🍁Un Sumiso Rebelde🍁jimsu

prólogo

- dime ¿a quién eliges? - preguntó con voz severa, sus oscuros ojos mirandolo fria y calculadormente, mientras su rostro era serio e ilegible, aquél señor de más o menos 39 años de edad, estaba parado enfrente del señor Min, su morena mano derecha sosteniendo una calibre 38 de color negra -

- p-por favor viejo amigo no no hagas e-esto - suplicó con voz quebrada, en aquel momento no le importaba perder su orgullo si su familia estaba en peligro, sus negros ojos pidiendo a gritos que los mirará, que volteara a ver a su familia y viera aquellas lágrimas secas en sus mejillas carmesí, tenía miedo, su corazon latiendo dolorosamente le decia que diera la vida por su único hijo de 9 años, aquél pequeño palido que era su mundo, aunque el no lo supiera. Y nunca se lo hubiera dicho.

Una sonora risa se escuchó en el lugar.

- ¡vaya! tu tan rapido olvidas las cosas, VIEJO AMIGO, te hice una pregunta ¿a quién eliges? - volvió a repetir, su voz fue intensificando se cada vez más oscura, fria y despiada, ahora su mirada se encontraba puesta en aquel niño peli negro, con una brillante piel de porcelana, sus ojos rojos y un poco hinchados de tantas lagrimas derramadas, y una que otras marcas rojas por su cuerpo, pero en aquel momento en que sus ojos se toparon con lo de él, pudo ver valentía en aquél niño, una valentia muy pequeña como si se aferrara a eso para no desplomarse, ¿por que no lloraba?, ¿porque se mantenía viendo aquella escena?, era su padre, su padre quien estaba apunto de morir, pero, la pregunta que mas rondaba en su mente era ¿porque solo lloro cuando vio golpear a su madre?, su sonrisa egoísta y cruel fue apareciendo cada ves mas grande - tienes a un hijo muy precioso Min -

- ¡¡NO LO TACARAS PARK TE LO PROHIBO!! - gruño brutalmente mientras se removia, tratando de safarce de las manos de los que lo tenian preso, pero cualquier movimiento era inutil, estaba inmovil, no podia hacer nada, sólo podía quedarse ahí viendo como aquella persona miraba a su hijo de una manera cruel -

- vaya no perdiste el tiempo, ¿cierto? pero mira que bien te salio Min - se acercó con lentos pasos donde el pequeño niño pálido, mientras pasaba una de sus gruesas manos por su delicada rostro de porcelana, tenia una suave piel - seras una buena partida para mi hijo - murmuró -

Sin decir nada más salió de aquélla casa con el pequeño niño en brazos.

- disparenlo - fue lo unico que dijo mediante el transmisor, antes de subir al auto negro que los esperaba afuera.

Escuchando desgarrada mente los gritos del señor Min diciendo que no se lo llevaran, que se detuvieran. Aquello no era el trato.

Que no se llevaran a su unico hijo.

- ¡¡PARK!! NOOOO - fueron las unicas palabras que se escucharon de esa casa, luego de los bajos tiroteos antes de que todo quedará en un completo silencio.

Y todo aquello basto para que la conciencia del señor Park quede tranquila....