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La noticia del atentado en Manchester me dejó perpleja. Había poca información de las víctimas pero vi el rostro de una niña de ocho años cuya muerte se confirmó. Pensé en una Haruna viviendo ocho años, en una Haruna viviendo siete, seis, cinco. Pensé en esa niña de Manchester diciéndole a su madre que venía en una misión, que solo viviría ocho años porque era todo lo que necesitaba para cumplirla. Uno tiene que decirle a la mente cosas, pienso.Decirle que todo es parte de un plan. Pero la mente ya hizo su álbum con figuritas de las personas que más ama. Y esas figuritas se quedan pegadas a uno, las carga todos los días de su vida. Lo que Haruna me vino diciendo todo este tiempo, que no le tenía miedo a la muerte,que lo más importante era hacer aquello para lo que había nacido. Toda esa filosofía de vida se me entregó como una anestesia. Nacemos en este mundo con una mente programada con los ritmos circadianos funcionando a la perfección. Pero no hay un programa para los sentimientos no correspondidos. Una niña muerta en Manchester, una niña de otro planeta en coma. Son pruebas imposibles. Esta maratón mental es imposible de ganar.   

FANFICTION - La estrella de HarunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora