¿Príncipe o Mendigo?

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Pasaron las horas como si fueran segundos.
No tardé mucho en descubrir que su nombre era Levent. Su vida había transcurrido muy apesadumbradamente entre changas mal pagas y abusivos patrones que no hacían más que aprovecharse de un joven y su fuerza.
Me confesó que tenía 20 años y una ilógica meta de convertirse en un magnate empresario en los siguientes años.

.-"Realmente es una pena que estés perdiéndote tu fiesta de cumpleaños".- [Me regañó]

.-No pienso volver a allí!! [Contesté con tal insolencia motivada por un sentimiento tan cálido que me provocaba un extraño que sentía tan confiable].

.-De acuerdo. [Continuó diciendo].-Hagamos una cosa. Por el horario siquiera habrás cenado. Espérame solo un momento Cinderella. (Cenicienta en Italiano).

Salió de mi vista y volví a estar sola. Volví a mi realidad. Sentía tanta tristeza de que mi noche hubiera resultado así. Pero... ¿Realmente era así?. Si instantes antes de que ese muchacho extraño se fuera me sentía tan feliz. Reía y hasta olvidé mi noche horrorosa.
De pronto escuché gritar a mamá...

.-BRENDHA!! BRENDHA!! por favor respondeme  ¿¿Dónde estás??!!.  [Gritaba mi madre con tal desesperación que no tuve mas opción que entregarme una vez más a sus órdenes.]

Caminamos nuevamente hacia el salón mientras mamá tironeaba mi brazo. Creo que fue hasta cuidadosa de no hacerlo tan fuerte como de costumbre, no por consideración a mi salud sino a la manga de carísimo tul bordado que llevaba mi vestido.
Entramos al salón y al parecer ya era la hora del tan aclamado Vals.
Hacía unos minutos parece ser que papá había comido pescado (al cual era alérgico desde que recuerdo) y debieron recostarlo en el cuarto de guardarropas para que descansara.
De pronto mamá dijo:

.-Bueno mi amorcito. Como papito está descompuesto no hay más que hacer que elegir a uno de los demás caballeros de la fiesta. ¿Qué tal el tío Henry? [Aconsejó].

Miré hacia la mesa donde estaba mi tío Henry y creo que si no fuera por la resistente silla de  hierro reforzado estaría sentado o mejor dicho despatarrado en el piso de tanto alcohol.

.-Mejor no!! [se retractó rápidamente mamá.].

Y así sistemáticamente a las apuradas comenzamos a pasar revista a los "caballeros" impresentables de la fiesta.

.-Rápido Brendha!! [Me regañó mamá con su común tono de voz tan irritante como de costumbre.]

.-"Aquí joven!! sirvame mas coñac por favor! Necesito digerir estos nervios de alguna manera" [Ordenó la señora mandoneando]

.-Claro señora. [Respondió una voz que debiera ser el mozo].

.-No seas tan exquisita Brendha, después de todo es tu tío Edward, no?. No prestes tanta atención a su desalineada apariencia. Tiene derecho a tomar un poco de más en una fiesta".

-.Por supuesto madre... [interrumpí]. Intentaré obviar el echo de que quizás caiga redondo al piso de la ebriedad y me arrastre con él en su vergüenza.

Preparándome para soportar el pestilente aroma etílico del tío Eduard y resignada a mi fatídica mala suerte, tomé una bocanada de aire y antes de pararme de la mesa principal escuché...

.-"Disculpe señora. Si acaso a usted y la señorita agasajada no le importa, me ofrezco al privilegio de bailar con ella la primer pieza de Vals".

Con mi mirada perdida en un tenedor de plata con el que jugueteaban mis dedos intentando escapar de mi realidad, respondí:

Sí madre, por favor, acepta la propuesta del mozo. Al menos no pasaré mayor ridículo que tener que verme levantando al tío Edward del piso mientras intenta dar unos pasos".

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