Capitulo 19

54 2 0
                                    

En momentos de nerviosismo tiendo a imaginar cosas, pero estoy segura que esto no lo he imaginado, en verdad la vi.

Está viva, mi Alondra está viva.

Callo a mi subconsciente y mantengo la postura despreocupada, aunque por dentro tenga un caos no puedo permitir que me vean dudar. No esta vez.

-Entonces, ¿qué hizo después de ver el cuerpo de su hermana en el piso de la cocina?.

-No lo recuerdo exactamente - respondí- lo único que tengo son como pequeños fragmentos de ese instante. Recuerdo a verme arrodillado junto a mi hermana, observando todo alrededor como tratando de buscar algo que me dijera que eso no había pasado.

»No reaccione hasta después de unos minutos, porque Alondra me tomó de los brazos y me llevó afuera, nos subimos en su coche y después de unas cuantas cuadras me di cuenta de que estaba abandonando a mi hermana, quise regresar pero ella no me lo permitió. Pasaron los días y aún no procesaba completamente lo que había pasado, Alondra me ayudó a ocultarme y mientras ella trataba de seguir con su vida rutinaria, yo investigaba a mi padrastro y buscaba los lugares en los que posiblemente podría estar. Asistí al entierro de mi hermana sin que nadie se diera cuenta y la despedí en silencio. Supe por rumores, que mi padrastro se encontraba en casa de uno de sus amigos, así que no dude en ir a buscarlo; al verme quiso salir corriendo pero yo había sido más astuta y había bloqueado por fuera todas las puertas y ventas, cada una de ellas, sin dejar salida alguna. Lo senté, até e interrogué; el juraba no haberle hecho nada, pero después de un rato confesó.

Guarde silencio por lo que parece ser una eternidad, no podía revelar las cosas así como sin nada, y el abogado que me estaba interrogando pareció darse cuenta pues no me presionó.

- ...é-él me di-dijo que - suspiré- el me confesó que ella lo provocó y él como hombre tuvo que satisfacer sus necesidades, por lo que l-la vi-viol-ló y-y...

No pude más, el nudo en la garganta era tan fuerte que no pude retenerlo por más tiempo. Las lágrimas empaparon mis mejillas y nublaron mi campo de visión, podía escuchar lamentos y murmullos por la sala; era la segunda vez que lloraba hoy y me enojaba más eso, me enojaba que vieran lo débil que puedo llegar a ser, me enojaba que sintieran lástima por mi.

Poco a poco el nudo se fue deshaciendo y lo que antes era un llanto, ahora solo eran sollozos.

-Continuemos- dijo el abogado.

- Me dijo que había abusado de ella y después golpeado, pero que él no había sido el que la asesinó. Obviamente no le creí, y la rabia que recorría todo mi cuerpo quería actuar, así que la deje salir.

Guarde silencio.

-¿Qué fue lo que hizo? -preguntó con voz dura la que era esposa de mi padrastro.

No contesté.

-¡¿Qué fue lo que hizo maldita sea?! -gritó desesperada, queriendo pasar a los guardias para venir a arrancarme el cabello.

-Licenciado -habló el juez- controle a su cliente.

-Si señoría.

Se le acercó y le dijo algo en el oído, al principio puso una mueca y lo miró mal, pero al parecer después comprendió lo que le  dijo pues se relajó y regresó a su asiento.

-Señorita Ross, ¿podria explicarnos de lo que está hablando? -preguntó el abogado.

Miro a Robert por unos segundos y su mirada me informa que lo que diga influirá mucho en la sentencia de hoy. Así que decido contar lo que pasó.

******************************
¡Hola! Les traigo un capitulo más sobre el juicio, ya está tardando un poco xD pero solo queda uno más y se vendrá lo emocionante 7u7

¡Disfruten! No olviden votar linduras

La cárcel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora