¡Sera!

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Estoy flotando en un mar de sensaciones prohibidas, mis muslos se tensan al sentir el contacto de unas manos fuertes y poderosas, por un momento creí que era un sueño.

-¡Despierta!- su respiración agitada y su cuerpo muy cerca de mi, su aliento cerca de mis senos, ponen mis sentidos en alerta.- ¡Es hora de despertar!-me tenso al escucharlo, intentó alejarme pero es más fuerte que yo y de un solo movimiento entra en mi.- ¡Eres una delicia, tan apretada y húmeda!

-¡No, espera! ¡Me lastimas!- sus movimientos son fuertes y pausados, de alguna forma mi cuerpo está listo para el, no puedo evitar gemir, el sonrie y muerde el lóbulo de mi oreja.

-¡A mi me encanta, te lo dije!- susurra, arremete más duro y el dolor se hace más intenso, es una mezcla extraña, estoy en un punto entre el dolor y el placer-¡No vuelvas a provocarme con Alonso, por qué no respondo de mis actos!- toma mis senos en sus manos y retuerce mis pezones, no puedo evitar gritar por el dolor es horrible.

-¡Suéltame!- en un momento estoy boca bajo, inmóvil.- Eres un imbecil, déjame!- suelta una carcajada que me hiela la sangre, es una posición incómoda está a horcajadas sobre mi y siento su pene en la entrada de mi vagina, luchó por alejarme de él, pero es mucho más fuerte que yo.

-Así me gusta que luches, es delicioso!- al penetrarme siento el cielo, estoy exitada y mi cuerpo recibe su intromisión con gusto, dejó de luchar y me dejo llevar por el placer que me provoca.- ¡Deliciosa, toda completa, tu cuerpo y tu mente, me fascina que te resistas y que tu cuerpo haga lo que yo quiero y mando!- mi mundo explota en mil pedazos cuando siento su torso rozar mi espalda toma de mi cabello y lo jala hacia el rezando mi cuello, me penetra con fuerza y su gruñido al sentir como mis paredes vaginales se contraen, dos estocadas más y llego a una deliciosa explosión, que me deja sin fuerzas y con mi cuerpo a su merced.-¡Eres perfecta para mi!- muerde mi cuello de forma tan apasionada, que estoy segura que me dejara una marca, eyacula en mis nalgas, vuelve a jalar mi cabello.- Eres mía, te va a ser muy difícil desacerté de mi!

Su declaración me asusta, me suelta y se adentra en la ducha, tengo que alejarme de él, me levanto y como puedo empiezo a buscar mi ropa, estoy débil y demasiado relajada. Encuentro mi vestido y mi bra tirado a un lado de la cama, me visto lo más rápido que puedo, sin una idea de donde están mis zapatos y mi bolso, mi cabello hecho un total desastre igual que mi maquillaje, dios santo, me veo horrible.

-¿Vas a algún lado?- su voz seria y profunda, en el umbral de la puerta solo con una toalla al rededor de su cintura, es intimidante.

-¡Tengo que irme, es muy tarde y...!- sueno como una niña pequeña, que no sabe que escusa poner. El se burla, me recorre con la mirada, ahora una mueca irónica se instala en su rostro.

-¡Suerte con eso!

-¿Con que? ¡No puedes impedírmelo!- mis voz suena más brusco de lo que quiero y al ver su expresión, me doy cuenta del error que cometí no entiendes Nia, no puedes ganar, es más fuerte que tu, además estás incomunicada, en un lugar que no conoces. Comienza a vestirse, yo aún en el mismo lugar, como hipnotizada con sus movimientos y su perfecto cuerpo desnudó, veo su risa burlona en el rostro y giro en mis talones para salir de la habitación.

Para encontrarme con una casa maravillosamente decorada, hermosa y con mucho espacio para una sola persona, mis zapatos al pie de la puerta, donde me tomo la primera vez, solo de recordarlo me ruborizo, un estremecimiento me recorre de pies a cabeza y una punzada, no sé si de anticipación o de dolor, me recuerda lo que hice, tengo que irme es lo único que en mi cabeza se repite, me calzo y busco donde podría tener mi bolso, cuando el aparece, yo estoy un poco frustrada y medianamente decente, con zapatos y mi cabello en una trenza.

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