Cap.4

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El profesor ya nos recogió los exámenes y podía saber como le salió el examen a Alanis solo con verle la cara.
La próxima clase era interpretación, asignatura que escogimos Alanis y yo porque trabajábamos juntas en casi todas las interpretaciones.
-Buenos días clase-todos nos sentamos al rededor de la profesora, todas las mesas estaban juntas en forma de u para que todos pudiéramos ver a la profesora sin que nadie estuviera en medio.
-Como sabéis vuestra graduación está cerca así que hoy empezaremos ya a ver la función que tendrá cada uno en la organización del baile.
Como todos los años, el baile queda en nuestra mano, ya que cuenta como una prueba para la nota final, más concretamente, la organización del baile ocupa más de un cincuenta por ciento de la nota-la profesora cogió unos impresos que estaban en el cajón de su mesa y nos repartió uno a cada uno. En el impreso aparecía la función de cada estudiante en todo el proceso de organización, Alanis se encargaba de las relaciones públicas vendiendo las entradas al baile y repartiendo folletos a padres y profesores que aun trabajaban en el centro y los jubilados, yo sin embargo me encargaba tanto de la decoración del gimnasio(donde iba a ser el baile) como de la decoración del salón de actos para la entrega de diplomas. Esto por una parte me parecía bastante entretenido y divertido, pero era bastante trabajo por lo que si le sumamos los exámenes finales creamos una mezcla explosiva.

El timbre de la última hora sonó y Alanis y yo recogimos las cosas y salimos por la puerta mientras hablamos de nuestras ideas sobre la decoración ya que a mi no se me ocurría nada original.

Nos subimos las dos al coche y Alanis conectó su teléfono para poder escuchar su playlist y ver canciones para el baile de graduación, Kevin, que se encargaba de la música nos pidió títulos de canciones para meterlas en la lista. Empezamos a disfrutar de cada una de las canciones y empezó a sonar "girls like you" de Maroon 5 y subí el volumen para poder cantar cada nota a pleno pulmón, esta canción nos la sabíamos las dos entera, cada estrofa, cada verso, cada palabra...llegábamos a casa de Alanis y bajé el volumen mientras bajaba la velocidad y colocaba el coche justo en frente de la casa de mi mejor amiga. Fuera estaban Rosa y Alex arreglando lo que parecía ser una parte del suelo del porche, me aparté un mechón de pelo de la cara poniéndolo detrás de mi oreja y abrí la ventanilla donde estaba sentada Alanis, que ya estaba junto a ellos ,para saludarlos.

-buenas tardes señora López-ella se giró sorprendida hacia mi con cara sonriente y se acercó a mi coche al ver que era yo.

-Qué te he dicho Cia?.

-Lo siento Rosa, es la costumbre.

-pero si a este paso ya me podrías llamar hasta mamá-y no le faltaba razón, la conozco desde hace cuatro años y siempre me ha tratado como una hija más, desde el minuto uno. Le dediqué una sonrisa y vi como Alex también se acercaba a mi coche con una sonrisa.-Por qué no te quedas a comer? he hecho tu comida favorita-el pollo de Rosa era lo mejor que había probado hasta ahora, solo oír hablar de él hacía que se me callera la baba, el toque que le daba la piña era exquisito.

-ojalá pudiera pero a mi padre le cambiaron el turno y está conmigo para comer, ahora mismo voy a buscarlo a casa para ir por ahí a comer.

-no pasa nada cariño pero si puedes pásate por la tarde, sabes que Alanis no estudia si no tiene a alguien que la obligue a ello-suelto una carcajada y le hecho una mirada divertida a mi mejor amiga que miraba con cara asesina a su vecina que miraba de reojo desde su ventana a su hermano, Alex al verla le dedicó una sonrisa a su hermana y volvió la mirada hacia mi quitándose el pelo de la cara.

-si, así aprovecho y hablo contigo un momento si no te importa- yo tragué fuerte y le dediqué una sonrisa en forma de afirmación.
-claro, sobre las tres me tenéis aquí molestando.-todos me sonrieron y se apartaron de mi coche para que pudiera arrancar. Al llegar a casa le mandé una llamada perdida a mi padre para que saliera y cinco minutos después estaba abrochándose el cinturón mientras yo arrancaba y me dirigía hacia el centro comercial.
Ya sentados en la mesa vi como mi padre se ponía nervioso.
-tenemos que hablar hija...yo...-de repente vi como la mirada de mi padre se desviaba hacia la zona que se encontraba detrás de mi, me giré y vi la figura de una mujer que conocía bastante bien acercándose con la cabeza baja jugando con sus manos mientras se acercaba.
-hola hija
- no soy tu hija, no pasaste el tiempo suficiente conmigo como para poder considerarte mi madre. - ella se sentó algo incómoda al lado de mi padre que la veía con cara de pena, como podía hacer eso, lo único que lograba sentir yo era asco, desprecio...
-cariño escúchala...
-está bien pero que me conteste a unas preguntas y entonces podrá decir lo que quiera y la escucharé- ella me miró aun con cara tímida y depresiva, lo que sabía es que no me daba ninguna pena.- cual era mi juguete favorito de aquella?-al ver que no podía responder a mi pregunta seguí preguntando-mi desayuno favorito?-nada-que dibujos animados veía?-5...-color favorito?-4...escóndete bien que allá voy-que canción me gustaba escuchar para dormir-tres...-el cuento que me leía papá cansado recién llegado de trabajar todo el día-2..-mi cumpleaños?!!-uno allá voy!-cuantos malditos años tengo Ashley?!!
-19...
-aun menos mal que eso si que lo sabes-la miré con mas desprecio todavía-tú no eres mi madre-lágrimas empezaron a descender por sus pómulos rosados y mi padre le agarraba las manos, relajé mi expresión y la miré de manera neutra-viniste andando?-ella asintió con la cabeza, saqué las llaves del coche de mi bolsillo y se las tiré a mi padre que las cogió en el aire-llévala a donde sea que esté y que desaparezca para siempre. 
-hija
-no papá- no me gustaba nada la encerrona que me había organizado, que pensaba? que iba a perdonar a lo que se supone que era mi madre de la noche a la mañana después de que nos dejara tirados tantos años ?-adiós Ashley.-me levanté de la mesa y me puse a caminar hacia la salida del centro comercial, estaba a media hora de casa y la verdad el cielo no tenía muy buena pinta pero necesitaba andar, tenía demasiada rabia dentro, no llevaba ni cinco minutos caminando cuando empezó a llover con bastante fuerza, en ese momento las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos camuflándose con las gotas de lluvia que empapaban mi rostro, seguía caminando distraída cuando el ruido de un claxon hizo que me volviera a centrar y me sequé la cara con la manga de mi chaqueta, que estaba empapada por la lluvia .
-Ci?-Miré hacia el coche y vi a la señora Rosa en su coche apartada de la carretera, al ver mi estado salió del coche con el paraguas y vino corriendo hacia mi-vamos cariño te llevo a casa- eso es lo bueno de la señora Rosa, nunca pregunta que me pasa, se preocupa mas por tranquilizar mi estado y hacer que me sienta mejor en vez de meterse en las razones del problema.
-le importaría si voy a su casa? no quiero ir a mi casa ahora.
-y tu padre?
-esta con mi madre...-en cuanto dije aquella frase me agarró con sus brazos y me llevó hacia el coche abriéndome la puerta del copiloto.
Se puso a marcar un teléfono en su móvil mientras se lo ponía en la oreja en medio de un semáforo en rojo.
-cariño hazme un favor y prepara tu cama de abajo, Cia se queda a dormir-hizo una pausa-tu hazlo si?-colgó en cuanto vió que el semáforo se ponía en verde y yo no pude evitar ponerme a llorar de nuevo.
Al llegar escuché los pasos acelerados de Alanis acercándose a la entrada y al ver mi estado se acercó a abrazarme. Delante de mi estaba Alex mirándome con cara preocupada.
-voy a prepararte un baño, tienes que quitarte esta ropa-hija bájale un pijama a Cia mientras se lo preparo si?-ella asintió con la cabeza y subió corriendo las escaleras hacia su habitación, Alex aprovecho esto para acercarse y abrazarme
-vamos no puedes estar así, tu maquillaje está mas corrido que el de aquella chica de la discoteca-al recordar aquella escena de aquella chica a la cual se le veía medio culo y sus medias de rejilla le quedaban tan apretadas que sus piernas sobresalían por los agujeros, aquella muchacha que le había intentado tirar los trastos a Alex estaba tan sudada que su maquillaje estaba todo estancado en su cuello no pude evitar reírme.-mucho mejor, tienes una sonrisa preciosa.- volvió a acercarse a mi pero la puerta del baño empezó a abrirse
-ya está cariño, date prisa en quitarte esa ropa toda mojada o te pondrás enferma. -fui corriendo a abrazarla, y susurrándole un gracias bastante tenue me dispuse a caminar sin prisa alguna hacia el baño, me quité la ropa y metí todo mi cuerpo dentro del agua, hundí la cabeza unos segundos dentro del agua y relajé todo mi cuerpo. Aquel día había dado un giro de 180º.

EL HERMANO DE MI AMIGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora