El último adiós

Sexta carta

15 de Abril de 2021

Primer gran amor:

¡Gracias! Por todo lo que me enseñaste; lo bueno, lo malo, lo que tuve que aprender, lo que no era muy necesario, lo que aprendimos juntos, lo que nos enseñaron y lo que vino por añadidura.

Me demostraste lo linda que puedo ser cuando estoy enamorada, lo cariñosa (y a veces empalagosa), también descubrí cuán celosa me podía poner, y los berrinchitos que llegué hacer con tal de salirme con la mía (aunque claro, no siempre funcionaba), por ti aprendí a ser detallista, a dar regalos sin que fuera una fecha especial, también entendí que el mejor regalo no es algo que se compra, sino lo que se da de corazón, así sea la cosa más insignificante o pequeña.

Por hacerte feliz aprendí a hacer manualidades y mil y un formas de cartas diferentes, aprendí a decir y escribir un "Te Amo" en 6 ó 7 idiomas diferentes, entre ellos nuestros idiomas favoritos; me la vivía haciendo cartitas, recados, dibujos y demás; contigo aprendí lo lindo que es querer y que te quieran y que todos digan la bonita pareja que forman; contigo me sentí protegida, amada y valorada, me hiciste poner más atención en los pequeños detalles, esas cosas que a nadie le habían importado pero que tú veías bonito en mí y de las cuales hiciste que me enamorara; definitivamente hubo muchas cosas buenas, más de las que podría mencionar, aunque debo admitir que eso no fue todo.

También me enseñaste la cruel realidad de la vida, que no todo es color de rosa o como cuentos de hadas, me enseñaste lo fuerte que podía llegar a ser en los momentos necesarios, y lo devastada que me podían dejar.

Aprendí que un "te quiero" no siempre es suficiente, que las personas suelen mentir, que no todos los que te dicen "amigo" lo son realmente y que debes apreciar y valorar a los que se han ganado el título a pulso.

Aprendí también que hay muchas personas que te quieren ver caer y que son muy pocas las que te ayudan a levantarte; que la vida da vueltas y debes aprender a apreciar el momento que estás viviendo, pues "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo pueda aguantar" como dicen las abuelitas.

Quisiera que sepas que te perdono, por todo lo que pasó entre nosotros, sé que tú sabes lo mal que la pasé, lo mucho que me dolió y el golpe tan duro que fue, quiero suponer que, en cierta forma, a ti también te afectó; pero sé que también eres consciente de mi fortaleza y de que "lo que no te mata te hace más fuerte" y, dado que no morí, ahora soy más resistente de lo que era en ese entonces.

Ya no te culpo y, lo más importante, ya no me culpo a mí misma. Entendí que a veces esas cosas pasan, que por mucho que quieras a alguien, no siempre podrán estar juntos y que a veces el mayor acto de amor hacia una persona es salir de su vida.

Nos han enseñado que "querer es poder" y que si quieres estar con una persona, debes luchar por ello; pero lo que no nos enseñan es que, en algunas ocasiones, el insistir en algo que no puede ser solamente te destruye por dentro, provoca que pierdas oportunidades de ser feliz por otro lado y hace daño también a la otra persona, pues a veces se quieren ambos, pero no están destinados a estar juntos.

Espero que seas muy feliz, creo que eres ese tipo de persona que se merece todo en la vida, has luchado por tus sueños y quisiera verte realizándolos. En más de una ocasión te dije que siempre podrías contar conmigo, sin importar lo que pasara; esa propuesta sigue en pie, no importa si dejamos de hablar un par de horas o por años, siempre que me necesites ahí voy a estar para ti incondicionalmente.

Una última cosa que te quiero agradecer es una enseñanza adquirida de tu ídolo, tu ejemplo a seguir, la persona a la que más admiraste en el mundo; sí, de tu abuelo, según lo que me contaste él te dijo "Un te amo no se le dice a cualquiera, pues una vez que esas palabras salen de tu boca no hay vuelta atrás; debes aprender a diferenciar lo que sientes por las personas y decirlo en el momento indicado y luego, no permitir que la persona lo olvide. Una vez que dices te amo, no importa si se separan, no se hablan o lo que pase, las palabras y el sentimiento van a seguir ahí presentes, y nunca desaparecerán".

Eso fue lo último que te enseñó, y tú quisiste compartirlo conmigo, justo el día en que me dijiste que me amabas por primera vez, desde entonces yo he vivido con esa ideología; y debo reconocer que él tenía razón, pues a pesar de los años, la distancia, el dolor, la desilusión y los recuerdos, hoy te amo igual o más que como lo hacía en esos momentos.

Gracias por todo mi amor, debo despedirme, aunque realmente espero no me olvides y, en algún momento, reencontrarte. Mientras tanto, sé feliz, disfruta tu vida y nunca te rindas.

Te amo...

Así como ayer, así como hoy, así como siempre

Violetta Abbs