CAPÍTULO 6: EMPIEZA LA GUERRA RACIAL

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Ignorando que es víctima de un complot por venganza Derek sufre por la acusación de la que es objeto. Además la gente le cree ya culpable. Todavía no hay pruebas contundentes que confirmen su culpabilidad aunque eso a la gente le da igual. Si le acusan es culpable. Punto.

De nuevo el racismo que algunas personas creían ya superado y enterrado vuelve a resurgir con fuerza. Se escuchan frases como...

—Negro depravado y delincuente.

Deberían volver a los campos de algodón

—No se puede confiar en ellos. Bien decían antaño y con razón que eran seres sin alma.

En una de esas paradojas que tiene la vida, un famoso y respetado juez blanco es acusado del mismo delito.
Y si bien en esta ocasión si es culpable de aquello que se le imputa, la misma gente que condenaba a Derek antes del juicio y de demostrarse su culpabilidad o no, también hacen comentarios sobre esta acusación.

—Es un honorable ciudadano blanco.

—Seguro que quien lo acusa busca dinero.

—Debería darles vergüenza acusar a un hombre inocente que lo único que hace es meter donde merecen estar a los delincuentes y depravados.

Cuando Michael conoce ambos casos se indigna.
Es obvio que la gente usa distinta vara de medir para dos casos iguales pero dependiendo de quien sea el acusado. Concretamente depende de la raza de los inculpados.

Aunque ya no es tan acusado como antes el racismo sigue presente y latente. En ocasiones incluso se recrudece. Sí, ya no llegan al límite de hace tan solo unos años, aunque no demasiados, de colgar de un árbol o quemar a los afroamericanos que se atrevían posar sus ojos sobre una chica blanca o que eran acusados en falso en algunas ocasiones por ellas de agresión sexual. Tampoco reciben latigazos como en la era de la esclavitud, pero los paran cuando van conduciendo un coche, no porque hayan cometido delito alguno, sino porque presuponen que coche y ciudadano negro es igual a robo. Por lo visto un afroamericano no puede conducir un coche y menos por un barrio de blancos porque de manera inmediata la policía cree que lo ha robado. Han sido muchos los ciudadanos negros que han sido parados por la policía solo por el mero hecho de tener la piel oscura y conducir un coche. Jackson no es la excepción. A él también le ha ocurrido aunque hace algunos años.

Los racistas policías se buscan cualquier excusa para atacar.
Que si creían que tal ciudadano, negro por supuesto, iba a sacar un arma y tuvieron que sacar armas y disparar para defenderse.

Así mil y una excusas absurdas y ridículas.

Conocidas son las imágenes de policías pegando con sus porras a ciudadanos negros.

Michael ha hecho un canto a la igualdad entre razas y el amor en su videoclip Man In The Mirror. Videoclip que ha incendiado a racistas y supremacistas blancos por varias de las imágenes que se ven en el. Solo se escucha al intérprete cantar mientras se contemplan imágenes de una niña pequeña rubia y blanca con un bebé negro en brazos al que besa con ternura.
Una imagen de Martín Luther King, un famoso activista negro, así como imágenes de una organización de supremacistas blancos cabreados porque ciudadanos negros o de otras razas aseguren que todos los hombres son iguales por encima de su raza. Y aunque en efecto eso es lo que dicen y piensan, logra encender más la furia de aquellos que se creen por encima de los demás seres humanos con la absurda excusa del color de su piel.

Lejos de allí, algunos ciudadanos negros hartos de todo se unen y crean el grupo Poder Negro. Actuarán y harán lo mismo que los supremacistas blancos. Y si hay que usar la violencia lo harán. Harán lo mismo a los blancos que los supremacistas hagan a los negros. Saben que es injusto pues no todos los blancos son unos racistas, pero los supremacistas no miran a quien atacan. Lo mismo les da que sean negros, asiáticos o musulmanes.
Ellos atacan y agreden.

—Esto es por todo aquel que ellos atacan; negros, musulmanes, indios nativos americanos o asiáticos. Pero en especial a nuestros antepasados que sufrieron la esclavitud y maltrato de sus "massas" blancos. Ellos, sus descendientes van a pagar por todo lo que sus ancestros hicieron y todo lo que hacen. ¡Ojo por ojo! ¡Diente por diente! ¡Comienza la guerra! —grita el líder del grupo, un hombre de unos treinta años negro y de complexión fuerte alzando el puño mientras sus compañeros le vitorean.

Días después las abogadas revisan el informe del caso de Derek. Sus pruebas acusatorias son tan débiles y la confesión de su presunta víctima que han visto es tan poco creíble que comienzan a sospechar que el hombre dice la verdad cuando mantiene su inocencia.

—Todo esto tiene pinta de ser una gran mentira, un gran montaje. Una especie de conspiración, pero ¿por qué? ¿con qué fin? —comenta una de ellas mientras ambas continúan revisando el caso.

—Por dinero que es por lo que se hacen la mayoría de las cosas. Hay gente sin escrúpulos. Por amor, poder, religión y dinero se cometen los peores crímenes. —responde su compañera.

—Tan lamentable como cierto, pero recuerda que a veces la venganza, y otra clase de motivación pueden estar detrás de este tipo de cosas. —manifiesta su amiga.

—¿Venganza? —inquiere su camarada levantando la vista de los papeles que revisan.

—Es un empresario de éxito y respetado. Tal vez otro empresario tenga envidia de su éxito y quiera hundirle para sobresalir quitándose rivales del camino. La verdad es gente es capaz de cualquier cosa.

—Es más que probable. Lo único cierto es que al parecer es inocente y eso no hace más que aumentar mis ganas por descubrir y demostrar la verdad. Si le están acusando de algo que no ha hecho todos los que están metidos en esto tengan el castigo que merecen, sean quienes sean los implicados. —concluye su amiga.

Las letradas están lejos de imaginar lo peligrosa que es la gente implicada en los dos casos que llevan. No son delincuentes habituales, ni camellos a poca escala, ni siquiera simples y bobos estafadores. Va mucho más que allá de todo eso.

En realidad, son más peligrosos, ya que su apariencia y respetable imagen pública no les hace sospechosos a ojos de la gente.

Días más tarde, mientras las abogadas se dirigen a ver a uno de sus clientes el coche en el que ambas viajan y conduce una de ellas comienza a experimentar un problema en los frenos. La que conduce trata de frenar el automóvil sin éxito pero no puede evitar que ambas de estrellen contra un árbol minutos después.

BAILE ENMASCARADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora