🍁Un Sumiso Rebelde🍁jimsu

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Jimin suspiró lentamente por última vez, expulsando aquel aire que se habia quedado reteniendo sin ser consciente en su pecho, su moreno cuerpo aun seguia recargado en la pared, como si al separse sus morenas piernas se derrumbarian siendo incapaces de soportar su inestable cuerpo, llevo una de sus temblorosas manos a su pecho, podía sentir como los latidos de su corazón comenzaban a calmarse, cerró sus dedos en un puño mirando de reojo por última vez aquella puerta negra donde se encontraba el pequeño cuerpo pálido de yoongi, antes de bajar lentamente por las escaleras.

Su mente era un caos.

¿que estaba pasando con él?

Yoongi es un niño. ¡un maldito niño que irradia perfección e inocencia!

Y el estuvo apunto de acabar con él, cerró sus manos en un puño una vez que sus piernas terminaron de bajar el último escalón.

Sus pensamientos siendo sacados a la realidad al solo ver aquella escalofriante imagen delante de él.

Sus gruesos labios se abrieron en sorpresa al ver a su padre recostado en el marco de la puerta con la atenta mirada de sus manos limpiando su calibre 38 color negra con un trapo que antes era color blanco ahora manchada de colores oscuros y espesos.

Fruncio sus espesas cejas negras en confusión. Su padre nunca fue de aquéllas personas que se paseaban por su casa mostrando aquel dominio y superioridad a las demás personas.

Su sólo cuerpo recostado en el marco de la puerta producía unas vibraciones oscuras y frías. Aquella intensa mirada guardaba montones de palabras.
Y eso sólo significaba una cosa.

Su padre estaba enojado.

Abrió sus ojos al escuchar un suave jadeo provenir de un costado de la sala, su cuerpo quedandose inmóvil al escuchar mejor un suave llanto amortiguado.

Giró rápidamente la mirada y su corazón se detuvo. Aquellas calientes lágrimas picando detrás de sus ojos mientras todo pasaba en cámara lenta.

Sus piernas avanzaron temblorosamente por si solas al cuerpo inconsciente de taemin desangrandose en el suelo.

Aquel color rojo oscuro que rodeaba su fornido cuerpo pintaba completamente la alfombra que antes era blanca de la sala.

Cerró con fuerza sus ojos al ver aquel pecho moverse lenta y temblorosamente.
Sus blancos dientes temblaron al escuchar mejor la suave y dolorosa respiración que tenía el cuerpo ahora pálido de taemin.

Su corazón se oprimio en respuesta al ver a su lado, el pequeño cuerpo de jung llorando, hoseok se encontraba arrodillado tapando sus temblorosos labios con sus inestables manos, tratando de callar aquellos gritos de dolor que querian salir al ver a su hermano mayor morir de aquella forma tortuosa y lentamente. Sus bonitos ojos negros ahora color rojo, por aquellas calientes y gruesas lágrimas que no dejaban de salir recorriendo sus ahora carmesí mejillas.

Una pequeña lágrima resbaló por su mejilla al tocar el tembloroso hombro de su amigo.

Aquél sonriente y alegre muchacho que siempre admiraba hoy se encontraba destruido y sin vida llorando en el suelo de su sala.

Aquello dolía.

Dolía más que una bala en su cuerpo.

Miro de reojo a un costado, y odio haberlo hecho, su corazón estrujandose en su pecho de dolor, al ver el cuerpo de jin emitiendo pequeños temblores los cuales trataba de calmar mientras abrazaba fuertemente a su pequeño hermano menor.
el pequeño jungkook aferrandose con todas sus fuerzas a su dorso.

Jungkook no se merecía mirar aquella escena.

Jungkook no se merecía entrar al mundo de porquería que vivían.

Jungkook se merecía vivir una vida normal.

Apretó con fuerza sus manos en un puño a la vez que miraba furiosamente a su padre.

Las calientes lágrimas queriendo bañar sus ojos de impotencia.

- ¿no llamaras al Doctor Park, padre? - gruño molesto, su cuerpo sintiendo una extraña opresión situarse en la boca del estómago, aquel sabor amargo siendo difícil de tragar, aquel presentimiento envolviendo todo su cuerpo -

El señor Park levantó la mirada, sus dedos delineando la superficie fría y lisa de la calibre negra.

Como si aquella escena no le afectará en nada.

- si su cuerpo no puede resistir una simple hemorragia, entonces no está preparado para ser uno de mis hombres - sus ojos miraron atentamente a jimin, tratando de analizar aquella forma peculiar de hablar que tenia su hijo - si quieres sobrevivir en este mundo tienes que desconfiar hasta de tu propia sombra jimin -

Jimin trató de avanzar un paso pero un cuerpo grande con bata blanca entró a la habitación, seguido de dos personas más.

- ¿aún sigues pensando que yo hago las cosas sin haberlas calculado? - preguntó, sus ojos miraron por ultima vez el cuerpo de taemin ser atendido por los doctores antes de darse la vuelta y salir de aquella habitación.

Sacó el celular de su bolsillo, mientras recordaba la imagen de los vídeos de la cámara de seguridad que minutos antes había visto.

La joven pálida de ojos rasgados y cabellos oscuros escapando de aquella casa.