Capitulo 5

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-¡PAPA! Ayudame- Los gritos de Carl llegan a mis oidos como el rechinido de las puertas cuando les falta lubricante.

 Un grupo pequeño de tiburones se acerca hacia el. <<No hay tiempo>> Me repito. Mi padre se arroja al mar para ayudarlo. Otra vez, no se como reaccionar ante esta situación. 

La herida de Carl comienza a teñir el agua de rojo y otra explosión estremece lo que queda del bote.Los tiburones se acercan demasiado rápido, no habrá escapatoria de esta.

-¡RÁPIDO!- Comienzo a desesperarme. Mi padre se haya junto a Carl a unos metros de los tiburones. Mi padre se pasa un brazo por el hombro y los dos comienzan a nadar hacia el bote. Carl no lo hace tan bien, la sangre de la herida comienza a esparcirse. 

-¡Ahhhhggggg!- Grita Carl con lagrimas en sus ojos.

No lo veo ala  primera, pero hay movimiento debajo de el; un tiburón le ha mordido la pierna haciéndolo sangrar a montones. Otro se acerca por la espalda y logra arrancarle el brazo izquierdo que sujetaba mi padre. Otro se aproxima por debajo de el y le arranca la pierna derecha.

Mi padre ya no puede hacer nada por el, por Carl.  Intenta nadar hacia el bote.

Carl , suelta un bufido y desaparece en el agua, dejando consigo unos metros de agua de color rojizo. Estoy horrorizada, solo quedamos mi padre y yo, sin embargo un tiburón le muerde el pie y lo arrastra con el, mientras que un segundo tiburón  se acerca a el con demasiada  rapidez...

No quiero ver, las lagrimas empiezan a salir. No se que haré...

<<Boom>> Otra explosion estremece el lugar y me hace volar por los aires. Algo me golpea en la cabeza y quedo inconsciente.

               *       *      *                    

Siento un escalofrió en la planta de mis pies, poco a poco voy abriendo los ojos. Puaj, me duele la cabeza, me llevo la mano derecha hacia esta; tengo un enorme chichón y  siento las manos ásperas, les doy un vistazo, solamente es arena. El agua llega a mis pies, esta helada. 

Tardo tiempo en asumir los hechos, primeramente mi madre en llamas, después las explosiones, Carl siendo devorado por los tiburones al igual que mi padre y el bote hundiéndose. De tan solo recordar me vuelven a salir las lagrimas.

Poco a poco voy incorporándome.¿Donde estoy? Me pregunto. Miro a mi alrededor, solamente veo palmeras y arena; una isla. Estoy atrapada en una isla.

Aquella isla, donde solo se encuentra una gran variedad de palmeras y uno que otro tipo de arboles (bosquejo). Aquella isla,donde la luz del sol no ilumina mas allá que solo la pequeña parte de la costa, aquella isla donde la oscuridad es abstracta. Aquella isla donde la escapatoria sera inminente.

El alma se me sale del cuerpo, no siento mis brazos ni mis dedos; estoy en shock nuevamente. Mi mente no reacciona, estoy muerta en vida. 

Siento el cuerpo pesado, como si trajera un enorme peso desde el incidente del bote. La brisa da contra mi cara, me dejo caer a la arena. Esta es suave.

Ahora, ¿que haré?. Mis planes no eran quedarme abandonada en una isla desierta, tampoco tenia pensado que el bote iba a estallar en llamas. Me siento frustrada, mis ideas para el futuro han sido arruinadas, mi carrera, mis estudios, mis amigas. ¡Ohhh Dios! ¿Porque me haces esto a mi?.

Descubro que mi tristeza ahora se ha convertido en enojo, como el mar; como lo decía mi padre. <<El mar puede cambiar de un estado a otro>>. 

Tal vez no debí de ser muy dura con Carl en estos últimos años, tampoco debí haberme enojado con mi madre por no haberme dejado ir al baile de invierno el año pasado; tampoco debí guardarme aquellas cartas de mi ...

Me descubro golpeando la arena sin ningún sentido. <<Como si ella tuviera la culpa de mi mala suerte>>.

Me siento agitada, cansada; me comienza a rugir el estomago. Tengo hambre.

Me levanto de la arena, suavizando con las manos el rugido de tripas que ha comenzado a surgir. Vuelvo a mirar hacia los lados; al norte solamente hay palmeras, al este hay arena, al oeste mas arena y al sur tengo el codiciado mar. ¡Por Dios! Me voy a volver loca en este lugar.

Comienzo a caminar de un lado a otro, pensando detalladamente en mis posibles soluciones . El estomago no me deja de gruñir.

Me doy por vencida al notar que no hay nada a la redonda. Un ultimo pensamiento comienza a brotar dentro de mi cabeza, como una voz que te dice que hacer. 

<<Ve al bosquejo>> Me dice la voz internamente. El gruñido cada vez es mas fuerte.

Con una esperanza de encontrar comida decido entrar al bosquejo que tengo enfrente. Doy un suspiro y emprendo mi marcha. 

DesoladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora