Lo que te conviene

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-¡Hola, disculpen la tardanza, perdí la noción del tiempo!- tiene la cara de pocos amigos más horrible que he visto en mucho tiempo, después de tres citas canceladas, por fin llegamos a este momento, el creyó que cancelando la cita nuevamente, tendría la ultima palabra, pero yo decidí lucir despampanante y ligeramente estropeada al llegar tarde a la cita, para que se diera cuenta que este juego lo podemos jugar los dos.

-No te preocupes..-sonrió

-¿Estás bien?- mi amiga intencionalmente no sabe lo que sucede, desaparecí de casa temprano, solo dije que nos veríamos aquí, mi sencillo vestido de pequeñas flores multicores y botones al frente, causa justo el efecto que quería, sexy y sofisticado, pero no muy llamativo.- Luces muy bien, como relajada ..

-¡Lo estoy, gracias! Y además tengo bastante hambre, ordenamos..-su cara es un poema, mi amiga sabe lo que hago, así que ella se se divierte Alonso está entre sorprendido y no saber que hacer o decir y Marcus en este instante creo que quisiera asesinarme, o por lo menos es lo que creo.

-¿ Nia..?- al levantar la vista me topo con los ojos azules más hermosos que he visto alguna vez en mi vida y en cuales estuve perdida mucho tiempo, mi perfecto ex, el que me dejo por la chica más lista del instituto, ahí aprendí que la belleza no siempre es la triunfadora, después de un tiempo de odio y rencor, aprendi a respetar su decision, al final de cuentas supe que el la quería de verdad, lo mío solo era mi ego herido..

-Hola, Matt.. ¿como estas?- estoy muy nerviosa hace bastante que no lo veo, el es encantador, con todos siempre lo fue, su magnífica sonrisa, contagia a todo mundo.

-¿Muy bien, tú? Pero que pregunta tan tonta, si estoy aquí...-se acerca a mi y toma de mis manos para ponerle de pie, me abraza con todo ese cariño que siempre dijo que sintió por mi, muy cerca de mi, mucho más de los me gustaría .-Estás más hermosa que nunca.

-¡Gracias, hace cuanto que estás en la cuidad, yo te hacía aún en San Francisco!- comienzo a hablar intentando poner distancia.

-Volví hace algunos meses, he tratado de encontrarte, dame tu numero, necesitamos hablar largo y tendido.-después de darle mi numero, después de ser prácticamente asesinada por dos personas sentadas en mi mesa, después de que intentará saludar a Amanda y está se negara siquiera a mirarlo, Matt se fue, dejándome en la comida más horrible en la que estado, medio comimos en silencio total..

-Bueno fue una velada grandiosa..- Alonso siempre con sus ocurrencias, al caminar hacia la salida siento la mano de Marcus en mi espalda baja, un escalofrío recorre mi espalda- ¿Que les parece si vamos al club?

-Hay si vamos, Nia, no te puedes negar...- se que no está bien, que no debería ir al con ellos, pero no puedo negarme, mi cuerpo es traicionero y sigue su instinto, sin darme cuenta ya estamos en su auto, para mi desgracia mi amiga y su novio tienen un auto propio así que estamos solos..

-El cinturón..- testaruda como soy, no me gusta su tono, así que hago caso omiso a su indicación..- Maldicion mujer, tienes que ser tan obstinada..

-Cuida como me hablas..- sonrió, el nota mi juego y muy lentamente se acerca a mi, intenta intimidarme..

-¿O que?- toma de mi barbilla, no me asusta, al contrario, mi cuerpo se estremece de recordar su tacto, está muy cerca de mi, sus labios prácticamente rozan los míos..-Tú eres la que debes de cuidar tu tuno, no sabes en lo que te metes, conozco tu juego, los celos conmigo no van, se que no estuviste con nadie más, si eso fue lo que intentaste hacer al ir al hotel, se que no había nadie más contigo, lo que no se, es que atuviste haciendo..¿planeas decírmelo?- abrocha mi cinturón y roza mi senos con sus manos, no puedo evitar que se me escape un gemido, el sonríe y yo me maldigo por dentro-Estoy esperando una respuesta..

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