21

808 56 18
                                    

Horas y horas, en una desesperación insoportable. Mentalmente maldecía al mundo humano por tener leyes tan estrictas. Y sobre todo maldecía al hospital por no dejarlo pasar a la sala de parto.

Se sentó bruscamente sobre una silla de plástico y tomó su cabeza entre sus manos. Sólo podía desear que todo salga bien. Necesitaba tenerla en sus brazos ahora y siempre. Y no era cosa de un egoísmo escencial en su persona, para nada. Simplemente su cuerpo le reclamaba el calor de aquella mujer que ahora era su esposa. Sus células muertas le reclamaban la textura de su piel.
Su corazón reclamaba su presencia.

Y aún peor al estar dando a luz a una vida. Aún en ése pequeño cuerpo, con ése frágil corazón. 

Estaba asustado.

Y sólo cuando el médico corrió hacia él, agitado. Se levantó de golpe aún más asustado.

— Señor Sakamaki...
El médico tomó aire, tenía la cara roja y estaba sudado. Su respiración estaba agitada. No diferenciaba si era una buena noticia y estaba contento de decirle, o si era algo malo y tenía miedo de que lo maten. Cualquiera de las dos podría ser, sin embargo, deseaba con todo su muerto corazón que sea la primera.

— ¿Sí? ¿Está bien? ¿Ya puedo verla?.
Y el pelirrojo, como todo un padre joven y ansioso, bombardeó al médico con preguntas. Ante eso él sonrió.

Aún todo le hacía dudar. ¿Era una sonrisa de compasión o una de alegría?
Mordió su labio al estar tan nervioso.

— Sígame.
El médico comenzó a caminar, mientras que Ayato perdido se quedó en su lugar, reaccionó tarde y corrió detrás de él.

Hicieron un recorrido hacia una habitación solitaria (pedido de la familia para que Yui pueda tener un parto tranquilo, salubre y sin molestias) . Y entonces el hombre a cargo dió media vuelta y le dirigió una mirada divertida.

— No la presiones tanto. Está cansada. Fué un trabajo duro para su pequeño cuerpo.
Él asintió muchas veces ansioso.

El médico siguió su camino fuera de su vista. Y él abrió la puerta y se adentró en la habitación.

Era totalmente normal, una televisión, ventanas entre cerrada con las cortinas bloqueando la luz, una lámpara sobre una mesa donde se encontraban los elementos personales de la rubia y la cama. Frente a esta un baño privado.

La rubia se encontraba recostada en la cama, con los ojos entreabiertos, llevaba puesto un pijama blanco, ancho y largo. Los cabellos despeinados y con la mirada llena de amor, paz y cansancio.
A su lado yacía un bebé dormido.

Él se aproximó a ella y la abrazó. Yui soltó un suspiro de paz y se durmió en sus brazos.

.
.
.

Y ahora... Sin los demonios de su pasado, ¿Podrían ser felices?
Sin el dolor y el remordimiento. ¿Podrían tener una familia feliz?

.
.
Díganme nombres para la bebé :3

¿Les gustó? ¡Voten y comenten!

Sé que estuve mucho tiempo desparecida... Perdón.

<3

Una vez elija un nombre hago un capítulo más largo y mejor relatado..
Las adoro 💞

White Blood ||Diabolik Lovers|| - Segunda Temporada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora