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Haruna se la pasa en la cama todo el día. Le conté que Harún viajaría a Ciudad de México, pero eso no la animó. El plan en sí no parece muy sensato. Harún se la pasaría recorriendo calles ¿y después qué? Max dice que las siglas más usadas para Ciudad de México son CDMX y no CMX lo que resta probabilidades de éxito en la misión. Consuelo afirma que ningún código extraído de los beeps es confiable, sea aleatorio o no. ¿Y si los códigos en sí son una trampa para que Harún no esté cerca de Haruna? me dijo por teléfono. Divide y vencerás. Pero Harún es impulsivo y dice que lo quiere intentar. Estará tres días en la ciudad y si no pasa nada se regresa. Luego viajaría a Gran Bretaña tres días más. Ojalá Haruna tuviera documentos para comprar un pasaje y poder acompañarlo, pero legalmente no tiene nacionalidad alguna. Su único pasaporte era el que usaba para viajar a otras dimensiones: el cristal. 

Hace unos minutos la escuché hablar dormida. Como era la primera vez que sucedía esto, cogí lápiz y cuaderno. Pero hablaba en un lenguaje extraño y solo pude apuntar algunas sílabas indescifrables. Abrió los ojos y me vio con el cuaderno encima de mis piernas, sobre la cama. Me preguntó que hacía, le expliqué y se quedó mirando el vacío. No ha sonreído desde el episodio de Sabah y no tengo ningún manual de instrucciones sobre qué hace una madre cuando tiene una niña estelar de hija y esta ha perdido su cristal. Me rindo y le digo: No tengo idea de qué hacer, Haruna, lo siento.

Ella cierra los ojos, cansada. Se queda así, como meditando. Su cabeza se balancea levemente. Abre los ojos de nuevo, siempre con la expresión de vacío.  

 —Quizás deba morir de nuevo... para nacer de nuevo... y que me den otro cristal
—susurra y veo la primera lágrima de mi hija descender por la mejilla. Instintivamente la quiero abrazar pero ella me bloquea levantando su mano.
—No, mamá, no quiero un abrazo... todavía.

Cierra los ojos y trata de dormir de nuevo. Sé que no debo decir palabra. Pero me duele tanto no haber podido celebrar su segundo cumpleaños estelar ayer, que digo, con un murmullo, feliz cumpleaños, Haruna, y me quedo allí con mi cuaderno abierto, esperando que mi hija duerma y algún milagro la haga decir algo que nos ayude a todos con su misión.  

FANFICTION - La estrella de HarunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora