Una noche de luna llena, salió de un almacén una chica con la ropa un poco rota. Salió corriendo hasta llegar a una gasolinera que tenia las luces encendidas. Cuando llegó, la puerta estaba cerrada y comenzó a pedir ayuda, de repente apareció un hombre de detrás de las estanterías y le dijo que estaba cerrada, pero como había visto que la chica estaba asustada y con la ropa un poco rota, le abrió la puerta. Después de entrar, la chica se puso detrás del mostrador para esconderse, el hombre le dijo que iba a llamar a la policía para ayudarla y cuando la policía contestó, un disparo rompió el cristal de la puerta y otro atravesó el pecho del hombre destrozando el teléfono. La chica asustada, se agachó y vio una escopeta en uno de los huecos que había tras el mostrador, se levantó rápido con el arma en las manos pero un hombre le apuntaba con una pistola, como la chica no estaba apuntando pensó que no seria buena idea moverse. El hombre la golpeó con la pistola y la dejó inconsciente.