Tal cual como me había prometido dejé de contar los días.
Pero inconscientemente sabía los días que habían pasado. La salida del sol por el oeste y entrada por el este me indicaban claramente cuando finalizaba y comenzaba un nuevo día. Y como no dormía como se debía, todo se me hacía más fácil.
Pero ahora ya era de noche, ignoraba lo más que podía cuantos días han pasado mientras observaba atentamente los detalles del atrapasueños ubicado entre mis manos.
Había salido bien temprano de mi casa y estuve en el exterior todo el día.
Nunca antes, en otras situaciones se me hubiera ocurrido hacer algo así; pero desde que comenzó la Guerra algo en mí cambio al igual que en todas las personas en el mundo.
En una de mis tantas noches de pensamientos infinitos llegué a la conclusión de que debía vivir mis días como si se tratara del último.
Por más que quisiera quedarme acostada en la cama llorando por mis hombres queridos en la guerra, no podia.
Exactamente era eso lo que me estaba volviendo más loca.
No sé como pero de un momento a otro me encontraba en un puesto de artesanía... o algo por el estilo. Observaba fijamente viendo todos los artefactos de artesanías, concentrándome principalmente en uno que estaba hecho por un círculo y alrededor habían hilos y plumas y demases.
—Es realmente hermoso, ¿no? —una voz detrás mío hizo que sobresaltara; mi corazón latía fuertemente contra mi pecho. Di una vuelta de 180° y allí se encontraba un señor de quizás unos cincuenta y tantos años de edad.
Uno de los pocos hombres que se habían salvado de la guerra.
Asentí respondiendo su pregunta; no tenía ánimos para hablar.
—¿Sabes cómo se llama? —me preguntó y yo negué. Nunca antes había visto u oído de algo con ese aspecto. No tenía ni una sola pista. El señor se adentró en el lugar, cogiéndo uno de los objetos; habían unos cinco en total. Eran todos similares, lo único que lo diferenciaba eran los colores de las plumas e hilos y los tamaños.
—Es un atrapasueños —mis ojos se abrieron un poco, dejando ver la zona blanca más de lo normal pero luego mis cejas se juntaron, frunciendo el sueño. ¿Atrapasueños?, ¿qué significaba?.
—Es un artículo hecho a mano y se dice que filtra los sueños de las personas, dejando pasar sólo los sueños y visiones positivas. Las pesadillas se quedan atrapadas en las piedra —con los dedos de su mano derecha apuntó a unas piedrecitas que estaban entre los hilos. —Y a la mañana siguiente se queman con la luz del día para que no se cumplan. También, los sueños que no recuerdas son los que bajan lentamene por las plumas.
En menos de cinco minutos ya estaba abandonando el lugar, dirigiéndome a mi casa con el atrapasueños en mis manos. No dejaba de observarlo; no dejaba de observar los pequeños detalles. La forma en que entralazaban los hilos (que, después de todo, no eran hilo si no lana), la forma en que las piedras quedaban en los hilos, las plumas, el color, etcétera.
Era impresionante que un pequeño artefacto sea tan hermoso.
Y lo que más es impresionante es su función.
Dejé que el sueño que tanto estaba esperando me rodeara con sus brazos y me llevara a sus profundidades poco a poco.
Estaba dejando mi confianza en un pequeño artefacto que quizás no serviría. Pero estaba tan desesperada en poder dormir tranquilamente que estaba dispuesta a probar todas las cosas posibles.
Me acomodé en la cama, deslizando una de mis manos debajo de la almohada y subiendo las frazadas hasta mi nariz.
El atrapasueños fue lo último que vi; estaba en una de las esquinas de mi ventana, enfrentándome.
Lo había dejado tal cual como me había dicho el señor de la tienda.
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love at war
Fanfiction❝en la segunda guerra mundial no todo fue guerra, también hubo amores.❞ 2014 [caspar lee fanfiction]