depressie (ym)

Omnisciente

JiMin pasó al estrado y YoonGi no pudo evitar derramar un par de lágrimas, cuando en medio de todo el protocolo, levantó ambas manos y saltó para saludarlo tiernamente. La ceremonia del menor fue algo larga, pero valió la pena esperar a que llegara su turno.

La ceremonia de YoonGi comenzó media hora después que finalizó la de JiMin.

-Min YoonGi...-en ese momento volteó hacia donde estaban su novio y sus amigos, y se congeló en su lugar.

Sus padres estaban ahí, de pie junto a su novio y sonreían. Asistieron a su graduación, aunque dijeron que no lo harían. Los ojos de YoonGi se aguaron y logró salir de su trance cuando escuchó de nuevo su nombre.

-Min YoonGi-dijo casi gritando el maestro de ceremonias.

YoonGi caminó tranquilo sin despegar la mirada de JiMin, quien le trataba de decir que se concentrara. Se tropezó con la alfombra y aunque no se cayó, se sintió algo avergonzado. Hubo algunas risas, pero no le molestó en realidad. Bajó del estrado y corrió hacia donde estaban sus padres, no estaba permitido, pero nunca le han importado mucho las reglas. Los tuvo frente a frente y aunque había perdido la costumbre, les hizo una reverencia completa. Se levantó con ayuda de JiMin, ambos lloraban y la madre de YoonGi igual. 

El mayor abrazó a sus padres y les pidió disculpas, pero lo detuvieron,  insistiendo en que quienes debían disculparse eran ellos. No aceptaron del todo la orientación sexual de su hijo, pero decidieron darle una oportunidad a JiMin porque era un buen joven. Dijeron que no les molestaría aceptarle como un Min más, YoonGi lloró desconsoladamente cuando lo hicieron, sintió que moriría de felicidad.

Los Min se quedarían en el país varios días porque deseaban mejorar la relación con su único hijo. Hubo una pequeña comida en el restaurante donde JiMin aún trabajaba, donde todos sus amigos y familiares acompañaron a la pareja. Tuvieron un rato ameno y para el anochecer ya todos estaban en sus respectivos hogares y hoteles.

-JiMin, te tengo un regalo-el mayor alzó las cejas de manera sugestiva.

-Estoy algo cansado, pero está bien-el menor sonrió grandemente.

-No esa clase de regalo, aunque ya me dieron ganas-le guiñó el ojo-. Cierra los ojos.

-YoonGi, no tenías que comprarme nada...

-Te lo mereces. Obedece-el mayor tomó una caja de detrás del sofá cuando vio a su novio cerrar los ojos.

-¿Ya?-el menor era muy impaciente.

-Ábrelos-el pálido tendió la caja justo frente a la cara del menor.

-Gracias... Yo no tengo nada para ti, creí que no había necesidad de regalos en las graduaciones, lo siento...

-No sientas nada, no teníamos que darnos regalos, pero vi algo que me pareció perfecto para ti y tuve que comprarlo-habló con su típica indiferencia.

JiMin abrió la caja y se encontró con un portarretratos con una foto de ellos dos cuando estaban en la preparatoria.

-No sabía que aún tenías esta foto-los ojos llorosos ocasionaron que su mirada se tornara borrosa.

-Ni yo lo sabía, fue un milagro que la encontrara y pensé que serviría para el otro regalo-YoonGi hablaba de manera tranquila, aunque por dentro se sentía verdaderamente nervioso.

-¿Qué?

-No has visto todo lo de la caja, idiota-sólo YoonGi podía hacer que los insultos parecieran apodos románticos.

El menor sacó la foto y debajo se encontró con una caja de chocolates y una pequeña caja roja con un moño plateado. La abrió y se encontró con unas llaves, no comprendía el significado de aquel regalo.

-¿Me estás dando las llaves de tu corazón o algo así?-rió tímido.

-Te estoy dando las llaves de tu casa, nuestra casa-YoonGi dejó ver sus encías rosas en una pequeña sonrisa.

-¿Nuestra casa? Yo no...

-JiMin, nunca te lo dije, pero desde que nos mudamos me puse una meta y empecé un ahorro secreto. Hace unas semanas, concreté la compra de una pequeña casa cerca de aquí para que podamos vivir como una pareja adulta y poder planear nuestra boda, y así tener la posibilidad de adoptar a nuestro hijo, eso último después de ir a nuestro servicio militar; pero antes de pensar en eso, tenemos que establecernos aquí, tener un patrimonio, ya sabes, por eso pensé que este sería el regalo perfecto para los dos-JiMin no pudo contener las lágrimas y se abalanzó sobre YoonGi haciéndolo caer al suelo-. ¿Estás feliz?

-¿Feliz? No, esa palabra no es suficiente para describir cómo me siento ahora. Gracias por todo, no sabes cuánto te agradezco por hacer mis sueños realidad. Es la segunda mejor noticia del día, me ofrecieron dar clases de baile a niños pequeños y sé que no es la gran cosa, pero me emociona tener un nuevo trabajo. Vamos a tener una vida tan bella, te voy a hacer tan feliz como tú me haces a mí, Min YoonGi-besó repetidas veces a su amado mientras acariciaba su cabello de manera desesperada debido a la emoción.