IX

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Llegó el domingo. Cuando el alcalde le dio la palabra, nuestro Lord comenzó su sermón.
Nuestro Lord, era una persona que el alcalde siempre respetó y admiró, además de que era el superior en la organización religiosa. Vino especialmente para "salvarnos de nosotros mismos", y dio un sermón que duró por horas. Quería velar por nuestro propio bien y en vez de querer purificar nuestra impura sangre de paganos como nosotros, intentó enseñarnos como purificar nuestra alma y encontrar el camino del bien y la felicidad por nosotros mismos.

Pagano ¿Eh?... Me pregunto si él fue uno también.
Uno de los primeros en acceder fue mi amigo, quien me invitó a comer hace unos días, poco después de eso, su personalidad se había tornado de tranquilo y amable a violento y hostil. El Lord nos repetía que si uno de nosotros no asiste, no seremos capaces de encontrar el camino a la felicidad.

La organización religiosa estaba ahí para protegernos y salvarnos de nosotros mismos. Una acción bastante generosa, según ellos.

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