Era una humilde edificación, un complejo de apartamentos, había una playa de estacionamiento; donde Marcos luego de bajar a abrir la reja le indicó al cincuentón donde guardar el auto, cerró nuevamente la reja y guió al mayor hacia su departamento subiendo unas escaleras , no sin antes tomar su preciada guitarra del asiento trasero.
Era un sencillo departamento, al entrar había un sillón, una mesa y varias sillas, una isla que dividía el hall central de la cocina, una habitación y un baño.
Ya dentro, le indicó donde sentarse y fue a preparar un poco de café.
-Cuando tenía ocho años-empezó mientras ponía al fuego un recipiente con agua- mi madre murió de un paro cardío-respiratorio mientras dormía, mi viejo al parecer no lo soportó, comenzó a beber y a olvidarse que tenía un hijo que cuidar, pasaban días en los que no comía. Él solo compraba alcohol para ahogar su pena- puso un poco de café en polvo dentro del filtro y empezó a echar el agua caliente – Del colegio llamaban preguntando la razón por la cual no estaba asistiendo, él solo dijo que me había mandado con unos parientes al interior, para despejarme, poco a poco nadie preguntó más por mí- vació toda el agua, retiró el filtro y sirvió dos tazas con café. Las llevó a la mesa donde Milton estaba sentado oyendo- Iniciaron los golpes, perdió su trabajo ya no podía pagar su alcohol, una noche con el estómago vacío golpearon la puerta de mi habitación creí que era el viejo que venía a darme una cuota de golpes. Entró un hombre que no conocía, con una sonrisa en sus labios se me acercó- llevo el azúcar y se sentó, endulzó su bebida y continúo
- Acarició mi mejilla, el primer cálido roce que tenía en mucho tiempo, me tendió un alfajor que devoré sin respirar, sentado en mi cama comenzó a acariciarme la espalda ¿debo decir lo que pasó o podes imaginarlo?- observando a Milton hizo una pausa. Al cerrar los ojos el mayor e indicar con una mano para que pare ese relato continuó – el hijo de puta me había vendido para mantener sus vicios, me mantuvo atado de las muñecas al respaldar de la cama solo me soltaba para hacer mis necesidades, bañarme o comer algo porque no podía dejar morir de hambre a su fuente de dinero. Después de un tiempo, no se cuanto ya había perdido la noción del tiempo entre los hombres y mi propio padre que usaban mi cuerpo no lograba diferenciar el día de la noche, al parecer el viejo le debía a un usurero porque llegaron unos matones destrozando la casa, aquel se caía de borracho por lo que no pudo hacer nada, me tomaron y llevaron a otro lugar- se levantó a buscar los cigarrillos y un cenicero tomo a Milton de la mano y lo guió al sillón.Prendió el cigarro y luego de echar una bocanada de humo prosiguió - pase de vivir atado a una cama en una habitación a vivir en un prostíbulo donde al menos comía y me bañaba, podía dormir y las chicas me cuidaban. Hace ya cinco años casi, hubo una redada en el lugar, los policías llegaron exigiendo los papeles de las chicas y saber si estaban ahí por voluntad propia. Nadie quería hablar, ni yo, pero Lety la chica que nos cuidó desde que llegué allí habló... Era la favorita del dueño, la que a pesar de estar allí por la fuerza, convencía al jefe de tener mejores tratos para con las chicas y para conmigo. Duarte, el dueño, se sintió traicionado sacó un arma, y comenzó a disparar, hiriendo así a un policía, me apuntó a mí, Lety se puso entre su arma y yo. El impacto la mató al instante, Carlos el policía que se encargó de mi, desde entonces está protegiéndome. Viví con él hasta que logré convencerlo de dejarme vivir solo.
Por más que Carlos dijera que no era así yo sabía que molestaba, además su hija comenzaba a insinuarse, y ya me estaba volviendo loco ahí... no me gusta estar encerrado mucho tiempo.... Jajaja, me siento gato enjaulado.
Marcos calló mirando hacia la nada, un tenso silencio reino por unos breves segundos (aunque parecieron horas) Milton tomó de las manos al muchacho, lo atrajo hacia él y lo besó con toda la ternura que pudo tratando de transmitir todos sus sentimientos. Este se sentó a horcajadas del cincuentón y se aferró a su nuca, siguieron besándose como si el mundo se acabara hoy mismo,
-Sigamos así, no quieras cambiarme, no sé como estar como vos querés- Marcos ocultó su rostro en la curvatura de su cuello.
En eso se escuchó sonar el timbre de la puerta, Marcos se acercó a la puerta y vio por la mirilla,
-David- susurró
-Huelo tus cigarrillos se que estas ahí, abríme de una vez!-
-Ya voy, ya voy... (mierda)-
Abriendo la puerta dejó pasar a David. Este se sorprendió al ver que no estaba solo, miró con desconfianza al padrino de Nico, este se levantó del sofá y se acercó a Marcos y le dijo tomándolo por la cintura.
-Debo irme ahora,prometí a Nico que pasaría el domingo con él- a lo que el menor esbozando una sonrisa le plantó un beso en la boca limpiando los restos de saliva de sus labios con su pulgar.
-Nos vemos David-
-Adiós SEÑOR Milton-
Marcos mantuvo su mirada sobre el mayor mientras este bajaba las escaleras, subía al carro y salia del complejo habitacional.
-¿Qué haces aquí?-
- ¿Ahora resulta que sos un maricón?
Asombrado su amigo no pudo más que echarse a reír, cubriendo su boca con su mano, comenzó a recoger los trastos que habían usado.
-¿Desde cuando tengo que darte explicaciones?
-¿Por qué nunca me dijiste nada?-
-¿Porqué tendría que decirte algo? Lo que haga con mi culo no es asunto tuyo-
-...
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La ultima canción.
Teen FictionMarcos un guitarrista libre y David un violinista detallista... compañeros del último año del secundario. Un cincuentón aparece en escena; Esta historia comenzó en mi cabeza de una manera , pero los personajes tienen vida propia, hacen lo que quier...