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Y cuando parecía perder del todo la cordura... Despertó.

Entendió todo, hasta el más mínimo dolor. Estaba ciega por el momento, pero las voces le dijeron todo.

Cuando fue arrojada de la azotea del instituto, casi muerta, alguien la secuestro. Ese alguien es KarlHeinz. Luego le arrebató el corazón, lo convirtió en una joya y se lo dió a otra persona. A otra "novia de sacrificio". Y ella... Tiene otra joya... Una pequeña piedra blanca incrustada en su pecho, pero es un corazón muy pequeño para tantas emociones, tanta bondad, tan su manera de ser... Y no lo soporta, con el tiempo se muere, olvida, deja de sentir. Y si no escapa, hasta el último segundo de su corta vida... Dolerá, porque vivir duele, pero morir... Aún más.

Duele olvidar todo por lo que luchaste, las personas que amaste, los recuerdos que creaste... Duele olvidarse de los sentimientos, dejar de sentir... Quedarse vacía.

Duele morir.

Con la poca fuerza que le quedaba, agotando sus últimos alientos, sintiendo el dolor en cada movimiento. Movió sus piernas, y logró ponerse de pie, rompió las cuerdas quemando su piel en el acto, pero ya no le importaba, quería ser libre. Desató la venda que cubría sus ojos y corrió hacia la luz. Una vez afuera se acostumbro a el sol, parecía ser de madrugada. Corrió y corrió sin  saber a dónde iría, se perdió, cortó y sangró. Pero llegó.

Estaba frente a la mansión Tsukinami,  parecía abandonada, estaba oscura y sucia. Su corazón no estaba acelerado, pese a que corrió como nunca... Su corazón latía cada vez más lento, aturdida y débil abrió las puertas y se desplomó dentro. En segundos sintió las voces de Shin y Karla.

— He vuelto - sonrió vacía, cerró sus ojos y todo se volvió oscuro.

∆∆∆

— Ayato. – era la quinta vez que el azabache lo nombraba. Hace días que no comía y no salía de su habitación.
— Tienes que salir, no puedes ocultarte todo el tiempo – Y era cierto, hace tiempo entendía la lógica de su hermano mayor, Shu. Los sueños, poder perderse en un mundo irreal, donde no sientes dolor y puedes ver a quienes ya no están. Parecía un niño soñando cosas tan irreales: una familia, con la persona que ama. Lejos del mundo y felices juntos. Pero era una historia tan distorsionada de la realidad...

— ¡Ayato! Deja de ser egoísta, ésto es difícil para todos, pero no todos nos encerramos a llorar todo el día. ¡Tienes que enfrentarlo y despertar! –
Los gritos se oían en toda la mansión, y sus sollozos resonaron.
El azabache explotó en lágrimas.

— ¡No tienes que echarte la culpa de todo! ¡Yo también la maté! La hice sufrir, la golpeé. ¡Ella nunca me hizo nada!. ¡Fuí un idiota! ¡Lo soy! Pero no puedes... No puedes simplemente desaparecer en la oscuridad, tienes que vivir en ella. ¡Y enfrentarla! Lo haremos juntos... Te juro que saldremos de ésta. Pero si no lo intentas... ¡Nos perderemos en ella! Y no quiero... No quiero ver sufrir a nadie más por mi culpa... – explotó en llanto sus lágrimas caían sin parar, derrumbó su complejo cuadrado. Se derrumbó. — Así que por favor... Abre la puerta... – y lentamente la puerta se abrió y su hermano lo abrazó con todas sus fuerzas, lloraron juntos.

∆∆∆

Pov Amelia

Aquí había pasado algo horrible, todos siempre parecían llorar, sus ojos siempre están hinchados y rojos. No hablan, yo tampoco lo hago. Me la paso encerrada en la habitación, siquiera como. No tengo hambre, desde que conocí a ese señor, aún tengo el collar con la joya, lo llevo todo el tiempo.

Aquí no encajo, no entiendo por qué me adoptaron si todo sería igual que en el orfanato. Ellos tuvieron una perdida reciente, y ahora mismo estoy escuchando una escena de llantos y gritos. Y tengo miedo, de que todo se me vaya de las manos.

Tengo miedo de arruinar lo poco que tengo.

∆∆∆

Abrió sus ojos y se encontró en una cama. Estaba sucia y lastimada, la puerta se abrió y de ella salió corriendo un chico con el cabello de color salmón, la abrazó con todas sus fuerzas y comenzó a llorar en su hombro.

Un dolor inmenso atravesó su pecho, su corazón. Soltó un grito desgarrador que asustó a el chico que la abrazaba, se separó a el instante y comenzó a sollozar, le dolía demasiado.

— Tranquila, tranquila. Todo está bien. Mírame, estoy aquí. – decía el chico para calmarla — deja de llorar y dime qué te pasa. – la tomó de los hombros y la hizo mirarlo fijo.

— Me duele... Me duele el pecho. – dijo entre sollozos.

— Déjame ver.. – apartó un poco las ropas que llevaba y dejó ver una pequeña gema incrustada en el centro de su pecho. — ¿Que es esto? – dijo desconcertado.

— Mi corazón... Me lo robaron. – estalló en llantos y hundió su cara en el pecho de el chico.

Estoy muriendo, lo siento. Siempre causo problemas...

Perdón por ser así.

Perdón por todo. –

Y se moría lentamente, otra vez comenzaba a sufrir, su cuerpo se llenaba de grandes manchas negras y se volvía cada vez más frágil, lloraba sangre.

Se moría y nadie podía hacer nada. Los finales no siempre son felices... Sólo son finales.

×××

Hasta la próxima linduras, nos leemos pronto 😘

White Blood ||Diabolik Lovers|| - Segunda Temporada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora