Capítulo 1: Envidia y soberbia

842 38 0
                                    

"No puedes ser envidiosa y feliz al mismo tiempo."

Im YooRa se reía ante aquella frase que había leído en un libro de la universidad. Era muy joven cuando esa frase se tatuó en su mente y allí permanecía como recuerdo de todo lo que había hecho hasta ese momento. Ella encontraba la felicidad logrando lo que deseaba, lo que envidiaba. Cualquiera se preguntaría porqué una mujer de 25 años, profesional en Negocios y con una enorme belleza como ella envidiaría a alguien... Pero sucedía.

YooRa había tenido una vida tranquila y feliz hasta la edad de 14 años. Su padre, dueño de unas prosperas tiendas de ventas por departamento. Pero su padre se enfermó de cáncer y falleció tan rápido ella no podía comprender como había sucedido todo. Un año después cuando el luto aún estaba vivo en ella, su madre se había vuelto a casar con Kim Hyun Woon y su vida dio un giro inesperado, dejándola ahora en la posición en la que se encontraba.

Esa mañana ella estaba mirándose desnuda frente al espejo de su baño. Su cabello castaño se encontraba recogido en un moño desordenado mientras pasaba sus manos por las curvas de sus pechos y veía como ellos se despertaban ante sus caricias, miraba sus mejillas sonrojadas de manera natural mientras sus manos descendían hasta llegar a su sexo, empezó a tocarse mientras imaginaba unas únicas manos en ella, jadeaba mientras sus dedos rozaban una y otra vez su sexo, su respiración se agitaba y se descontrolaba mientras veía su reflejo en el espejo, se mordía su labio inferior mientras sus manos acariciaban su cuerpo y alcanzaba el éxtasis gritando un solo nombre... Donghae.

Lee Donghae era el hombre que había deseado desde el momento que lo conoció. El hombre se había convertido en su obsesión desde que lo conoció cuando estudiaban en el instituto, pero aun para una chica como ella él era inalcanzable.

Él era literalmente un príncipe.

La familia Lee a la que él pertenecía tenía un linaje tan antiguo que su árbol genealógico llegaba hasta la antigua familia real. Si hubiese una monarquía, Donghae fácilmente sería un príncipe, pero ahora era considerado el príncipe de los negocios y eso era algo que a YooRa le encantaba.

YooRa tomó un baño y se preparó. Hacía 3 años que trabajaba como asistente de la vicepresidencia de Mercadeo de la casa editorial Choi. La poderosa familia Choi tenía diferentes áreas de negocios, el área editorial se encargaba la familia Choi a la cuál pertenecía su mejor amiga y jefa Dahyun. Mientras se vestía con uno de sus conjuntos profesionales no podía evitar sonreír al ver su resultado. El negro y el rojo resaltaban su piel y cabello y verse vestida de diseñador era un sueño cumplido, siempre había envidiado a su amiga en la universidad cuando se vestía de las mejores marcas internacionales, ahora ella lo hacía igual y no podía gustarle menos.

YooRa y Dahyun se conocieron en la universidad. YooRa entró en una de las universidades más importantes de Seúl gracias a una beca y compartía clases con ella. Desde el día en que se conocieron, YooRa empezó a disfrutar del lujo y la buena vida a cambio de adular la belleza de Dahyun, era un trato más que aceptable.
------------------------------------------------------------------

"Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más."

Esa frase describe a la perfección a Choi Dahyun. La hermosa hija de la familia Choi era tan soberbia que no se entendía el motivo. Tal vez el hecho de nacer en cuna de oro, dotada de inteligencia y de belleza como ninguna otra lo que hacía que la parte más frívola de la soberbia como era la vanidad reinara en ella. Dahyun, con su cabello ondulado siempre perfecto, su esbelta figura de 1.72 y su delgadez como de modelo de alta costura jugaban a su favor.

-Buenos días- saludó su asistente y amiga YooRa. La había contratado porque a diferencia de muchas, Dahyun no la veía a ella como una rival. Podría ser bella, pero YooRa no era ni la mitad de elegante y sofisticada que era ella. No tenía una pizca de clase y la adulaba como deseaba.
-Buenos días YooRa, ¿Qué hay para hoy?- le preguntó mientras recibía su café de todas las mañanas y las revistas en el orden que le gustaba.
-Tienes una reunión a las 10 am con la editora principal de Elite, un almuerzo con Siwon y en la tarde una cita con Lee Hyukjae.
-Ese bastardo- resopló Dahyun- No lo soporto.
YooRa ignoró aquel comentario, Dahyun siempre se refería de esa manera hacia Lee Hyukjae, era el hijo de una amante y aunque fuese reconocido para la alta sociedad siempre sería el bastardo ilegítimo.
-Te ves preciosa en ese conjunto- le dijo YooRa y el semblante de Dahyun cambió. Le encantaba ser admirada.
-Siempre.- fue su simple respuesta mientras daba otro sorbo a su café.

La mañana continuó de manera tranquila, YooRa era muy eficiente y Dahyun era una adicta al trabajo, tanto como a verse en el espejo.
-Te va a salir el demonio si sigues mirándote al espejo hermana- le dijo Siwon a Dahyun entrando por sorpresa.
-Me estaba alistando para nuestro almuerzo- le dijo ella dándole dos besos en las mejillas. Y Siwon saludando con un asentimiento cuando vio a YooRa entrando a la oficina.
-¡Oh! Buenos días señor Choi- le saludó YooRa mientras lo veía. Siwon es un hombre extremadamente atractivo, pero para YooRa era un hombre muy fácil de conquistar –como todos los demás hombres- además era el hermano de Dahyun y no deseaba tener que ver a su mejor amiga cada día de su vida, sería algo insoportable.
-Buenos días YooRa- le respondió el saludo- te ves muy bien esta mañana. – le dijo este de manera sincera. Dahyun carraspeó incomoda. –Tengo una noticia para ti- le dijo Siwon a su hermana.
-¿Que noticia?- preguntó curiosa Dahyun, cuando Siwon tenía noticias siempre eran interesantes.
-Nuestro padre está pactando a esta hora tu compromiso matrimonial.
-¿De verdad? ¿Nuestro padre sigue con esa tonta idea?- dijo Dahyun con una risa burlona- Parece que creyera que estamos en el siglo pasado pactando matrimonios.
-Pues no sé qué tan tonto te parezca que nuestro padre esté pactando tu boda con Lee Donghae.

YooRa se congeló mientras organizaba los documentos en la oficina continua a la de su jefa. Lee Donghae era el hombre que ella deseaba y ahora estaban pactando su boda con su amiga, era algo que ella no estaba dispuesta a permitirlo, desde que conoció a Donghae en el instituto sabía mejor que nadie que quien sería la esposa de él sería ella y nadie más.
-------------------------------------------------------------------

¿Y qué te dijo la ingrata de Dasom?- le preguntó Dahyun a Siwon mientras almorzaban.- ¿Vendrá para tu compromiso?
-Dijo que estaría aquí, que no se lo perdería por nada.
-No entiendo su afición de estar en quien sabe qué país de África curando niños que hasta Dios se olvidó de ellos.
-Dahyun...- le respondió Siwon- Nuestra hermana decidió ser pediatra y quiso hacer eso por su felicidad.
-No veo que felicidad puede haber en esas situaciones tan incomodas.
-Pienso igual, pero de todas formas ella es feliz y vendrá para mi compromiso.
-Ese es otro tema. ¿Cómo vas a comprometerte con esa chica Hwang?
-Se llama Danbi...- dijo Siwon mientras le limpiaba los labios con una servilleta- ¿recuerdas que tengo la etiqueta de heredero de segunda generación? Tengo todo lo que un hombre de mi edad puede desear y más, pero también tengo obligaciones con ello. Si mi matrimonio con ella puede traer beneficios a la familia lo haré. Nuestros padres también se casaron así y son muy felices.
-Pero fueron épocas diferentes.
-Pero tiene un mismo beneficio. Así que no hablemos del tema. Además aún falta 1 mes para el compromiso y apenas he compartido contadas veces con ella. Sólo sé que es abogada, que tiene 24 años y es linda.
-¿Natural o plastificada? – preguntó Dahyun y Siwon no pudo ocultar su sonrisa.
-No lo sé, seguramente le preguntaré cuando hable con ella. Danbi, ¿Tienes los pechos operados?- dijo y soltó una sonora carcajada.

En ese momento Dahyun dejó de comer y empezó a buscar en su bolso. De él sacó un pequeño inhalador que utilizó inmediatamente. Su perfección no era real, su condición de salud era una piedra en su camino.
----------------------------------------------------------------

Eran las 6 de la tarde y los pasillos de las oficinas de los jefes en la editorial Choi estaban desiertas. Solo una de las oficinas estaba abierta. YooRa estaba apoyada boca abajo con su falda recogida en la cintura, su sexo se contraía bajo las caricias de la mano de Siwon que entraba y salía de ella de manera salvaje y apasionada.

-Me gustaría poder follar tu boca de nuevo, YooRa, pero no tenemos tiempo y me temo que tu dulce trasero me ha agotado.
Las mejillas de YooRa se calentaron con sus vulgares palabras y el recuerdo de lo que habían hecho antes, como había tenido su miembro en su boca y en su sexo.

Al terminar, se vistieron en silencio, Siwon se organizaba su ropa y ella pasaba sus manos por su cabello. Desde hacía meses estos encuentros eran normales entre ambos y aunque eran satisfactorio para ambos, eran vacíos, sin sentimientos de por medio.
-Creo que no podremos volver a vernos de esta forma YooRa- le dijo Siwon mientras acomodaba su cabello.
-¿Tu compromiso?- le preguntó ella y él asintió de manera seria- No hay problema con ello.
-Soy un hombre monógamo y no pienso cambiar. Mi compromiso será en un mes y antes de eso me conoceré con mi futura prometida, he pensado que debo hacerlo tanto por ella como por mi. Eso no quiere decir que tenga queja alguna de ti.
-No hay queja alguna tampoco de mi parte. Pero tengo otros objetivos.

Siwon arqueó una ceja mientras abría la puerta para salir de la oficina. YooRa mientras tanto iba pensando en su objetivo... Seducir a Lee Donghae.

Y no tenía tiempo que perder.  

Pecado Capital - Lee DonghaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora