II

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"Sé que es tarde, sé que estás cansado, sé que tus planes no me incluyen. 

Todavía estamos aquí solos, anhelando un refugio. 

Por qué  nos preocupamos, a nadie le importará

mira las estrellas tan lejos

Tenemos esta noche, ¿quién necesita el mañana?

Tenemos esta noche, ¿por qué no te quedas?"

(We've got tonight- Glee)


Cuando dijo que probar los labios de aquel hombre debía ser la cosa más exquisita del mundo, estaba equivocado.

Hacer el amor con aquel hombre, era sin duda, el acontecimiento más exquisito que alguien pudiera experimentar.

LuHan no planeó irse a la cama esa noche acompañado y menos con alguien como Sehun.

Los besos, las caricias y el hecho de que aquel Adonis supiera hasta qué punto llegar para que Lu explotara de placer, hicieron que ambos perdieran el control. (Y el sentido común, también).

Y es que cuando despertó al día siguiente, ni siquiera tenía idea de donde se encontraba. Ese definitivamente no era su apartamento, por lo que se dio algunos segundos para tratar de recordar.

No era nada del otro mundo conocer a alguien en una fiesta, beber de más y terminar en la casa de alguno teniendo sexo desenfrenado. 

Sólo que LuHan esperaba que le pasara de todo menos aquello. 

Buscó la manera de salir de la cama pero los brazos pesados de Sehun lo tenían a su merced. Trataba de hallar la manera de poder levantarse sin despertar al chico que lo tenia envuelto entre sus brazos.

Sehun pareció notar sus movimientos porque, en lugar de dejarlo libre, lo acercó más a él, tomándolo de la cintura.

LuHan soltó un pequeño jadeo al sentir la erección de aquel hombre contra trasero.

-Mmmh- Se quejó Sehun.

-¿A dónde crees que vas, pequeño demonio?- Articuló somnoliento, comenzando a despertar. 

-Mmm no sé, ¿tal vez a mi casa?- Respondió irónico.

Bastó un movimiento rápido para que Sehun colocara a LuHan debajo de él, sosteniéndole ambas manos.

-Estás loco si crees que voy a dejarte ir después de la manera en la que me hiciste el amor ayer- Sonrió travieso y LuHan sintió escalofríos en el corazón.

No lo dejó refutar siquiera, cuando ya estaba esparciendo pequeños besos húmedos en el cuello de su sumiso. 

Tampoco tuvo que insistirle para que el pelinegro ladeara la cabeza y le diera una mejor visión a Sehun. 

Se retorció de placer bajo el cuerpo de aquel hombre cuando este chupó uno de sus lóbulos. A LuHan le fascinaba la forma en la que Sehun chupaba y succionaba su piel, importándole poco si llegaba a dejar marcas o no.

LuHan, dejándose llevar, buscó con desesperación la boca de su amante para estampar sus labios contra los de él. Sus lenguas se envolvieron en una sincronizada danza de humedad y placer. Mientras que sus manos traviesas regalaban caricias cargadas de deseo en cada centímetro de piel.

POR FAVOR NO TE VAYAS [HUNHAN MPREG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora