"~Capítulo once~"

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Rellenito :v Es parecido al de "Primer amor". 

Sus manos se adentraron en mi camiseta y luego las metió dentro de mi sujetador, provocando que yo suspirara cuándo tocó mis pechos.

- Hi-Hiro. –y desperté.

¿¡DESDE CUÁNDO TENGO SUEÑOS HÚMEDOS CON HIRO HAMADA?!

Desde hace dos noches, esa es la respuesta a mi propia pregunta.

Siempre se corta en el mismo momento. Me despierto con las mejillas sonrojadas y la respiración irregular. Parece que mi subconsciente tiene la mente algo podrida y retorcida.

Me levanté de la cama y me coloqué el uniforme escolar, teniendo en cuenta que hoy debía hacer educación física y debería usar aquellos ajustados shorts. Sí, yo estaba acostumbrada a usar shorts ajustados y no me molestaba para nada que me mirasen debido a eso.

Pero los shorts de uniforme sobrepasan mis límites, me quedan cómo si fuera mi ropa interior.

**

A nadie le interesa mi aburrida mañana en la escuela, así que iremos directamente al glorioso momento dónde me dirijo hacia mi casa. Hoy no tenía ensayo, y Hiro vendría junto con su hermano casi a las seis, ellos y Cass se quedarían a cenar de nuevo.

Me coloqué una camiseta holgada y unos shorts ultra cómodos. Solté los broches de mi sujetador más sin embargo no me lo quité. Tomé uno de los libros que estaban sobre mi mesita de luz. No recuerdo su nombre ahora mismo. Pero sé que deje uno de los capítulos a la mitad para abrocharme el sujetador y atender a alguien, porque habían tocado mi puerta. Ese alguien era Hiro. Y me besó nada más abrí la puerta. Obvio no me resistí, le había extrañado aunque sólo fueron dos días los que estuvimos separados.

Mis manos fueron a su camiseta y se la quité sin dudarlo. Las manos de Hiro se metieron en mi camiseta y acarició mis pechos por encima del sujetador. La prenda nos comenzó a estorbar a ambos así que simplemente me la quité. Sonreí, dejando un beso en su cuello y provocando que se sonrojase. Su pecho se pegó al mío y las manos de Hiro trataron desesperadamente de desabrochar mi sujetador. Su amigo ahí abajo estaba bastante feliz de verme. Cuándo finalmente logró desabrocharlo lo dejé caer al suelo., y volví a pegar mi pecho al de Hiro. Provoqué un gemido por su parte al hacer eso. El pelinegro se separó de mí y me miró a los ojos. Le sonreí ampliamente. Él intentó bajar la vista a mis pechos pero simplemente apreté estos más contra su pecho. 

- Esto no está bien.  –dijo, mientras se separaba de mí. Le sonreí. - Tengo quince, tienes catorce. -me pasó mi sujetador pero simplemente me cubrí con mis brazos y fuí por mí playera. 

- No, no lo está. –dije, sonriendo.  – Me coloqué una sudadera sobre la playera para que no se viese de más.

- Isabellla yo...  –Hiro siguió mirando mis pechos a pesar de sus palabras.

Sonreí. Y aunque probablemente sea muy cruel para un adolescente que está pasando por un revoloteo de hormonas, puse mis manos en mis pechos y apreté un poco.

- ¿Tú crees que mis pechos son pequeños? –pregunté, fingiendo inocencia y mirándome en el espejo de mi tocador.

- ¿Por qué me preguntas eso? –preguntó él, mientras se acercaba y miraba mis niñas.

- Porque Gemma dijo que así eran. –hice un puchero.   –¿Tú lo crees?

- No lo sé... –dijo él, creo que hasta babea. 

- Siéntelas. –tomé sus manos y las puse sobre mis pechos. Hiro comenzó a manosear.

- No, Isabella, no son pequeños.  –respondió, pero sus manos no se quitaron.

- ¿Estás seguro?  –mi puchero volvió a aparecer. Y una sonrisa maliciosa adornó los labios de Hiro.

- Tal vez deba sentirlos por debajo de la camiseta.  –sus manos se adentraron en mi blusa y subieron lentamente hasta mis pechos.  –Mmh... veamos.  –los toqueteó y mordí mi labio cuándo sonrió maliciosamente. – Se sienten bastante reales, pero necesito ver si se ven reales. -sus manos fueron a los extremos de la playera y la levantó, alcé mis brazos facilitando el trabajo. Hiro quedó algo así cómo embobado cuándo al fin pudo ver mis pechos. Su vista se alzó hasta mis ojos y sonreí tímidamente. Su brazo se envolvió en mi cintura y me atrajo hacia él para poder besarme.

- ¡Hiro, Isabella! ¡La cena está lista! -gritó mi madre. Ambos nos separamos bruscamente y nos quedamos mirándonos un buen rato.

Tomé mi sujetador y cuándo estaba dispuesta a ponérmelo, Hiro me volteó y dejó un beso en medio de mis dos pechos.

Me sonrojé y comencé a vestirme rápidamente. Me metí al baño para ahuyentar el rojo de mis mejillas.

Enserio, no tenía planeado aquello.

Bajé las escaleras tranquilamente, luego de haberme puesto una sudadera encima de mi sujetador. Todos estaban sentados en la mesa, pero mamá aún no había servido la comida. 

El lugar junto a Hiro estaba vacío, así que me senté allí.

- Chicos, ayudaré a Jessica para servir la comida. –habló Cass, siguiendo a mi madre hacia la cocina.

Hiro sonrió, y me miró pícaramente. Metió su mano dentro de mi sudadera y de soslayo miré a Gemma y Tadashi no estaban prestando atención.

La mano de Hiro siguió subiendo hasta que se metió dentro de mi sujetador de nuevo. Mordí mi labio para no soltar ese vergonzoso sonido ante sus caricias. Sí, tengo catorce años y soy una pervertida.

Creo que debería ir a un convento para familiarizarme con Dios. Amén.


It's you [Hiro Hamada x OC] [Terminada]Where stories live. Discover now