5*No es una cita*

11 1 0
                                    

Dylan se ve realmente guapo, lleva una chaqueta negra, tennis negros, pantalón de mezclilla y playera azul, debo admitir que me encanta, es muy atractivo.

- ¿A dónde te gustaría ir? - desde hace unos minutos caminamos sin idea de a dónde nos dirigimos.

- No lo sé, tú dime - sonrío.

- ¿Qué te parece al cine? ¿Te gusta ir al cine? - voltea a mirarme.

- ¿A quién no? - suelto una risilla.

- Lo bueno es que está cerca, podemos llegar caminando, si quieres... O puedo ir por mi auto.

- No, aunque odio caminar, me parece mejor así, para platicar más y poder huir de ti si descubro que eres un violador - río.

- Muy inteligente, pero de verdad, no pienses que soy un violador, porque no, tengo cara, pero no lo soy Ámbar - me sonríe mientras avanzamos.

- Es reconfortante oír eso - bajo la mirada.

- Cuéntame algo sobre ti.

- ¿Como qué te gustaría saber?

- No lo sé, cosas tuyas que sean muy extrañas, yo, por ejemplo tengo el fetiche de coleccionar encendedores, usados - voltea a mirarme para ver mi reacción.

- ¿En serio? - volteo a encontrarme con sus hermosos ojos - Yo... Hablo dormida, o bueno, eso me han dicho algunas personas, realmente no sé si es verdad.

- ¡Qué tierna! - se carcajea un poco.

- ¡Cállate! Tú coleccionas encendedores manoseados - río ante mi propio comentario.

- No son manoseados, eso suena muy mal, sólo, ya los usaron alguna vez - ríe también.

- Eso es manosear, genio - le golpeo el hombro.

- Si tú lo dices, "genia" - hace un ademán de comillas con sus dedos.

- ¿Ya casi llegamos? - hago un puchero.

- Te dije que debíamos ir por mi auto - sonríe - Oye, eres demasiado tierna y linda.

Me quedo helada, lo único que logro hacer es mirarle con una sonrisa, no puedo articular palabra alguna, me empieza a poner nerviosa.

- Pues ya no hay vuelta atrás, hay que apresurarnos - respondo intentando evadir el tema que me causa un poco de incomodidad.

El cielo comienza a nublarse, parece que va a llover, genial, y yo aquí con un short como si estuviesemos en plena privameva...

(...)

Llevamos unos minutos caminando, platicando entre risas, una gota me cae a la cara, parece que empieza a llover.

- Mierda - digo mirando al cielo.

- Sí, mierda - responde Dylan mirando al cielo también.

Sin pensar comienzo a frotarme los brazos, hace frío, ¿cómo no se me ocurrió cargar chaqueta? Dylan comienza a quitarse la suya, parece que va a ofrecermela.

- Toma, no quiero que te enfermes - me tiende la chaqueta y yo niego con la cabeza.

- No, estoy bien, gracias - le sonrío.

- ¡Vamos! Tomala, no quiero que pases una mala experiencia y luego no quieras volver a salir conmigo - me mira suplicante, sus hermosos ojos son hipnotisantes, y él lo sabe, así que se vale de eso para convencerme.

- Está bien.

Lo miro de mala gana mientras tomo su chaqueta, él me sonrie triunfante. Al ponerme la chaqueta noto que huele a su perfume, que jodidamente lindo es que huela a él.

Pocos minutos después de encontrarnos caminando, la lluvia se hace presente, el cielo se torna totalmente gris y los truenos no tardan en aparecer, estamos a poca distancia de llegar al cine, corremos entre risas, sin duda es la mejor "no cita" que he tenido.

(...)

Cuando por fin llegamos, terminamos empapados, todos en el cine nos miran extraño, aunque no nos importa en lo más mínimo, miramos la cartelera y escogemos una película de terror, pues descubrimos que ambos amamos ese género de peliculas. Compramos los boletos y nos encaminamos a comprar palomitas, estoy ansiosa por entrar a ver la función que no me percato (hasta después de algunos minutos) de lo mucho que Dylan me mira. Aunque resulta un poco incómodo, también es tierno que alguien note tanto mi presencia, volteo a mirarlo y le sonrío.

- ¿Por qué me miras tanto? - digo de repente y sin pensar, al ver su expresión de nerviosismo me reprimo en mis adentros por ser tan bruta.

- Bueno, es que, la verdad eres muy linda, me pareces realmente bonita.

Me sonríe y yo bajo la mirada sintiendo el rubor que su comentario causó en mí, estoy a nada de decir algo cuando noto que es nuestro turno para poder comprar nuestros alimentos. Avanzamos y pedimos lo que consumiremos, para encaminamos a nuestra función. Al llegar a nuestros asientos conversamos un rato, hasta que nuestra película comienza, en ningún momento tocamos el tema de hace rato, y bueno, eso está bien, la verdad no me apetece sonrojarme una vez más.

(...)

El tiempo se pasa muy rápido, tan rápido que en menos de lo que desearía ya estamos en la puerta de mi casa.

- Gracias por todo, me la pasé muy agusto - le sonrío - Por cierto ten tu chaqueta.

- No, está bien, quedatela - me interrumpe mientras intento quitarmela - Si te la quedas tendré un pretexto para volver a verte.

Le sonrío y me apresuro a depositar un tierno beso en su mejilla, ambos nos quedamos en silencio, mirandonos con ternura, también le subió la sangre a la cabeza, al igual que a mí.

- Bueno, nos vemos luego, adiós.

- Adiós - me sonríe por última vez

Abro la puerta de mi casa y entro completamente, al cerrarla me escurro pegada a la puerta hasta sentarme en el suelo, un largo suspiro sale de mi garganta.

- ¿Qué te pasó? - dice Melanie dirigiéndose a mí.

- No te burles, sólo me moje un poco - noto como suelta una carcajada.

- ¿Sólo un poco? - sigue riendo por un rato hasta que se percata de la nueva prenda que traigo puesta - ¿Con quién saliste? - me sonríe pícara.

- Con un amigo - me sonrojo levantándome del suelo.

- ¿Amigo? - arquea las cejas y dice - ¿Con los amigos se tienen citas?

- Mierda, ¡no fue una cita! 

- Si tú lo dices... 

- Bueno, iré a bañarme, adiós tonta.

Subo rápidamente a mi habitación y me doy una ducha rápida, al terminar solicito una videollamada a mis dos mejores amigos, quienes contestan al instante, sabiendo que hay algo importante que contar...

Melanie en multimedia 😍

Gracias por leer ❤😍

Si les gustó voten, comenten y compartan 😍😍❤










The murdererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora