Los Escritos de un Jóven Escritor

Hasta el final

Dedicado a mi amigo IgNa38_YT. Lo prometido es deuda chabalote.

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"¡Corre!" Se apresuró a gritar Igna mientras él y Susso veían a un fiero dragón perseguirles, dando por sentado cuales eran sus malévolas intenciones. El dragón de morados ojos medía unos treinta metros, sus escamas duras como el diamante eran de un negro intenso, y la fuerza de sus rugidos era suficiente para dejar sin aliento a los infelices que se cruzaban ante su camino. Pese a todo, dos valientes y temerarios jóvenes se aventuraron a desafiar a tan colosal bestia con el fin de traer algo de paz al mundo. Escondidos detrás de una roca, en medio del viento y la lluvia que caía en ese gran bosque, los dos amigos intentaron reponerse de la situación.

- Vale, mala señal. Nos ha visto. ¿Tienes flechas?

- Sí Susso, está claro que nos ha visto. Flechas... sí, tengo, pero no tengo arco.

- Dámelas, que yo si tengo arco, ¿o prefieres tener tu el arco?

- Sí, lo prefiero. Me manejo mejor con él.

Pese estar escondidos no tenían mucho tiempo pues el gran dragón los acechaba. Puede que en ese momento estuvieran fuera de su alcance, pero no tardarían en ser pasto del dragón si no actuaban rápido y con precisión. Solo llevaban quince minutos de combate, pero para ellos ya parecía una eternidad.

El plan que se les ocurrió no era el más brillante, pero tal vez era lo único que podían hacer si querían aspirar a contarlo. Así pues, el plan consistía en cebo vivo, puesto que la idea era que Susso, al ser el más veloz de los dos, debía correr lo más rápido posible para evitar que el dragón lo atrapara, y mientras tanto, Igna dispararía unas flechas impregnadas en un potente veneno para matar rápidamente al dragón.

Así pues, llamando la atención del gran animal, Susso echó a correr como alma que lleva el diablo por tal de salvar su vida, y cuando la bestia estuvo a tiro y a suficiente distancia de él, Igna empezó a disparar sus mortales proyectiles. Todo marchaba según lo previsto excepto por un detalle que ninguno de los dos tuvieron en cuenta. Cuando el dragón empezó a notar las punciones de las flechas y el efecto del veneno se volteó subitamente para eliminar al que le producía semejante mal, pero al hacerlo golpeó con la cola a Susso, el cual salió despedido hacia un vacío sin fondo.

Igna notó como la llama de la ira prendía en su interior al ver impotente que su gran amigo moría sin él poder hacer nada al respecto. Aun así, el dragón se dirigía hacia él, pero no le preocupaba; el veneno era demasiado potente como para que el combate se alargara más de la cuenta. Así pues, tomó su larga y afilada espada y corrió en dirección al animal que, afectado por el veneno, empezaba a fallar en sus movimientos y a perder ciertas facultades. Pese a todo y con admirable agilidad, Igna se deslizó por debajo del dragón mientras le ensartaba la espada, provocándole un largo y mortal corte que no hizo más que evidenciar la pronta muerte del animal.

Así se hallaban los dos, exhaustos y frente por frente bajo la lluvia. Ese era el último asalto. Uno luchaba para vengar a su amigo y a tantos otros caídos y el otro luchaba por su mera supervivencia, la cual era ya inexistente. Así pues, corrieron nuevamente, pero por sorpresa de todos los que conocen tan gran epopeya, embainó la espada y corrió lo más rápido que pudo para apoyarse en una pequeña superficie y saltar por encima del dragón, entonces se sacó el arco y desde el aire disparó una veloz y mortal flecha que se alojó en el craneo de la colosal bestia provocándole una rápida e indolora muerte.

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- ¡¡Sucho!! - Llamó Igna a su joven amigo Susso a través de Skype

- ¿Qué?

- Lo he matado tio, que pena que te hayas muerto.

Igna apareció nuevamente en su casa, donde Susso lo estaba esperando. El video que acababan de grabar para subirlo a YouTube había quedado bastante espectacular.

- Oye Susso, creo que este mod de la lluvia y el bosque en el end es de los mejores mods de Minecraft eh.

- Sí, la verdad es que le da un toque bastante espectacular.