La ultima canción.

EL FESTIVAL

Marcos tiene 18 años, toca la guitarra de oído, odia la monotonía del estudio con solo oír una melodía un par de veces era capaz de sacarla en la guitarra. Pelilargo lacio, pero con gracia, con un cuerpo bastante deseable bien tonificado, estudiante promedio, tez blanca, con ojos negros como la noche; se había comprometido con David (bueno lo habían comprometido sus compañeras de curso a tocar en el festival). David se ofreció gustoso. Marcos era otra historia, no le gustaba destacar y un festival frente a todo el colegio, definitivamente era destacar.

**Habían pasado dos semanas del encuentro con Milton, como Marcos se fue sin avisar mientras él aún se encontraba durmiendo, no dejó un teléfono, nada con lo cual el mayor pudiera contactarlo nuevamente –así es más sencillo sin ataduras-**

Al fin era el día del Festival, todas las chicas estaban alborotadas, hubo un concurso de "belleza" obviamente lo ganó Sara la estudiante de último año, que siempre revoloteaba alrededor de David.

Él tenía 17 años, era un violinista de estudio, contrario a Marcos, leía y repasaba las partituras contantemente. Delgado, de ojos claros, tez morena, cabello color negro con rulos que desprolijamente adorables caían frente a sus ojos logrando así un constante resoplido para quitarlos de su visión.

Se estaban preparando para comenzar a tocar Marcos sería el cantante, y un chico de tercero los acompañaría con el teclado.

Silencio...iniciaron los primeros acordes de la guitarra, Marcos con ojos cerrados y suaves movimientos de cabeza acompañaba la melodía, segundos despúes se unió David con el violín, Marcos sintió como esa conocida, pero ya manejable, elecricidad recorria su espalda.

SIENTO EL CALOR

DE TODA TU PIEL

EN MI CUERPO

OTRA VEZ

ESTRELLA FUGAZ,

ENCIENDE MI SER

MISTERIOSA MUJER...

Siguió el tema resonando en el silencio de la noche, una persona miraba atenta al trío de estudiantes que brillaban arriba del escenario, cuando terminaron de tocar y mientras este se acercaba a las escaleras, los aplausos se oían entre la multitud, los suspiros de las jovenes acaloradas.

-¡Daviddd! ¡Marcosss! ¡Nicoooo!- gritaban con sonrisas en sus rostros...

Al bajar una mano ayudo a Nico, el tecladista, este al verlo no pudo con su alegría y exclamó...

-¡Padrino viniste!!

-Nicolás estuviste bárbaro- dijo esta persona, cuando de repente Marcos alza la mirada creyendo reconocer esa vos- como iba a perdérmelo, si soy tu fan-

-¡Padri, te presento al violinista David y al cantante y guitarrista Marcos, el es mi padrino Milton –dijo alegremente el adolescente de 15 años.

-Un gusto conocerlos muchachos, deberían formar una banda- dijo el mayor saludando a los dos, aunque clavando la mirada en Marcos- tienes una hermosa vos-

- No gracias, esta es la última vez que hago algo así- dijo sin más el guitarrista y luego de estrechar su mano, como si nada se marcho de ahí dejándolos con la palabra en la boca.

-¿Porqué dijo eso?- interrogó Nico a David.

- No se siempre tocamos juntos, pero en los últimos ensayos parecía un poco disperso como cansado de todo-dijo un asombrado David, por la reacción de su amigo.

- Será porque las chicas prácticamente lo obligaron a cantar... sabemos que odia hacerlo en público- pensó Nico en vos alta.

- Sería una pena, bueno Nico yo me voy ahí te quedas con tus padres nos vemos luego-dijo retirándose de allí.

Siguiendo el camino que había visto tomar al responsable de quitarle el sueño, desde que lo dejó sin una nota o un número de teléfono, mirando hacia todos lados sin lograr localizarlo, desilusionado tomo las llaves del auto, cuando la luz de un encendedor le llamó la atención, una deliciosa imagen tomando una bocanada de un cigarrillo apoyado en el capó del carro allí estaba... él.

-Creía que te habías vuelto a escapar-

-¿Escapar? ¿Cuándo me escapé?-cuestionó confundido.

-Cuando pasamos la noche juntos-

-No escapé, solo fue eso, pasar la noche nada más, te pido que no le comentes nada de eso a Nico no quiero tener ningún problema antes de terminar el año-

- No dije nada, no es asunto de nadie lo que haga con mi vida , ¿ya te vas? ¿ querés tomar un trago?-

- Mejor no, te esperé para aclarar eso nada más.-dando la última pitada a su cigarro.

-Vamos- dijo acercándose mientras tomaba su cuello, apoyando su frente contra la del menor moviendo una pierna logrando así presionar la entrepierna - Solo un trago, después vemos, sí? Quiero que vuelvas a robarme la respiración, nunca estuve con alguien como tú-dijo en un suspiro.

-¡No lo dudo!, Dios me hizo y rompió el molde, no hay otro igual a mí-bromeó- bueno vamos a tu casa, los bares ahora van a estar atestados de los chicos del instituto-

-Subí entonces, antes de que te arrepientas- sonrió.

Marcos metió la guitarra en los asientos de atrás. Y el auto partió hacia su destino, sin darse cuenta ellos que todo esto había sido visto desde lejos por David...