Capítulo VI - Siete Colores.

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Poco a poco fuimos accediendo a los diferentes castillos con ayuda de algunos sirvientes de los castillos Van Vanner o Bagley. Encontré varias coronas de príncipes, pero ninguna de un rey, todas habían sido raptadas, lo cual era una amenaza muy grande para nuestro mundo...

Hellmont encendió un televisor algo antiguo que reposaba en un depósito de Esperanza Navarro, la monarca sirenas... En las noticias mostraban como un gran grupo de sobrenaturales atacaban la base de Blood Rush, sentí bastante miedo por los reclutas a los cuales había dejado encerrado por su bienestar, pero una silueta robó mi atención, era Saúl desviando cada ataque que podía, junto a mis subcapitanes y al suyo, estaban en un buen trabajo, pero debíamos asistirlo.

— Necesitamos ir allá... ¿Sabrás luchar Charlotte? — Ella sonrió sacando un yoyó de su bolso.

— No habría dejado que nadie me tocara un cabello en el domo si hubiese entrado — Dijo ella de forma amenazante, y sin tomar más tiempo, salimos del último castillo, ya nos habíamos quitado la apariencia radical que nos había dado Charlotte, poco a poco, varias personas se dieron cuenta de nuestra existencia, y que nuestro rumbo era hacia la base de Blood Rush.

— Detengan a los traidores — Dijo una voz, varias personas se nos acercaron, pero Charlotte lanzó su yoyo contra ellos, haciéndolos caer, algo estaba demasiado claro; no podíamos perder el tiempo contra otras personas.

Seguíamos corriendo, lo más rápido que se nos permitía a todos, aún nuestros poderes seguían restringidos, lo cual me parecía un truco demasiado sucio. Entre las prisas, perdimos a Charlotte, pero por más que me preocupaba, yo debía seguir corriendo...

La base estaba comenzando a incendiarse por fuera, ya que varios sobrenaturales lanzaban bombas molotov en contra de la estructura, vi como uno la estaba preparando, así que fui hasta donde él y le asesté una patada en la cara, dejándolo inconsciente en el suelo, esto sin duda llamó la atención de otras personas, que se acercaron a combatir conmigo, saqué mi espada y esperé el primer golpe de mis oponentes...

Mis dos compañeros, Isa Hellmont y Jhon Petrova estaban apagando las llamas de la base, mientras Saúl y los subcapitanes les protegían las espaldas. Charlotte volvió a aparecer, pero ahora venía acompañada, me encontraba perplejo, ¿Por qué vestían un uniforme del color que le había correspondido si hubiese sido secuestrada en el primer domo?

— Al parecer ellos me encontraron a mí — Dijo señalando a las personas que venían con ella — Son varios de los que recibieron cartas, como yo.

Los acompañantes de Charlotte nos ayudaron a combatir contra todos, poco a poco fueron retirándose al ver que no podían contra nosotros, y las llamas fueron apagadas con éxito... Ahora yo requería una explicación de todas las nuevas caras que estaban junto a Charlotte.

— ¿Lo podríamos hablar en un sitio más tranquilo? — Pregunté, sentía que me estaba mareando.

Charlotte miró a los demás, todos ellos asintieron sin problema — Sí, vamos.

— Nosotros nos mantendremos acá — Dijo Nat.

— Nosotros también — Apoyó Petrova y Hellmont.

Entré a la base, saludé a varios de los reclutas, accedí al parlante para notificar las razones del encierro, explicando lo mejor posible que era para la seguridad de cada uno de ellos, y que los capitanes estaban dando sus mejores esfuerzos junto a los tenientes para volver todo a la normalidad.

Luego fuimos hasta mi oficina, donde alcancé una lata de sangre, me la tomé y me senté, dejando mis brazos reposar en mi escritorio, definitivamente mi salud no estaba mejorando en estos últimos días... — Bien, los escucho.

{EDITANDO} DW - LealtadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora