-Cia...-notaba como alguien me acariciaba la cabeza provocándome mi primera sonrisa del día. Rosa. Sonrisa que no duró mucho -tu padre está abajo.
Me levanté dedicándole una falsa sonrisa para que no se preocupara y me levanté desganada poniendo mi melena despeinada tras mis orejas para bajar a junto de mi padre.
-felicidades hija-no podía seguir enfadada con él, era mi padre y se le veía cansado, como si no hubiera dormido en toda la noche.
-gracias papá-me acerqué a él y lo abracé aún dormida.
-Por qué no te vistes y vamos a casa? te tengo una sorpresa-yo le sonreí con desgana y subí las escaleras para entrar en la habitación de Alanis donde ella aún dormía, al oírme entrar abrió levemente los ojos y se recostó en la cama.
-Cía?
-es mi padre Alanis sigue durmiendo tranquila-me acerqué a ella después de que se volviera a acostar y le besé la frente para acabar de vestirme y salir de allí cerrando la puerta cuidadosamente.
-Cia?-Alex estaba en la puerta de su habitación con el pantalón de pijama y la misma sudadera de ayer pero con el pelo todo despeinado que le tapaba esos ojos claros que tenía que recién levantado eran más claros todavía.
-mi padre vino a buscarme-me puse el mechón de pelo que me colgaba delante de mi cara tras mi oreja y el sonrió.
-y tu estas mejor?
-si, la verdad es que si, y tus heridas que tal están ?
-muy bien gracias a ti enfermera-no pude evitar ponerme colorada y escondí mi cara bajándola mirando hacia el suelo, pero el se acercó a mi, me agarró el mentón y me puso mirando hacia él.
-me alegro de que estés bien, a ver cuando te vuelvo a ver eh ?
Después de dedicarle una sonrisa bajé las escaleras y me encontré a Rosa hablando con mi padre en el pasillo esperando a que yo bajara, al verme, ambos me dedicaron una sonrisa y Rosa se acercó a mi
-bueno cariño, vuelve cuando quieras eh-me cogió y me dió un fuerte abrazo
-muchísimas gracias Rosa y siento muchísimo las molestias.
-no seas tonta hija mía, no es ninguna molestia tenerte aquí con nosotros ya sabes que eres bienvenida aquí siempre que quieras-le dediqué una sonrisa y tras darle otro corto abrazo salí por la puerta con mi padre. Entramos en el coche y tras abrocharme el cinturón ya empezó la charla que más me temía.
-tu madre...estaba enganchada a las drogas hija...-lo miré bastante sorprendida-se fue porque yo no dejaba de presionarla.
-no es culpa tuya papá, se fue ella solita porque ella quiso
-se está muriendo Cia ...-aquello no se por qué hizo que me diera un vuelco al corazón-se arrepiente de lo que hizo, se fue en busca de ayuda, ya está reformada.
-y se muere?-no sabía por qué pero empezaron a caer lágrimas de mis ojos, mi padre al verme apartó el coche a un lado de la carretera y se giró para verme.
-eii-acercó su mano para secarme las lágrimas con el pulgar-no pienses en eso vale? es tu cumpleaños y te tengo un regalazo chachi piruli-que mi padre hablara así siempre me hacía muchísima gracia y no lo podía evitar.
Al llegar a casa subí directa a mi habitación para poder cambiarme de ropa y vi un pequeño sobre encima de mi cama con un lacito pegado, lo abrí y dentro me encontré tres billetes de avión con destino a
-felicidades cariño-volví a mirar al sobre.
-Italia?
-son para ti, Alanis y Alex-cuando dijo el nombre de Alex el corazón empezó a latirme más rápido. -son para dentro de dos semanas ya hablé con Rosa para que se lo dijera a sus hijos-me giré y fui junto a mi padre para darle un gran abrazo.
-muchísimas gracias papá- mi padre salió de la habitación tras dedicarme una dulce sonrisa y mi teléfono empezó a sonar.
-Italia allá vamos!!! mañana vamos de compras y no acepto un no por respuesta. De fondo escuchaba la voz de Alex.
-lo siento no pude pararla-eso hizo que soltara una pequeña carcajada.
Cuando quise darme cuenta allí estábamos Alanis y yo en la puerta de la universidad y Alex estaba de frente en el coche de Rosa esperándonos para irnos de compras, paseamos por todas las tiendas y el pobre de Alex cargaba con las bolsas de su hermana mientras ella saltaba y corría por todo el centro comercial, yo me compré un par de camisetas y un vaquero bastante ajustado y Alex dos camisetas mientras que Alanis se llevó medio centro comercial.
-vamos Cia cómpratelo!!- yo me miraba una y otra vez al espejo mirando aquel top azul que me había cogido Alanis para que me lo probara.
-no se yo...
-llevatelo, te resalta los ojos-miré hacia atrás con el espejo y vi a un Alex sonriente, pero fijándome bien vi a la dependienta babeando y hablando de Alex con otra chica que trabajaba con ella, al ver para donde se dirigía mi mirada Alanis se giró para mirarlas sin ningún tipo de vergüenza y ellas la miraron tragando fuerte.
-se os perdió algo en mi hermano? no verdad? pues recoged las bragas que se os han caído y volver al trabajo, ellas pusieron una expresión de indiferencia y se fueron a la zona de la caja.
Alex no pudo evitar reírse y yo mientras me quité el top para ir hacia la caja a pagar. Me lo llevo.
Entramos en el coche con los batidos recién comprados y nos fuimos a casa de Alanis para dejarla ya que tenía que ir a hacer unos recados con Rosa y Alex me llevó de vuelta a mi casa.
-en realidad...podrías llevarme a esta dirección? -el miró para mi móvil y afirmó con la cabeza mientras hacía un giro brusco de volante.
-quedaste con alguien?
-si-le dediqué una sonrisa antes de decirle con quien-con mi madre.

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EL HERMANO DE MI AMIGA
Teen Fiction-estas loco si piensas que me atraes aunque sea un poquito -niegamelo-me puso esa sonrisa, sabeis? Esa sonrisa que hace que tu corazon te juegue una mala pasada, pero cuando pensé que mi corazon no podía aguantar otro golpe como ese, se acercó más a...