La cárcel

Capitulo 4

Intente dormir, pero ese presentimiento aun me seguia fastidiando. Me levante para salir a caminar un poco pues había logrado obtener una llave de repuesto. Sigilosamente me levante para no despertar a clarie -que para mi mala suerte ya regreso del castigo- intente abrir la reja con mucho cuidado pero tarde mas de lo que esperaba.

Una vez afuera, me fui a la parte de atras; por donde acostumbraba entregar la mercancía, pero no contaba con que hubiera una persona alli, estaba de espaldas y el frio aire de la noche puso mis pelos de punta.

-¿Me estas siguiendo?- me pregunto, era Leila la que estaba allí- por que no creo aue te hayas arriesgado a salir de tu celda solo para darme las buenas noches- se burló.

-No claro que no, solo quise salir a caminar un rato- le respondi en tono cortante.

-¡Ohh! Pero que emocion la que te cargas hoy- me dijo con fingida emoción- ¿No has considerado trabajar de payasa?.

-¿Y tu no has considerado cerrar la boca?- le dije mirandola mal.

-Ahss, pero que genio. Pero no te preocupes te consedere el deseo de mi compañia- me respondio mientras se acercaba a mi lado.

-Yo no te pedi hacerlo- la miré- Supongo que a la guardia no le sentara mal llevar a alguien castigada por salir de su celda- le conteste coquetona.

-¡No me digas que viene!- se asustó.

Solo rode los ojos por la tan patetica e ingenua que es, no me imagino las razones por la cual esta aqui; y tampoco pretendo hacerlo eso a mi no me incumbe.

Pase el rato observando la luna, ese satélite natural que atrae a cualquier ser que tenga algún momento inestable, dándole una tranquilidad perfecta. Pero eso no puede llevarse acabo cuando tienes alado a alguien que habla hasta por los codos.

¡Maldición ya cierra la boca!

—Oye, se dice que estas aquí porque mataste muchas personas y que ahora la mafia te cuida por tan elaborado trabajo que cumpliste— me pregunto, pero sin mirarme a los ojos. Podía ver que la intimidaba.

— Aquí se dicen muchas cosas— dije mientras me acercaba a ella— ¿Quieres averiguarlo?.

—N...No, gr...gracias— y salió corriendo.

Solté una gran carcajada al ver el poder que tenía sobre ella. Esto será entretenido.

Al día siguiente encontre una nota pegada en la reja, al principio creí que había sido clarie para molestarme; pero cuando la vio me reclamó y me advirtió que ni estuviese jugando, porque se las pagaría.

Perfecto, una enemiga más.

Salí a comer como todas, hoy estaba sirviendo Frijol con arroz y como complemento pusieron puré de papá.

Que asco. Y eso que los miércoles servían un comida "decente".

Aún me sorprendía el hecho de que nadie haya muerto intoxicada o por envenenamiento, es sorprendente la asquerosidad con la que preparan esta comida— si es que se le puede llamar así— la cocinera no es una que una simple gorda con una espantosa verruga en la cara, y sus manos llenas de tierra, ni siquiera se las lavaba para servir esto.

No quise comer, mejor salí a caminar al patio; a observar tal vez como jugaban las chicas básquet o a fumar, cualquiera de las dos cosas era mucho mejor que comer eso a la que muchos le llaman comida. Al sentarme en la banca se siempre pude ver que esa irritante chica estaba jugando con las demás, y no pude pasar por alto que el horrendo uniforme que nos dieron lo había entayado a su medida dejando ver moldeadas curvas y sus contorneadas piernas.

Me levanté inconscientemente para dirigirme hacia ella, pero de repente en mi cerebro sonó un »click« recordando la nota que dejaron hoy en mi celda. Era ella, la nota la describía a ella; pero ¿Qué tenía que ver ella conmigo para querer hundirme? Esta chica no mataba ni a una mosca, se asustaba fácilmente con mi presencia ¿Por qué querria arruinarme?

Espero y lo disfruten, les invito a pasar por mi otra historia se llama "Perdón". Pueden encontrarla en mi muro y me encantaría que leyeran la de mi amiga Gav14 se llama "Aprendiendo de ti"
Ambas historias son LGBT.

Que disfruten su día ❤
🍃{°Dynalu°}🍃