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•Dylan•
Al año de mi relación con Jensen, un lunes 21 diciembre, a días antes de mi cumpleaños, mientras regresábamos de una pequeña reunión familiar, ambos teníamos hambre, así que fuimos a cenar algo con Andy en "Dix's felice". Al llegar al lugar nos sentamos en dónde siempre, mesa para dos junto a una gran ventana con un pequeño letrero neón. Ordenamos una pizza grande y dos bebidas de limón. Al terminar, Jens le dijo Andy que era hora, no entendí que quiso decir con eso, así que supuse que era una forma de pedirle la cuenta.
En menos de 5 minutos llegó Andy con una charola en mano y sobre ella dos pequeños platos, cada uno con una rebanada de pastel de chocolate de los que solía hacer Andy, era mi favorito.
Un par de chicos con guitarra entraron al lugar y fueron directamente hacia nosotros, los mire confundida y les dije que así estábamos bien. Jens les asintió con la cabeza en forma de decirles que siguieran con su canción y ellos continuaron, pude reconocer de qué canción se trataba, era "My love" de Sia.
Jens y yo estábamos platicando de nuestros planes para esta Navidad, tomé mi tenedor y di un pequeño corte a mi rebanada. Al dar el segundo pude sentir algo dentro del pastel, era como una pequeña pelotita o algo así sentí...con ayuda de mi tenedor en mano desmoroné el pastel hasta que un pequeño pedazo de metal quedo de fuera.
Un anillo, era un anillo lo que saqué del interior. Enseguida Jensen se levantó de su lugar poniéndose frente a mi y arrodillándose tomando mi mano y con su otra mano agarrando el anillo soltando las palabras "¿Quieres casarte conmigo Dyl?".
Pasaron tantas cosas por mi mente en tan sólo segundos, pero acepté.

El día de Navidad el compromiso se hizo oficial, mis padres y el padre de Jens junto con Andy, asistieron a la cena para hablar de ello.

Al cabo de un mes la mayoría de los preparativos ya estaban listos, faltaba exactamente una semana para la boda y solo hacía falta que me entregaran el vestido al que le hicieron unos ajustes y los centros de mesa.

•Wes•
Me alejé de la cámara alzando la mirada tratando de ver si era...si era ella.
Su cabello y su sonrisa era tal y como la recordaba, intenté capturarla en imagen y así estar seguro de que mi visión no me estaban engañando. Tomé la cámara e intenté hacer zoom y enfocar, hasta que de repente ...una niña llegó por mi costado y a decir verdad me asustó por la forma en que me jaloneó del brazo y empezó a gritarme que la ayudara, enseguida colgué la cámara de mi cuello y salí corriendo unos cuantos metros con la pequeña, por un momento pensé que tal vez le había pasado algo a alguna persona, llegamos a un sicomoro y busqué esperando encontrar quizás a alguien tirado pero no logré ver a nadie,¿entonces qué era lo que estábamos buscando?

-¡Ahí, ahí!.-gritó la niña, señalando hacia arriba del árbol. Enseguida levanté la vista y ...¡¿ES ENSERIO?! ¡¿UNA PELOTA?!.

-¿Todo por una pelota niña?.-dije algo enfadado por haberme traído hasta aquí solo por eso. Estuve a punto de ver si ella había regresado y ahora no sabré porque me distraje todo por una jodida pelota.
Miré con el ceño fruncido a la pequeña y no pude negarme a bajarle su pelota, ya estaba aquí y al menos le ayudaría en ello, además de que su mirada fue tan convincente, tal como la de un perro cuando te ve comer una pieza de carne.

-¡Gracias! Y perdón por decirte a ti, es que mi hermano se quedó en la casa y vine al parque solo con mi vecina.-dijo aquella pequeña de cabello rizado y rubio con una sonrisa.

-Descuida, pero ya es tarde...deberías ir a casa con tu hermano...her...hermano...¡Demonios, Nora!. Tengo que irme pequeña deje a mi hermana en el columpio...-grité mientras corría en dirección a los columpios rezando porque ningún roba chicos se la hubiera llevado.-¡Carajo!, como pude olvidarte pequeña bola de carne con patas. Que esto quede entre nosotros,¿quieres? Un secreto entre hermanos.-le dije a Nora sacándola y cargándola del columpio como si fuese a contestarme. Ella solo soltó una risita.-Que bueno que esto te parezca divertido, así siento menos culpa.-negué con la cabeza por las estupideces que le decía a mi pequeña hermana y porque casi la olvido en un parque.

-Recuerdos de un amor.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora