11 • Motivado Por Ella •

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Andrew

He dejado a las chicas en casa para que conversen ameno y tengan su espacio. Yo necesito hacer unas cosas antes, tengo que cerciorarme de que la idea que tengo en mente se esté llevando a cabo.

Salgo de la casa con rumbo a la empresa y en el camino, me coloco el manos libres para hablar por celular sin descuidar la conducción.

Tres tonos y la voz fuerte pero amable de Henry atiende:

Pasado mañana el divorcio estará listo. Ya tengo los documentos tuyos en orden, solo faltan los de ella. —dice animado el abogado.

—Está bien, te llamaba para confirmar que podrás efectuar el enlace el sábado a las ocho de la noche como te había comentado. —inquiero, doblando en varias calles y acercándome a la empresa.

Si Andrew, eso es seguro. Cuenta conmigo. —suspiro aliviado.

—Gracias por todo Henry, me has ayudado bastante en esto. —musito con sinceridad.

No te preocupes, para eso estamos los amigos, además te tengo mucho aprecio Gredford. dice con cariño. Sonrío recordando que él era un muy buen amigo de mi padre.

—Está bien, no te me pongas sentimental. —mascullo burlón.

Eres igual que tu padre, un arrogante fanfarrón. me río con ganas y tras repasar los planes, me despido y justo en el mismo momento, aparco el auto en la acera frente al edificio.

Bajo y coloco la alarma, entro al vestíbulo y voy directo hacia el ascensor. Presiono el botón y cuando las puertas se abren y estoy apunto de entrar, una voz conocida muy feminina me detiene.

—Andrew querido —saluda con voz melodiosa Jeniffer. Sonrío a medias y entro a la caja metálica seguido de ella.

Frunzo el ceño y la miro por unos segundos, esperando que me diga que hace ahí de una buena vez.

»No me mires de esa manera Andrew, pareciera que quisieras eliminarme de tu vista. —dice en tono dramático.

—¿Qué quieres Jeniffer? ¿a qué se debe tu visita? —pregunto resoplando.

Se acerca a mi mordiendo su labio inferior y frunzo más el ceño. Capto sus intenciones y no me da buena espina. Presiona el botón de stop y el ascensor se detiene.

—Solo quiero pasar un rato más contigo, no estoy muy segura de que la mujer con la que estás te esté complaciendo en todo. —dice con voz seductora trazando un recorrido sobre mi pecho con su dedo. Detengo su toque y la sujeto fuerte de la muñeca aunque sin hacerle daño.

—Conozco muy bien tus intenciones, pero te he dejado muy claro aquél día en el restaurante que no quiero estar más contigo y por supuesto mi mujer me complace y es más de lo que un día pedí, así que si no quieres que te saque a empujones de la empresa, vas a hacer tu camino hacia la salida y no volverás a fastidiarme la vida —mascullo con seriedad—. Grábate esto Jeniffer: entre tú y yo no hay nada y soy feliz, no quiero arruinarlo. Por las buenas déjame de una jodida vez en paz.

Vuelvo a presionar el botón para que el ascensor continúa su recorrido y rápidamente las puertas se abren dejándome en el piso de presidencia. No me atrevo a mirar en su dirección pero puedo sentir su mirada de odio querer atravesarme.

Me siento culpable por los sentimientos que Jeniffer empezó a tener por mi, aunque claramente no es mi culpa. Antes de que empezara algo entre ella y yo, fui claro, como lo he sido con todas. No buscaba relaciones serias ni compromisos, solo sexo y compañía por un rato, ella lo entendió y le pareció excelente solo por tener mi atención unos minutos. Pero falló fatalmente al pensar que podría haberme enamorado de ella. No es una mujer fea, al contrario es muy bonita y con un muy buen cuerpo, la cuestión está en que no me fijé en ella como algo más que lo que le propuse ese día en la oficina. Ella se imaginó y se inventó un mundo conmigo y cuando realmente me enamoré y decidí apartarla de mi camino, para no tener que ver nada con ella, se enfureció pero pensó que podíamos seguir teniendo nuestros encuentros, cosa que no va a pasar nuevamente ni ahora, ni mañana y espero que nunca. Megan es la única mujer con la que quiero estar y estoy seguro de ello. Estoy apunto de dar este paso tan importante con ella y solo por ella, por nuestro futuro y el bebé que viene en camino.

Inevitable Entrega © |Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora