Sonó la campana y fui la primera en levantarme de la mesa, de hace rato quería hacerlo pero no le iba a dar el gusto a Dante, las reglas las pongo yo no él y si antes no le daba importancia (ahora que me importa más) menos le voy hacer caso, psicología inversa. Me dirigí al casillero y mientras saque el IPod de mi cartuchera no me hacía mal un poco de música y a quien no le gusta ambientar su día cuando se encuentra no muy bien.
Normalmente soy una persona muy despistada vivo más en mi mente que en la realidad, por lo que es poco probable que me de cuenta de lo que está pasando a mi alrededor, a menos de que me lo digan, concentrada intentando recordar cual clase era la siguiente y que libro me tocaba llevar no me percate que Thiago se había parado justo detrás del casillero, y cuando lo cerré vaya susto el que me lleve.
- Hola, hermosa – Sonrió con toda la seguridad, Thiago era buena persona y al igual que todos los bonitos a veces el aire de superioridad era infaltable.
- Thiago – salude poco segura.
- Parece que necesitas compañía, ¿Cuál es tu próxima clase?
- Metodología de investigación, bloque 6 y tú?
- Vamos, me toca cerca.
Me quite los audífonos para escucharlo mejor, no quiero pasar penas.
- ¿Que ha sido de tu vida? –
- La verdad no ha cambiado mucho y la tuya como vas con el deporte? – intentaba ser amable pero en mi mente solo deseaba que se fuera, era el mejor amigo de Dante y por ahora quería arder todo aquello que me lo recordara.
- En busca de la beca para las universidades, ya sabes último año y lo más difícil es ser aceptado – giramos a la izquierda y nunca me había percatado del campus de la preparatoria, de mi casillero al salón de clase definitivamente había una distancia muy larga.
- ¿Y a que te estas presentando? - recogí un mechón de pelo y lo puse detrás de mi oreja
- Medicina – sonrió ladeado
- Qué bueno, tendré a alguien que me cure – sonreí, Dios porque dije eso.
- Y puedo estar para ti las 24 horas – levanto una ceja – pero para ello debes darme tu numero
- ¿Así de fácil? – levante una ceja, otra característica mía es que cuando menos debo ser coqueta lo soy, en qué problema me he metido.
- Rápido y eficaz – se rió
- ¿Qué tal si lo adivinas, serás así de rápido y eficaz?
- Pruébame – di media vuelta y entre al salón de clase.
-Note que estabas hablando con ese papucho – respondió Paulina con una sonrisa gigante y una ceja levantada
- Porque presiento que no me has dicho algo- Paulina hizo un gesto de que sus labios estaban sellados pero no por mucho tiempo a la conversación se incluyó Emma amiga de Paulina.
- Con solo mirarlo, ya me siento sumisa, es lujuria, un pecado andante, debería estar prohibido.
- Tu pensamientos deberían estar prohibidos –
– ¿Y bueno que te dijo, que paso? – Paulina y Emma estaban a la expectativa, como que querían decir algo pero tenían miedo.
- Chicas no pasó nada –
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Hilos de fuego
De TodoDos almas, una sola conexión en la que Emilia se encontrara atada, un destino del que no podrá escapar. Te atreverás a leer o miedo ?