3 de Octubre 2:38.a.m.
Emily se despertó en el mismo lugar donde se quedó dormida. Tenia mucho frío, pero eso no le impidió levantarse. Salió de la casa por una puerta que había en la cocina, daba a la parte de atrás de la casa. La herida de la pierna ya no sangraba y el dolor era soportable pero tenia que desinfectarla pronto si quería volver a correr como antes. Salió del bosque lentamente y vio una gasolinera, se paró un momento para ver si estaba abierta, cuando empezó a caminar, Emily vio las luces de los faros de un coche que se aproximaba a ella por la carretera y se puso a pedir ayuda, el coche frenó de golpe delante de ella y el conductor bajó del coche.
-¿Se encuentra bien?-El hombre se iba acercando a ella lentamente.
-S...si-Emily estaba helada y le costaba hablar.-Lla...llama a...
-No te preocupes.-El hombre le puso su chaqueta para que entrase en calor.-Llamaré a la policía-decía el hombre mientras sentaba a Emily en el asiento del copiloto.
Cuando el hombre sacó el móvil de su bolsillo sintió el frío de un cuchillo que entraba en su espalda, soltó el móvil y el hombre cayó al suelo.
Emily se asustó cuando vio caer al hombre y el secuestrador se iba acercando a ella. Intentó salir corriendo pero el dolor de la pierna se había despertado y esta vez el dolor era insoportable. El secuestrador la tiró al suelo y Emily se quedó inconsciente al golpearse en la cabeza. El secuestrador metió al hombre ya muerto en el maletero y en el asiento del copiloto sentó a Emily cuidadosamente. Mientras estaba inconsciente, el secuestrador metió a Emily de nuevo en otro almacén, y llevó el coche a un lugar desierto para poder quemarlo.
3 de Octubre 5:27.a.m.
Ahora solo quería escuchar la voz de David, sabía que no iba a conseguir salir viva de ahí. La situación en la que se encontraba le provocaba nauseas, estaba otra vez encerrada, esta vez era una sala grande pero no había nadie mas que ella y nada mas que una silla. Sentada en el suelo, no paraba de pensar en David, inevitablemente unas lágrimas cayeron por sus mejillas. La puerta de la sala se abrió y Emily intentó levantarse pero todos los intentos eran en vano, no tenia fuerzas para poder ponerse en pie.
-Mis compañeros me sacarán de aquí.-Decía Emily sin apartar la mirada de los ojos de su secuestrador.
-Tus compañeros?-El hombre salió de la sala y cerró la puerta. Emily estaba atenta por si el hombre volvía, no apartó la mirada de la puerta ni un segundo. Tras unos minutos esperando sentada en el suelo, el hombre abrió la puerta, traía consigo un portátil. Lo abrió y le enseñó unas imágenes a Emily que le hizo soltar unas lágrimas.-Voy a hacer que sufras Emily, que sufras como yo e sufrido. Voy a hacer que todos tus seres queridos se vayan para siempre, pero como me gustas te voy a dar el privilegio de ver como mueren uno a uno.
-Eres un cabrón, hijo de puta!!-Gritó Emily mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos verdes esmeralda, y caían por sus mejillas.
El hombre se apartó y salió de la sala cerrando la puerta tras de si.