La Propuesta (Zorobin)

Un dia "Normal"

Una día normal como cualquier otro, Roronoa Zoro se levantaba temprano por la mañana para comenzar su rutina de ejercicio diaria. Esta consistía de una cantidad de abdominales y sentadillas exageradas, además de un levantamiento de pesas que podría llegar a considerarse casi sobrehumano. Lo cual a nuestro querido peliverde lo tenia sin cuidado, ya que hacia esta rutina diaria como si no fuera nada, debido a su excelente condición física y disciplina perfecta.

En otra parte de la ciudad, unas 2 horas mas tarde, en un departamento de soltera, Nico Robin despierta lentamente con una sonrisa abriendo poco a poco sus lindos ojos azules. Para luego dar un pequeño pero veloz salto de la cama al voltear a su reloj de cabecera y percatarse de que se le había hecho muy tarde para su trabajo.

Zoro termino su rutina de ejercicio ya hace unas horas. Tomo un baño y se vistió con un traje negro que le quedaba perfecto a su trabajado cuerpo. Estaba en la cocina preparándose un licuado de proteína, el cual era su desayuno todas las mañana antes de dirigirse a su trabajo.

Robín estaba muy apurada. Ella no era esa clase de mujer impuntual que llegaba tarde a la oficina por la mañana. Se tomo una ducha lo mas rápido que pudo. Se vistió con una blusa de botones blanca de manga larga fajada bajo una falda negra ceñida al cuerpo que marcaba a la perfección sus caderas, sobre la blusa se coloco un sacó negro que hacia juego con la falda. Agarro su largo y hermoso cabello color negro en una coleta y salio literalmente corriendo fuera de su departamento.

Ella se dirigió hacia una cafetería que quedaba a la vuelta de su departamento. Su rostro se desánimo cuando vio una gran fila que sobresalía hasta la puerta de entrada de la cafetería. En su mente paso literalmente que de ningún modo conseguiría su café de las mañanas. Asomo su cabeza desde el fondo de la fila hasta el recibidor para poder observar cuanta gente es que había frente a ella, la cual era demasiada. Robin decidió resignarse y cuando estaba por irse, un empleado de la cafetería la llamo.

- Hola Robín-Chwannn! - decía el rubio entusiasmado detrás del recibidor con ojos de corazón mirando directo a Robin.

Robín volteo y le dedico una dulce sonrisa. Entro en la cafetería y literalmente se adelanto toda la fila hasta llegar a su amigo.

- Hola Sanji-san. - dijo Robín sonriendo.

- Cafe negro. Y un cafe con leche, como te gusta Robin-Chwan. - dijo Sanji, entregándole el café a Robín, como si ya tuviera todo preparado antes de que ella llegara.

- Literalmente me salvas la vida. Gracias Sanji-San. - Le dice Robín a Sanji con una sonrisa mientras sale corriendo de la cafetería.

- Suerte con ese marimo idiota- Grita Sanji con una sonrisa burlona. Robin solo se limita a voltear y dedicarle una risa. Toma un taxi y se dirige directo al trabajo.

Zoro va caminando en la calle directo al trabajo. El cual le quedaba lo suficientemente cerca para poder dirigirse ahí sin necesidad de un auto. Esta en una llamada de negocios durante todo el trayecto hacia la compañía.

Robín baja corriendo del taxi, y entra por la puerta principal de su trabajo. Se abre paso a través de las personas y apenas y alcanza a subir al elevador que estaba a punto de cerrarse. Acomoda su cabello, se relaja y respira profundamente para no perder la cabeza después de su alocada mañana. Ella baja en el piso #8 y camina a través de la oficina apurada, cuando de repente choca contra otro empleado y le derrama su café encima.

-Ten mas cuidado!!- exclamó Robín. De inmediato se sintió un poco avergonzada por su reacción ya que ella no es alguien que se sobresalte, mas si se trataba de un accidente.
Algo disgustada porque claramente ese no era su día, fue directo hacia su compañera de trabajo y amiga Nami.