Chapter 2

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— Déjame entender — dijo pausadamente, pasándose sus manos por el pelo y cerrando los ojos —. Solamente por el hecho de que pasé la noche aquí, tengo que ayudar a limpiar — esperé a que abriera los ojos para asentir — Y todos los demás, quienes se fueron anoche, no tienen que ayudar a limpiar porque no durmieron aquí.

Asentí nuevamente.

— ¿Es esto algún tipo de discriminación? — preguntó.

— Llámalo como quieras — dijo Brent, perdiendo la paciencia y levantándose para entregarle una bolsa —. Empieza recogiendo la basura.

— ¡Espera! Aún estoy tratando de entender — levantó las manos, sin recibir la bolsa, haciendo a Brent rodar sus ojos.

— No hay nada que entender, ¿si? Solamente haz lo que te digo — la mano de Brent que sostenía la bolsa fue al pecho de Harry y presionó, haciendo que este último llevara su mano también ahí, lo que llevó a mi mejor amigo a sacar la mano y largarse de la sala.

— Tu novio es tan grosero como tú — dijo Harry, haciendo que una carcajada saliera de lo más profundo de mi ser — ¿Qué es tan gracioso?

— Tú — respondí, levantándome del sofá.

— ¿Quién es tu novio? — Camille, quien seguramente estaba durmiendo, llegó a la sala en su pijama y preguntó, dirigiéndose a mi.

— No importa — evité su pregunta y comencé a caminar fuera de la sala —. ¡Comienza tu trabajo, Harvey!

— ¡Es Harry! — gritó, haciéndome reír.

Yo también tenía trabajo que hacer, el lugar era un completo desastre después de todo lo que sucedió anoche. Seguramente ocuparíamos todo el día limpiando y quizá parte de mañana, cosa que no me agradaba absolutamente nada, pues mis ganas de descansar luego de la larguísima semana que tuve, eran más grandes la Tierra y el Sol juntos.

Escucho el teléfono sonar antes de hacer nada y lo busco con la vista, encontrándolo sobre la mesa. Antes de contestar miro quien es, pero lo pienso dos veces primero, pues no estoy segura de querer soportar a mi hermana mayor ahora, mucho menos cuando mi día está recién comenzando.

— Qué — dije apenas descolgué, sabiendo que a ella le molestaba de sobremanera que le contestara el teléfono así.

— ¡Gianira! — gritó y luego gruñó. Me la imaginé como uno de estos monstruos del bosque, tipo pie grande. Me reí ante el pensamiento.

— ¡Damiana! — le grité de vuelta — ¡Hermana! ¡Amiga!

— Suficiente, Gin — su voz sonó más calmada, lo que me hizo saber que mi momento de diversión acabó —. Te tengo una pregunta.

— Entonces hazla, idiota.

Mi hermana comenzó a gritar de nuevo, quejándose del hecho de que la llamara idiota. Estuvimos varios minutos peleando hasta que finalmente hizo su pregunta.

— ¿Crees que puedas acompañarme a comprar mi vestido de novia esta tarde?

Obviamente, yo dije que sí, no solamente porque quien me lo preguntaba era mi hermana, si no porque aparte, yo soy la dama de honor. No es que me molestara, estaba encantada de acompañar a mi hermana y hacerla enojar toda una tarde, sin embargo, mi cuerpo pedía a gritos descansar.

— Muy bien, entonces iré a buscarte a las 4 en punto.

Y luego de despedirnos, me colgó.

El hecho de que me viniera a buscar a las 4, significaba que entraría a mi departamento y, no solo eso, que para cuando esa hora llegara, el lugar tenía que estar completamente limpio. No es que tenga que ser necesariamente así, pero mi hermana, al ver mi hogar desordenado, seguramente perdería la cabeza y nadie, absolutamente nadie, le gusta verla así.

Loud | Harry Styles |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora