BRENDHA

¿REALIDAD, ILUSION O AMBAS?

Luego de un momento tan importante lo esperado sería que nuestra relación comenzará fluir.
Nada mas lejos de eso.
Cada mañana Levent ingresaba como siempre saludando con distancia a todos los empleados de la empresa, incluyéndome, por supuesto.
Esperaba, sin éxito alguno, que me llamara a su oficina bajo cualquier excusa para verme.
Cada día finalizado, mientras todos los empleados nos disponíamos a irnos a casa, Levent continuaba en su oficina trabajando arduamente.
Una vez en casa, me encontré con una carta que notificaba un aumento en el arancel de la hipoteca.
¿A caso podría una simple asistente lidiar con semejante impuesto?
No tuve más remedio... debía comenzar un trabajo adicional en alguna cafetería o algún bar de mala muerte.
Pensé y hasta fantasié con pedir un aumento en el trabajo... pero cuan ridícula me vería parada frente a Levent rogándole un aumento, a demás de su atención.
Busque la salida más rápida, volví a mi antiguo trabajo pero me sorprendió ver que lo habían cerrado.
Pasando las semanas logre entrar a trabajar en un bar, sin darme cuenta que seria la única camarera frente a no menos de 30 mesas que servir.
Cada día salía de la empresa y a pasos de llegar al bar sacaba de mi cartera el delantal desteñido de mi otra identidad: "Camarera medio pelo".

No sólo caí en una situación lamentablemente devastadora sino que no alcanzaba a cubrir la horas básicas de sueño.
¿Acaso tenía algún fin mi esfuerzo? ? ¿¿Podría en algún momento superar mi situación?
Quizás todo era en vano... de nada serviría el intento.

-Brendha, te noto agotada- . ¿Te encuentras bien?¿Tienes fiebre?
[Decía Elena,mi compañera de almuerzo, mientras tocaba mi frente].

-Si! Es solo falta de sueño. [Dije mientras intentaba disimular mis bocanadas de bostezo].

¿Como no estar agotada? Luego de atender clientes hasta las 2 de la madrugada. Y por supuesto no podía retirarme del bar hasta no poner cada una de las sillas sobre la mesa una vez fregado el piso.
Tanta delicadeza en cuidar los detalles, como si los intolerantes clientes valoraran tanto esfuerzo.

El día transcurría y noté que no había visto a Levent desde el horario de ingreso.
Tampoco a mitad de la jornada.
Me resultaba muy extraño, ya que prácticamente vivía dentro de su despacho, hasta por momentos almorzaba en su escritorio sobre toneladas de papeles y documentos.
Tenia que ir. Debía saber que sucedía.

Tomé un pilón de hojas al azar y me dispuse a ir a su oficina. Aunque no tenía muy en claro el pretexto que usaría para justificar mi presencia ya no importaba. Quería verlo.

Entré a su despacho y todo parecía muy prolijamente ordenado. Una bufanda colgada en el perchero llenaba de aroma varonil todo el cuarto.
Sin pensar lo que hacía tome la bufanda y la olí, si, como una tonta abrazaba ese pedazo de lana imaginando tontamente que lo abrazaba... a el... a ese frío sujeto que no reparaba en pasar por mi oficina a darme aunque sea los buenos días.
Pero nada me importaba, su bufanda era totalmente mía.

Revisé sus cajones y me asombre con el tipo de letra que tenía.
Era muy poco legible pero con tanta personalidad.
Me senté en su sillón y acariciaba sus lápices mientras me imaginaba mil y un formas en las que podría besarme sobre su escritorio... o sobre el sillón cerca de la entrada del despacho.
No me reconocía. No podía ser yo quien estaba haciendo tantas tonterías... amando a quién quizás nada sentía por mí.
Entonces, me venció el sueño y cerré mis ojos... [...]

ELENA:
-BRENDHA!! SEÑORITA FELHER!
DESPIERTE SI LA LLEGAN A VER AQUI DURMIENDO PODRÍAN DESPEDIRLA!

-[SILENCIO]-

Levent:
-Señorita Elena por favor tráigame copia del balance de... [Mira fijamente a Brendha]

Elena
-SEÑOR GERENTE.!!! LO SIENTO YO INTENTABA DESPERTARLA PERO NO HUBO FORMA!! POR FAVOR SEA COMPRENSIVO, BRENDHA HA ESTADO TRABAJANDO PARALELAMENTE EN OTRO LUGAR, LO SUPE POR QUE ME LO CONTARON UNOS EMPLEADOS QUE LA VIERON SIRVIENDO EN ESE BAR.
LE PIDO SEÑOR QUE...
[Levent con un gesto sutil le pidió que se retirara]

Apoyó su codo sobre el escritorio y poniéndose la mano en su mentón miro detalladamente el increible espectaculo de ver tanta belleza desvanecida sobre papeles y lápices.
Acariciándole sutilmente el flequillo le dijo...

Levent
-Brendha... Brendha... despierta... [Tapándose los labios continuó] Brendha... por favor... NO SOY TAN FUERTE. [Decía temblorosamente conteniendo sus impulsos de concretar al menos una de todas las formas en la que fantaseaba poder despertarla]

Brendha
-¿mmm? [Dijo Brendha mientras abría sus ojos]

Levent
-¿Qué sucede?. ¿Puedo preguntar?

Brendha:
-LEVENT!! NO PUEDO CREER QUE ME QUEDE DORMIDA!! LO SIENTO, POR FAVOR NO TE ENFADES! NECESITO ESTE TRABAJO, NO ME DESPIDAS, NO VOLVERÁ A PASAR!! TE DOY MI PALAB...[Es interrumpida]

Levent: -
-¿¿DE QUE ESTAS HABLANDO??!! QUIÉN CREES QUE SOY??
-¿¿UN MONSTRUO?
-¿CREES QUE TE DESPEDIRÍA POR ALGO TAN ESTÚPIDO??

-Brendha:
-Lo.. lo siento no quise ofenderte. [respondió la joven mientras frotaba su rostro en un intento fallido por despabilar su evidente fatiga]

Levent:
-Olvídalo... no serás la última persona que piense eso de mi.

Brendha:
-No es cierto!!! No pienso eso de ti!! Jamás sería capaz de verte así.
Solo... solo quise venir a tu oficina por que no te vi en todo el dia... quería saber si estabas bien. Y busque un pretexto para verte.
[Levent bajo su mirada al escuchar tales palabras... no podía disimular que se sentía avergonzado]

Levent
-No necesitas un pretexto o motivo para verme... aunque no lo notes paso cada momento del día observándote.
[Decía el joven mientras miraba hacia un costado sin notar que Brendha permanecía impactada con cada palabra que salía de los labios más deseados para ella].

Levent:
-Brendha...[Se acerca y toma sus mejillas con sus manos frías de lo nervios]... dime que sucede. Confía en mi. Dime si necesitas ayuda. Dime, si me necesitas.

Brendha:
[Con la mirada empañada] No necesito nada. A demás... aléjate podrían vernos...

Levent
-¿Vernos? ¿Y a quién le preocupa eso? [Dijo en tono molesto que logró inquietar a Brendha]

Brendha
-Claramente a ti!. A demás no quiero que nadie expanda rumores de ambos.

Levent
-Entiendo, si es solo eso lo que te impide besarme...
[Acercándose hacia la ventana de la oficina cerró la persiana estilo americana y volteó a mirarla]

Brendha
-¿Que estas haciendo? ¡¡Por favor, no hagas esto me voy inmediatamente!!

Sin mediar palabra alguna, Levent la tomó entre sus brazos, besándola como si fuera a ser el último intento de besar a la mujer que mas amaba en el mundo. Esta vez ya no con temor, como si se fuera a romper como un cristal, sino con tanta pasión que no quedará mas duda de que Brendha es y será suya, y él inevitablemente su hombre.