con hambre hasta la hora de la cena.
Deposité mis pertenencias en los cajones y me acosté en el camastro que no era demasiado cómodo pensando en Johnny y en el sexo que habíamos tenido, casi que me arrepentía de haberme ido y por otro lado estaba mi hermana a la que adoraba, ya que mis padres no sabían nada y, además no se preocupaban poe nosotras, para callarnos nos daban todo el dinero que podían y a Matt, Matt y yo éramos amigos pero no me gustaba mucho su royo, además del de mi hermana.
Una vez estuve en una de sus peleas ilegales con Johny y, aunque Matt ganó, me costó dormir dos noches seguidas imaginando la escena, creía que me iba a volver loca. Aunque mira donde he acabado.
Poco después de tumbarme un ruido me sacó de mis pensamientos.
-Les recuerdo chicas que deben cenar-dijo una voz y un nuevo chirrido surgió. Pronto vi el pequeño aparato de donde surgían las voces y me acorde de los megáfonos del instituto cuando hacían los anuncios diarios o llamaban a alguien a dirección.
Fui al gran comedor y me recordó al de mi antiguo instituto también, no lo entendía, todo parecía igual.
Mesas grandes y redondas con sillas de acero que parecían algo incómodas y un pequeño bufet libre donde podías elegir lo que quisieras.
Noté todas las miradas clavadas en mi y yo me sentí cada vez más incómoda
Me serví una hamburguesa con su pan, queso y ketchup y un trozo de tarta de chocolate con mucha nata, creo que incluso vacié el cacharro.
Tenía mono, oficialmente tenía mono pero en mi pequeña libreta lo tenía todo apuntado.
Había visto cosas malas entre los enfermeros que dicen cuidarnos que como violaciones así que no me sorprendió que viniera uno a decirme:
-Tengo algo que te encantaría tener, iré a tu cuarto en media hora para darte información.
Y dicho esto se fue.
Era el chico que recogió mi maleta creía recordarmientras me despedía del amor de mi vida y de mi hermana y mi amigo Matt.
Johnny.
Otra vez su nombre me vino a la mente y me puse a sonreir como una completa gilipollas enamorada. Y era verdad, estaba enamorada.
-Hola-dijo una chica menuda, rubia de ojos verdes mirándome.
-Hola-dije mientras la invitaba a sentarse.
- Soy fan de tus videos-dijo ella con una leve sonrisa, se notaba que ella si era consumidora.
-Gracias-dije sonriendo- ¿ Por qué ese enfermero quiere darme algo?
-Nadie lo sabe pero es un adicto al sexo, él ofrece drogas de todo tipo a cambio de una mamada o una follada.
Yo negué mirando a la chica cuyo nombre no me había dicho aun y suspiré.
- Pero si venimos aquí es para rehabilitarnos.
-Ya, pero muchas están aquí porque sus padres las obligan, no les importa matarse con tal de estar colocadas, y luego toman un montón de cosas para que en el análisis no se detecte nada.
-Yo vengo por que de verdad necesito Cambiar-dije mirándola.
-Algunas si hemos venido a eso-dijo ella con una sonrisa-por cierto soy Tammy
- Yo Kelly-dije con una sonrisa mientras la miraba.
Ambas comimos y después yo me fui a mi habitación a escribir un poco sobre Johnny, lo que me gustaba de él mayoritariamente.
Al instante la puerta se abrió y después se cerró.
-Dios no he podido dejar de pensar en ti desde que viniste-dijo con una voz totalmente distinta.
-Déjame en paz-dije mirándole y me apoyé en la pared.
-Entonces no quieres lo que tengo para ti-dijo con una sonrisa.
-Si son drogas te las puedes meter por el culo- dije- no soy tan adicta como te piensas que soy.
-Ya lo se, tú estas delgada pero no demasiado, parece que te cuidas y vas al gimnasio-dijo mientras se sentaba a mi lado y me acariciaba la pierna, cosa que le aparté la mano- llevas las uñas perfectas, dime... ¿Qué haces aquí?
-Me metí algunas veces porque tengo TLP.
-Lo entiendo, puedes controlar el TLP conmigo.
-No, gracias, tengo novio fuera-dije mientras lo miraba.
-No me vas a dejar con las ganas, putita-dijo mientras me miraba y, como un león que acecha a su presa acabó posicionéndose encima de mi mientras se quitaba el cinturón de los pantalones.
Yo había aprendido cosas de Cherry y sabía el punto justo así que me dejé llevar para darle lo que se merecía así que le di un rodillazo en su polla y me fui corriendo.
Me encontré con la jefa y se lo conté. Ella al principio no me creyó pero vio el video de la cámara de seguridad y escuchó todo lo que me decía y decidió hacerme caso.
-No eres demasiado consumidora-dijo ella al verme después.
-Me he metido algunas veces por el tema del TLP, intento no hacerlo pero la otra noche me metí heroína y me di cuenta de que debía cambiar.
-Entonces no estabas desesperada, hemos escuchado cosas pero no queríamos creerlo.
-Pues ahí tenemos la prueba-dije mirándola.
- Estarás aquí de dos semanas a un mes, tienes un aspecto mucho más sano que el resto de chicas, ve a tu cuarto y nosotros nos encargaremos de Philip.
-Gracias-dije mirándola con dulzura y volví a mi cuarto donde el tal Philip no estaba ya.
Me tumbé en la cama muy contenta porque iba a salir mucho antes ya que no me consideraban demasiado adicta y pensé en el gnomo que me había robado el corazón desde hacía años.
Recordaba mi primer beso con él con 12 años, fue en la piscina municipal, mi hermana se estaba morreando con Matt, ya desde jóven se notaba la pasión entre ellos y Johnny me acarició la mejilla y me dio un beso bastante largo, él si sabía besar pero yo no y recuerdo que me excitó un poco pero pensaba que era de tontería, ahora a los 19 años me daba cuenta que me amaba todo este tiempo.
Tanto como yo a él.
Y con ese último pensamiento me quedé dormida.
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Mezmer
FanfictionHuntington Beach, 2001. Tras el éxito del grupo Avenged Sevenfold, el guitarrista Brian Haner y el baterista Jimmy Sullivan deciden tomarse un descanso y crear la banda Pinkly Smooth donde poder hacer canciones menos serias y divertirse como cuando...