1

15.4K 1.3K 78
                                    

Aquél auto negro se detuvo a las afuera de una mansión grande, su pequeño corazón palpitaba rapidamente, queria a su mama, ¿donde estaba?, ¿que le habian hecho aquellos señores extraños?, una fria brisa entro por la ventana haciendo erizar su pálida piel, el día se ponia cada vez mas frió, las manos grandes del señor Park jalaron sin mucha delicadeza a las pequeñas manos de yoon gi, haciendo que sus pequeños pies le siguieran sus pasos torpemente.

Sus pequeños ojos negros miraban atentamente cada lugar, desde el hermoso jardín hasta las personas vestidas de traje negro paradas en cada rincón.

Una vez que estubieron adentro, los pequeños ojos rasgados de yoon gi se toparon con unos orbes negros, piel más oscura que la suya y cabellos anaranjados lisos, estaba sentado, flexionando sus dos gruesos brazos mientras recostaba su cuerpo en el resplandor del sillón, desvío su mirada, sus profundos ojos volviendo la atención a su telefono, una sonrisa extraña adornando sus gruesos labios, parecía que estaba teniendo una conversación muy pasada de tono con alguien.

- jimin - demandó aquel señor que lo tenia aun agarrado de la manos, sus gruesos dedos morenos apretando un poco mas fuerte su delgada muñeca, como si aquel pequeño niño se fuera a escapar -

Miro de reojo aquellos dedos que parecían marcar su piel, aquellas manos, aquella piel que se atrevio a tocar a su madre.

Pestaño, tratando de borrar aquellas ideas, tratando de no llorar para volver a poner su atención en aquel joven.

Así que así se llamaba aquel chico frente a yoon gi.

Se preguntaba una y otra vez.

- si - respondio sin apartar la vista de su teléfono, sus canelas dedos apretando rápidamente el teclado de la pantalla.

- aquél hombre dio un fuerte suspiró haciendo que el nombrado levante su mirada, el joven de cabellos naranjas levantó una de sus espesas cejas - quiero que lo cuides - ¿porque aquel hombre de pronto decia aquellas cosas?, que no le basto con la muerte de su padre -

- no soy un niñero - sus ojos toparon ahora con los de yoon gi, sintio como aquella mirada penetraba hasta lo mas profundo de su ser, sus pensamientos, y causaba un pequeño temblor en su cuerpo -

¿porque sentia eso?

Sera por lo intimidante que se ve

- no te lo pregunte - gruño, sin decir nada mías salio de aquella casa asotando con fuerza la puerta

En aquel cuarto ahora solo se encontraba yoon gi y jimin, aquel silencio que los envolvio se volvio incómodo, aquella mirada sería y enojada que tenía aquel joven de cabellos naranjas no facilitaba nada.

- mira mocoso - la voz de jimin se volvio profunda, un poco ronca e irritada - hoy vendra mi novio en menos de 10 minutos, y si te veo rondando por aqui te la veras muy caro, y desearas haberte quedado en donde estabas -

Sin escuchar nada más de aquellos gruesos labios, salio corriendo escaleras para arriba, el pequeño cuerpo de yoon gi comenzaba a temblar ligeramente, sus pequeñas piernas delgadas temblaban, como si estuvieran avisando que se vendrian abajo, haciendo que su unico refugio sean sus delgados y pálidos brazos

Estar perdido no era lo unico que rondaba en su cabeza, no sabia a que cuarto ir ni hacía donde ir.

Aquella horrible persona igual a su padre no le había explicado nada.

Quería irse a casa.

Pero ya no tenía un hogar al cual regresar.

Dejó aquellos pensamientos atrás, para adentrarse a una habitación, todo en aquel cuarto era limpio, su vista se poso en la ventana que se encontraba alfrente de el

Las aves volaban libres, porque no podia ser como aquellas aves, como llego a esto...

Sus piernas ya no dieron mas, se dejo caer de espaldas en la pared, hasta que su pequeño cuerpo tocó el frio piso del lugar.

Y todo lo que habia aguantado, lo dejo salir en aquel momento.

Sus lágrimas caían una por una, hasta perderse en aquél frío piso, como su corazón se encontraba ahora, tan destruido y con una opresión enorme impidiendole respirar.

- te extraño mamá - eran las pequeñas palabras que salian de sus labios, con tanto dolor y tristeza.

🍁Un Sumiso Rebelde🍁jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora