5SOS Imaginas *Dirty* *Pervers*

Michael - Cocinar es divertido

Michael estaba tendido en el sofá viendo la televisión mientras yo estaba en la cocina pensando que preparar para la cena ya que no quedaba otra alternativa, o cocinaba o volvíamos a comer cualquier tipo de comida rápida que Mikey encargaba. Todavía era temprano pero me puse a mirar en los armarios y en el frigorífico a ver que podría preparar esta noche. En uno de los armarios vi que tenía los ingredientes para hacer un bizcocho que compre hace tiempo pero que nunca tenía ganas de hacer y no sé por qué pero me entro ganas de prepararlo así que lo cogí todo y lo puse en la encimera. Cada vez que me giraba para colocar las cosas podía ver a Mikey, que al parecer se había aburrido de la televisión ya que empezó a jugar con su teléfono móvil. Por supuesto no se percató de que estaba haciendo pero yo tampoco le dije nada ya que no quería que me molestase mientras preparaba mi bizcocho, aunque cuando estuviese acabado no me dejaría ni probarlo, se lo comería todo antes de que me diese cuenta, es muy goloso, cosa que a mí me encantaba porque disfrutaba preparándole este tipo de cosas. En un bol comencé a echar los ingredientes para mezclarlos y una de las veces que me gire vi que Mikey ya no estaba en el sofá, así que pensé que habría ido al baño o a por el cargador del móvil. Justo cuando tenía el paquete de harina en las manos para mezclarla con lo demás, Mikey me agarra por detrás de la cintura mientras pone su cara al lado de la mía. Yo al no esperarlo me asuste demasiado y acabe tirando casi toda la harina fuera del bol.

-¡Joder Mike que susto! Mira lo que has hecho, ahora no sé si me queda harina suficiente...

-¿Y que se supone que estás haciendo?- me pregunto sin soltarme, pegado a mi oreja y con su voz grave

-Pues estaba haciendo un bizcocho para ti- respondí mientras intentaba recoger todo lo que había tirado, pero resultaba difícil con él pegado como una lapa detrás de mí y yo me estaba ensuciando mucho de harina - ¿Podría usted hacer el favor de soltarme para que pueda recoger el desastre que ha provocado?

-Mejor te ayudo

-Gracias. Aunque prefiero que vuelvas al sofá para que no termines de destrozarme lo que me queda.

Mike rio, me soltó y se puso a mi lado a limpiar

-Estas muy sucia... - me pregunto en tono sexy mientras se mordía el labio inferior.

-Sí, gracias a ti estoy sucia y ahora tu también - se había ensuciado las manos de harina al intentar ayudarme a recogerla

-Creo que tienes un poco aquí...y aquí - empezó a mancharme la cara de harina

-Pero ¿qué haces? ¡Para! - dije mientras intentaba agarrarle las manos para que dejase de restregar harina por mi cara, y él se limitaba a reír

Como no conseguí pararle decidí unirme a él, así que cogí un poco de harina y se tire por encima. Yo rompí en carcajadas cuando su cara cambio completamente a darse cuenta de que tenía harina por todo su preciado pelo

-Te vas a arrepentir de esto... - yo seguí riendo, porque la situación era bastante graciosa, me encantaba ponerle de esa manera.

Mike intento imitar mi jugada cogiendo un puñado de harina pero yo fui más rápida y lo esquive, lo que hizo que se “enfadase" más. Aunque no parase de reír en el fondo le había dolido que estropease su pelo y no iba a dejar las cosas así, de ninguna manera. En un instante me agarro y me empujo fuerte hacia la encimera quedando yo entre esta y Mike y no podía moverme. Las risas desaparecieron ya que estaba muy cerca y muy pegado a mí. Podía sentir crecer su dura erección contra mí, y para que mentir, yo también me estaba excitando, y solo nos estábamos mirando el uno al otro. Sus profundos ojos verdes estaban clavados en los míos, los aparto para mirar con deseo mis labios

-Lo de antes ha estado muy mal...has sido muy mala - dijo con una voz ronca y sexy que me volvía loca mientras se mordía en labio y sin apartar la vista de los míos, que estaban ansiosos de besar los suyos.

-¿Estas enfadado? ¿Qué puedo hacer para que me perdones? - moví mis manos, que las tenía apoyadas en la encimera, hacia su cabeza enredando mis dedos en su pelo lleno de harina. Él cerró los ojos y se estremeció porque esto le volvía loco, y yo lo sabía, lo hice a propósito.

Comenzó a besarme, ansioso de mí, mientras se deshizo de mi camiseta y al igual hice yo con la suya. Comenzó a besar mi cuello mientras que una mano se iba deslizando por mi cuerpo hasta introducirse dentro de mis shorts deportivos.

-Estas muy húmeda para mí, me encanta.

Saco su mano de mi sexo y lo voltee quedando esta vez él apoyado. Desabroche sus vaqueros ajustados y libere su enorme erección. Me arrodille frente a él y puse mis labios alrededor de él haciendo que gruñese y voltease la cabeza hacia atrás. Yo succionaba mientras él acariciaba mi cabeza y repetía mi nombre. Me rogaba que no parase pero tenía que hacerlo, yo también quería disfrutar de él, así que me levanto y me subió encima apartando todo lo que yo tenía preparado para cocinar mientras se deshacía de la poca ropa que me quedaba.

Comenzó a besarme de nuevo mientras introducía uno de sus dedos en mí, y luego introdujo dos. Pensé que me iba a penetrar ya, estaba ansiosa, pero comenzó a bajar besando todo mi cuerpo hasta besar mi sexo. No lo esperaba. Su perfecta boca besaba y succionaba mi zona intima, su lengua se movía rápidamente por mi clítoris mientras sus dedos entraban y salían de mí. Mire hacia abajo para encontrarme con sus preciosos ojos verdes mirándome fijamente como disfrutaba de él, encendidos de pasión y deseo, y mientras lo miraba grite su nombre mientras tenía un intenso orgasmo. Él se levantó y yo atraje su cabeza hacia mí para besarlo. Cogí su miembro y lo frote arriba y abajo hasta que Michael lo agarro para introducirse en mí. Primero entraba y salía lentamente mientras besaba mis pechos y yo acariciaba su pelo. Comenzó a aumentar el ritmo haciendo que los dos quisiéramos mas el uno del otro. Bajo una de sus manos a mi clítoris y lo masajeaba mientras me penetraba mas rápido, lo que me hizo estallar de placer. Seguimos así hasta alcanzar el clímax los dos a la vez y él cayó rendido sobre mí.

-Te amo – dijo, todavía con la respiración agitada

- Y yo también te amo. Debería hacer bizcochos más a menudo... - dije riendo

-Estoy totalmente de acuerdo

Y nos fundimos en un apasionado beso.