Náufrago de sal
La mar me ha arrojado a esta playa
de no sé dónde
¡Niña mala!
Tengo una sed que me abraza
me muero por una gota de agua.
El agua de la mar me engaña
me acaricia la piel quemada,
¡húmeda lengua salada!
Atrapa mi mirada a la suya
con sus redes irisadas,
me hace beber de sus labios
sonrisas de agua empozada
haciéndome prisionero
de su propia celda mojada.
¡Niña mala! corre, vuela,
¡dame a catar agua dulce!
¡dame a probar agua clara!
y no me engañes
con la frescura
de tu verde mirada.
Aunque muera yo por dentro
no beberé de tu salobre agua
porque me va secando la vida
lentamente… ¡niña mala!
Qué daría yo por saciar mi sed
agua dulce, no salada.
Solitario islote, solitaria playa
¡me muero por un hilillo de agua!
No me beses en los labios
no me mientas, niña mala.
Sólo déjame morir mojado,
seco de sal, no de agua.
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Eco de Existencias
PoesíaEstas poesías forman parte del poemario Eco de Existencias. Son poesías que intento que os lleguen hasta el último rincón de vuestro corazón. Hay mucho amor, esperanza, recuerdos, miedos, sueños... Un retrato de las diferentes estaciones de nuestras...