Sol y luna, y otra vez sol.
No es la belleza de los astros lo que me ha cautivado, de hecho ni siquiera se han asomado a la ventana a visitarme y preguntar que tal estoy.
Aquí en mi bien más preciado a venido un bien preciado olvidado y me ha regalado un as de corazones.
Me di cuenta que era un buen regalo si venía mezclado con la perdida de la noción del tiempo, pues habían pasado dos soles y una luna y yo no me había percatado sino de la presencia de ese as de corazones.
Al final mi vista tropezó con un mazo de cartas y me hice una pregunta...
¿cual será la próxima carta?Cerré los ojos y me deje llevar por la magia, pues en ella confíe mi Ventura de salir victorioso de aquel casino donde el tiempo no es tiempo, los ases de corazones no valen lo que deben y la próxima carta siempre eclipsa a la anterior.
¿cuando saldré del casino?
Es fácil dijo el aire, solo has de despertar