Cuando te sientes poca cosa.

6 0 0
                                    


Me encanta mirarte cuando cuentas algo tan metafísico y tan intangible para mi. Cuando pones ganas en todo lo que te indigna de cada día y lo mucho que me gusta besarte tras pedirme perdon por creerte tan cargante.

No se la de veces que me habrás dicho lo mucho que te gusto o te encanto y la de veces que me he creído lo suficientemente sexy para gustarme (gracias a ti). Aunque esa sensacion se esfume en un suspiro tan rápidamente que el vertígo de volver a estar cerca del precipicio inunde mi cabeza, una vez más.

Avanzo un paso más hacia él cuando me cuentas tus ilusiones, tus proyectos, tus teorias y las cosas que mas te gustan.

Cuando a través de ti veo todo lo que me gustaría hacer de mi misma... Esa sensación es tan espeluznante y viva que no consigo separarme de esta caida tan proxima.

Y después del calor, las patatas fritas, la música, las risas y los abrazos:

Caigo

Caigo en lo más profundo del precipicio sin paracaidas, gritando en silencio que no conseguiré volver a estar ahí arriba. Que no puedo escalarlo. Que no tengo razones para ello. Caigo por pensar en lo imbécil, inculta e idiota que soy. Por todas las cosas que jamás podré hacer aunque me muera de ganas. Por el miedo que te tengo y por llevar mi caparazón a cuestas. Por no saber decir 'te necesito'. Por miedo a tener que huir cuando ya sea demasiado tarde. Cuando te veo bailar.

Cuando siento que soy poca cosa, que es mejor rechazarme que conocerme.

Cuando te sientes poca cosa.

Cuando descubres que lo eres.

No apta para la guerra. #Blog.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora