Querido abuelo;
Lo sé, lo sé, pensaras que parezco un gran pelotudo haciendo esto, me escapé por una razón y lo sabes.
A lo que viene está carta, recuerdo cuándo tenía ¿4 o 8 años verdad? Me caí de la bicicleta, tú apenas podías caminar.
Y igual viniste a auxiliarme, viniste corriendo, y el doctor te prohibía correr.
Agradezco eso, cielos, y cuándo me compraste para mi perro.
A mi papá le valió un comino mi cumpleaños, pero tú fuiste el único qué se acordó... Te amo abuelo.
—Tú nieto Golden Jr.