Querido abuelo;
No sé qué hago escribiendo esto realmente, jamás te llegué a conocer ni tampoco se cómo eres.
Iré al grano, tal vez nunca te conocí viejito, pero espero con ansias el día en qué te conoceré.
Tocar tú barba, espero qué sea cómo la de papá Noel.
—Deuz.