89 - Orlando

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Otra vez la niña vino desde lejos, vestida de blanco, caminando cerca de la orilla. A cada paso que daba mi corazón latía con más fuerza, me di cuenta de que ya no era una niña sino una joven de 16 o 17 años, lo que me aterró. Esta vez seguro me iba a confirmar que era un ángel, que venía a llevarme al más allá, pensé. Me arrodillé en la arena; le di un puñetazo a mi bote y enseguida, otro más fuerte, esperando despertar, pero eso nunca sucedió. La niña estaba demasiado cerca cuando me dijo:

—Señor Orlando, quiero invitarlo a mi cumpleaños, es mañana.

Me toqué el pecho, tenía miedo de tener un ataque.

—Sé que le debe sorprender mi edad, pero así crezco yo, qué le voy a hacer. Me gustaría que vaya a mi cumpleaños porque solo celebro uno cada mes y mi mamá quiere hacer algo especial.

La niña trazó una línea en la arena con su dedo. Marcó una X donde estábamos nosotros y me indicó a cuántos minutos estaba su casa desde allí, si caminaba a velocidad normal.

—Bueno, me tengo que ir ahora, señor Orlando. Espero verlo mañana. Solo tiene que tocar la puerta y preguntar por mí. Ya sabe que me llamo Haruna. Habrá torta, vino y quizás alguna sorpresa de mamá. ¡Hasta luego!

Y así como llegó, en total calma, la niña me dio la espalda y se fue. Igual que la última vez, esperé que su imagen se esfumara, dejando un pequeño halo de luz flotando en el aire, disolviéndose de a pocos, pero como cualquier persona de carne y hueso, solo se hizo más pequeña. Me agarré de la cabeza, pensé en miles de teorías y cuando mi mente se cansó de elucubrar cosas, me puse a meditar en cuál sería un buen regalo de cumpleaños para una niña de otro mundo.

FANFICTION - La estrella de HarunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora