- ¡Hola! - me sonríe.
- Hola... - contesto algo extrañada esbozando una pequeña sonrisa.
- Disculpa aquí vive... - baja la vista al pedazo de papel que tiene en la mano, noto que está algo nervioso - ¿Jessica? - voltea a verme y sonríe de nuevo.
- Ammm... No - reprimo una risilla - Creo que vive a una o dos cuadras de aquí.
- ¡Ohhh! - musita - Disculpa la molestia... Soy Dylan - me tiende la mano y yo contesto al saludo.
- Ámbar - sonrío aún estrechando su mano.
- Bueno, adiós, un gusto - sigue sosteniendo mi mano, se queda unos segundos tomándola, se sonroja un poco y ríe - Lo... lo siento - me suelta y se da la vuelta para marcharse.
- No hay problema, adiós - cierro la puerta y Mía corre hacia mí.
- Ese tal Dylan no está mal, ¡eh! - me dedica una sonrisa pícara, Thomas llega y la fulmina con la mirada - ¿Qué? Obviamente no es mi tipo, más bien... Me agrada para ti - me apunta con el dedo índice.
- Muy graciosa - digo sarcásticamente y me dirijo a la cocina.
- ¡Vamos! Admite que es lindo - dice Thom haciéndole burla a Mía con movimientos y tono de voz afeminado.
Mía y yo lo miramos con extrañeza y soltamos una estruendosa carcajada.
- Cállense tontas - nos fulmina con la mirada.
- Bien ya, tengo hambre, hay que sentarnos - digo.
(...)
Terminamos de comer y Thom suelta un eructo, mostrando lo satisfecho que se encuentra.
- Al menos tápate la boca wey - le reprimo.
- Estamos en confianza - ríe - Por cierto, ¿qué quería el tal Dylan?
- ¿No escuchaste? - pregunto.
- No, yo no soy chismoso - mira a Mía.
- Tengo derecho - se excuso ella.
- Pues se equivocó de dirección, buscaba a una tal Jessica. Lo gracioso es que choque con él en la mañana en la parada del camión - solté una carcajada.
- Yo no me lo trago, esa visita fue con toda la intención de conocerte, tonta, no seas ingenua - arquea las cejas mirándome.
- No lo sé, tal vez sí se equivocó.
- Ésta vez coincido con Thom - dice Mía dirigiéndose a mí.
- No lo creo - me sonrojo un poco.
- Eres una tonta - Thom ríe ante el comentario de mi castaña favorita.
(...)
Ha pasado más de una hora desde que Mía y Thom se fueron, preparo mis cosas para meterme a bañar para poder sentarme a ver una película más tarde.
Abro el grifo y dejo que el agua se caliente mientras me desvisto, al terminar meto una mano para revisar si la ducha está caliente ya. Entro completamente y dejo que el agua me relaje.
Mis pensamientos se transportan al chico de esta tarde, no negare que es muy guapo y sexy, y bueno, si los chicos tienen razón y Dylan quería conocerme, ¡qué jodidamente afortunada me siento! Una sombra me saca de mis pensamientos, volteo la vista y lo miro de nuevo, otra vez esa peculiar silueta, el hombre de aquella noche está parado afuera de mi ventana del baño, vuelvo a sentir ese escalofriante miedo, me enjuago rápido y salgo de la ducha poniéndome la toalla lo más rápido que puedo, sé que desde afuera no se puede ver nada, pero eso no quita el miedo que siento al tener a alguien afuera de mi ducha.
Salgo del baño y me dirijo corriendo a mi habitación, ahí me pongo mi ropa y cepillo mi cabello, después de estar más calmada, escucho que alguien abre la puerta trasera, mis padres no pueden ser, nunca entran por ahí y además tienen llaves, siento que me voy a desmayar, es ése hombre, estoy segura...
Le pongo seguro a la puerta de mi habitación y me siento en silencio en un rincón, el miedo me carcome por dentro, ¿por qué está pasándome esto? El ruido de los zapatos de alguien subiendo se hace presente, es un hecho, estoy muerta, miro sus pies por debajo de la puerta, comienza a tocar, no nuevo ni un músculo, toca un poco más fuerte, más fuerte cada vez, me desespero y grito con todas mis fuerzas:
- "¡LÁRGATE YA!"
No obtengo respuesta, los golpes a la puerta cesan, unos segundos después escucho una risa estruendosa y grave, veo como por debajo de la puerta entra un papel, gateo hacia la puerta y lo tomo rápidamente en mis manos, en el se lee con letras de periódicos pegadas de diferentes formas y tamaños:
"No sabes cómo me encantas, Ámbar, me gusta la manera en la que te estremeces cuando estoy cerca"
Lloriqueo en silencio tapando mi boca, tengo miedo, aunque no me puedo quedar así, me armo de valor, calmo mi llanto y digo:
- "No te tengo miedo, imbécil, voy a llamar a la policía"
Vuelve a soltar su estúpida carcajada y yo me levanto para tomar mi celular y llamar a la policía, marco el número e inmediatamente me contestan.
- 911 ¿cuál es su emergencia?
- Ha... hay un hombre en mi casa, vengan rápido, por favor - susurro.
- Bien, conserve la calma y díganos su dirección, inmediatamente irán para allá las autoridades.
Después de dar mis datos cuelgo y noto que el sigue ahí, parado afuera de mi habitación, luego de unos minutos suena la sirena, veo como se mueve rápidamente y escucho como corre para salir de la casa, "alto ahí" escucho gritar a los policías afuera de mi hogar, no me atrevo a salir de mi recámara, no todavía, tengo mucho miedo...
(...)
Después de un rato de estar en la sala con los oficiales mientras me interrogan, mis padres al fin llegan.
- ¡Oh! Cariño, ¿te encuentras bien? ¿te hicieron algo? - me abraza mamá preocupada mientras papá habla con los oficiales.
- Estoy bien mamá, sólo fue un susto...
- Hija, ¿estas bien? - me abraza papá.
- Sí, no pasa nada... - intento sonreír.
Los policías hablan con mis padres y les muestran el "pequeño mensaje" que me dió el agresor, ahora sí, tengo que contarles a mis padres lo que me sucedió esa noche, sé que se molestaran, pero de verdad, no pensé que esto sería tan grave...
Thomas (Thom) en multimedia ❤
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The murderer
Short Story"The Murderer (el asesino)" - Ámbar es una chica con una vida normal, eso creía, hasta que lo conoció, y no, no es esa historia de amor en la que lo único que les impide estar juntos es la envidia de los demás... Lo que los separa va mucho más allá...