UNA NUEVA VIDA

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Tres días después del ataque Marcos estaba vestido y preparándose en su habitación, hoy le darían de alta, ansioso caminaba de un lado al otro como león enjaulado, el sábado seria la entrega de diplomas y medallas a los egresados, quería faltar pero Nico no lo dejó pensar en esa opción, al no saber del culpable de su internación no entendía la reticencia a ir al evento.

Milton y Carlos fueron a buscarlo para ir a su departamento

-Carlos ¿ mi depa como está?-

-Bien – dijo titubeante mirando a Milton

-¿Que me están ocultando? - Frunciendo el ceño el menor sabia que algo no andaba muy bien, pero ni de cerca imaginaba lo que se le venía...

-Nada, pero no vas para allá, te venís al mío- Dijo Milton como si nada.

-¿Y eso quien lo decidió, si se puede saber?-

Carlos se sentó en la silla que allí había "esto se va a poner interesante" pensó, acomodó sus codos sobre las rodillas y apoyó su mentón sobre sus puños divertido viendo la escena que se representaba delante de él.

-Yo, y no esta en discusión-

-No tengo padre, tutor o encargado, soy mayor de edad y puedo hacer de mi culo un pito si así a mí se me da la maldita gana, vuelvo a mi casa-

-No-

Marcos tiró el bolso al piso, y de mala gana se sentó en la cama, cruzó sus brazos al pecho y con cara de muy pocos amigos miró al mayor

-si no es a mi casa no voy a ningún lado –

-Marcos por favor, no compliques mas las cosas, agarra tu bolso y vamos-

-¿Vos te pensás que estas hablando con un empleado tuyo? No te equivoques, antes de vos tomaba mis propias decisiones eso no va a cambiar, si no lo podes entender allá vos, me parece que va ser mejor que sigas tu camino-

El cincuentón se acercó y tomó por los lados la cabeza del rebelde y apoyando sus labios sobre la cúspide de sus cabellos lo beso y seguidamente hizo que lo viera a los ojos

-aunque me encantaría encadenarte a mi cama, solo sera por un tiempo, hasta que encontremos otro lugar donde te mudes, no voy a poder vivir sabiendo que estás ahí solo, a merced de él. A menos que estés pensando en hacer la denuncia, y ahí me quedaría mas tranquilo- Soltó su rostro dio media vuelta y se encaminó hacia la puerta.

Marcos rascó su nuca, restregó su rostro y una sensación de frustración se le notó en la mirada

-Dame las llaves del depa- Dijo a Carlos extendiendo la mano hacia él, este seguía expectante observando toda la situación viendo de reojo al mayor quien inmediatamente y con una sonrisa en sus labios dijo

-No vas a encontrar nada allí hasta tu guitarra está ahora en mi poseción-

-Sabes que eso no es impedimento de nada- Dice a Carlos, quien comienza a entrecerrar los ojos imaginándose lo que podría hacer el joven rebelde

-Marcos pensá bien lo que estas diciendo, no estás en la misma situación-

-¿Estas seguro? A mi se me parece bastante- Ya se le notaba cierta irritabilidad en la voz

La ultima canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora