Sueños

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De forma sutil Clint besaba la suave piel de la joven bruja roja. Ese momento de paz y amor entre aquellos momentos de penurias, era lo suficientemente  para darle fuerza a esos dos. Ambos de podar parar de amarse como debía haber sido de un principio, pero la timidez y el hecho de haber estado cierto tiempo lejos fue un obstáculo, pero en poco tiempo el fuego que iluminaba sus almas ahora era las ardientes caricias que se brindaban. La castaña sentía como su cuerpo se tensaba, se le hacia extraño pero le gustaba las sensaciones que recibía de las manos del arquero. Aquella noche quedaría tatuada en sus almas, en sus cuerpos, en sus mentes. Nuevamente estaban los labios en unión formando un beso, ambos sabían que estaban obrando mal, pero ya no podían controlarse más, la necesidad de cumplir ese sueño era imposible de no realizar esa noche. Sus cuerpos se acoplaban a la perfección.

El arquero empezó a moverse lentamente ya que sabía que la estaba rozando y esto la excitaba, la castaña se sujetaba de las sabanas y arqueaba su espalda a cada segundo. Clint observaba como ella reaccionaba ante su cometido, sus lenguas jugaban con gran competitividad. Las sábanas totalmente arrugadas y sueltas a causa de la fuerza de Wanda ante el sexo que recibía por Clint. Los gemidos eran pequeños gritos ahogados productos de las embestidas, el placer y las caricias eran tan excitantes para ambos. Wanda estaba totalmente mojada por culpa de Clint, ¿Pero quien no se mojaría acusa de ese hombre? Los dos bañados en placer y llenos de lujuria. 

Un fastidioso sonido trajo al arquero a la realidad, resulto ser que un agente que custodiaba al equipo pasaba y ocasiono el ruido cortando el sueño del arquero. Barton le maldecía en silencio, lo que le mantenía de animo era el recuerdo de esa noche, en sueños sentía y amaba el cuerpo de Wanda.

Amantes InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora